(CNN) – La mayoría de los profesores que abandonan el sector no se jubilan ni son despedidos, sino que renuncian.
Casi la mitad de los empleados de la enseñanza pública —que trabajan en centros de primaria y secundaria— que abandonaron la profesión en marzo renunciaron, según las cifras preliminares publicadas en mayo por la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos (BLS, por sus siglas en inglés).
Las dimisiones alcanzaron su punto máximo a principios de la pandemia de covid-19, antes de sufrir un bajón a finales de 2020. Pero en los dos últimos años, las dimisiones volvieron a aumentar, empeorando la ya grave escasez de profesores en Estados Unidos, en un momento en que los distritos escolares luchan por contratar a nuevos docentes.
Con el aumento de los tiroteos en las escuelas y la interrupción del aprendizaje a causa de una pandemia que afecta cada vez más a los profesores, la educación pública se enfrenta a graves dificultades para atraer y retener a personal cualificado, afirma Becky Pringle, presidenta de la Asociación Nacional de Educación (NEA, por sus siglas en inglés), el mayor sindicato de profesores del país.
Uno de cada tres profesores afirma que es probable que renuncie y busque otro trabajo en los próximos dos años, según una encuesta reciente del Centro de Investigación EdWeek y el Merrimack College.
En la última década, las renuncias han superado sistemáticamente a otros motivos de abandono, con la excepción de los primeros meses de la pandemia, cuando aumentaron los despidos de profesores.
“Es como un incendio de cinco alarmas”, afirma Pringle. “Esto no es nuevo, pero como todo, la pandemia lo empeoró”.
Desde el tiroteo en la escuela primaria de Uvalde, en mayo de 2022, se han producido 66 tiroteos en escuelas de todo el país, incluidos campus universitarios, y 41 tiroteos en escuelas de educación básica y media superior, según datos recogidos por CNN hasta el 25 de mayo.
Los educadores sienten el peso del dolor un año después del tiroteo, afirma Pringle. Más del 60% de los profesores dice que les preocupa que ocurra un tiroteo masivo en sus escuelas, según una encuesta de 2018 realizada por la NEA.
“[Los profesores] están ansiosos, y están de luto”, dijo Pringle. “El dolor, porque el dolor es cíclico, no finito, está surgiendo en ellos de nuevo”.
Briana Takhtani fue una de las profesoras que decidió presentar su carta de renuncia. Dejó lo que ella llamaba su “trabajo de ensueño” enseñando en un instituto del norte del estado de Nueva York en 2021, tras verse muy afectada por el aumento de los tiroteos en las escuelas y la pandemia. Tras tomarse un año sabático, ha vuelto a las aulas enseñando séptimo curso en Nueva Jersey.
“No somos solo profesores, somos un poco como consejeros o niñeras. A veces hacemos de madres”, explica Takhtani a CNN. “Con el covid y todo lo demás, se volvió demasiado para mí manejar el día a día y seguir sintiéndome cuerda”.
A medida que los profesores se marchan, se abren puestos de trabajo en la enseñanza pública, pero nadie los acepta.
Según la Oficina de Estadísticas Laborales, en marzo hubo más del doble de vacantes que de contrataciones. Las vacantes empezaron a superar a las contrataciones antes de la pandemia de covid-19, pero la diferencia no ha hecho más que intensificarse desde entonces, agravando la escasez de educadores.
Más de la mitad de los educadores estadounidenses afirman que es más probable que se jubilen anticipadamente debido a la pandemia de covid-19, según una encuesta realizada en 2022 por la NEA. Esa tasa era mayor para los profesores hispanos o latinos y negros.
Solo el 20% de los profesores de escuelas públicas de primaria y secundaria son personas de color, según los datos del Centro Nacional de Estadísticas Educativas para el año escolar 2020-21.
“En este momento, cuando necesitamos más [profesores de color], tenemos menos de ellos”, dijo Pringle. “Y nuestros maestros de color, en particular los maestros negros… se están yendo de manera desproporcionada”.
Los profesores afirman que los sistemas escolares deben hacer más por sus alumnos. En lo alto de la lista de propuestas que los educadores dijeron que apoyan para combatir el agotamiento, después de aumentar los salarios y contratar a más maestros, estaba proporcionar apoyo adicional de salud mental y de comportamiento para los estudiantes, según la encuesta de 2022 de la NEA.
“No tenemos el número de consejeros, profesionales de la salud mental o enfermeras… que los educadores necesitan, en general, para ayudar”, dijo Pringle. “[Los profesores] se están marchando, porque no sienten que el sistema les esté ayudando a cuidar de los alumnos”.
La escasez de educadores se debe también en parte a los salarios notoriamente bajos de los profesores, afirma Pringle.
La remuneración de los educadores se ha estancado en las dos últimas décadas si se ajusta a la inflación, según la Oficina de Estadísticas Laborales. Del mismo modo, queda en gran desventaja frente a otras profesiones que requieren niveles similares de educación y experiencia.
“Los contratamos y se marchan muy pronto debido al salario”, afirma Pringle. Según la encuesta de EdWeek/Merrimack College, casi la mitad (el 45%) de los profesores afirman no sentirse respetados ni considerados profesionales por el público en general.
“En Estados Unidos, el respeto por tu trabajo es equivalente al salario”, afirma Melissa Parrish, profesora de primer grado en Los Ángeles, California. “Así que la falta de paga es como una falta de respeto por el trabajo que hace la gente”.