(CNN) — Shawn Jackson, un graduado de 18 años, y su padrastro, Renzo Smith de 36 años, murieron este martes en un tiroteo tras la ceremonia de graduación de una escuela secundaria en Richmond, Virginia, dijo la Policía. Otras cinco personas resultaron heridas en los hechos.
Un sospechoso, Amari Pollard, de 19 años, fue acusado en la mañana de este miércoles de dos cargos de homicidio intencional sin premeditación y está detenido sin fianza, dijo el jefe interino de la Policía, Rick Edwards, en una conferencia de prensa. Pollard tenía una disputa en curso con la víctima de 18 años y fue un ataque dirigido, añadió Edwards. Están pendientes otros cargos que podrían presentarse, detalló.
Una niña de 9 años que fue atropellada y herida por un vehículo en medio del caos que se desató tras el tiroteo también está emparentada con la familia de las dos personas que murieron. Según Edwards, la niña se está recuperando de heridas leves. El resto de las víctimas se encuentran fuera de peligro.
El atacante abrió fuego en Monroe Park, donde cientos de graduados e invitados estaban reunidos frente al Altria Theater, el lugar elegido por el instituto Huguenot para celebrar la ceremonia.
“No conocía a Shawn, pero le di la mano y lo felicité unos 20 minutos antes de que muriera”, dijo este miércoles Jason Kamras, superintendente de las escuelas públicas de Richmond. “No puedo quitarme de la cabeza la imagen de él recibiendo reanimación en el suelo, todavía con su toga de graduación”.
El tiroteo de este martes fue uno de los al menos 279 tiroteos masivos ocurridos en Estados Unidos en lo que va de año, según el Gun Violence Archive, que define un tiroteo masivo como aquel en el que resultan heridas de bala al menos cuatro personas, excluido el atacante.
La violencia sumó a Richmond a una larga lista de comunidades de todo el país que han tenido que lidiar con el terror de los tiroteos masivos de los últimos meses, incluidos los ocurridos en un centro comercial de Texas, una escuela de Tennessee, un banco de Kentucky y cerca de una playa del sur de Florida.
“Este debería haber sido un espacio seguro”, dijo Edwards en la noche de este martes. “Es increíblemente trágico que alguien decidiera traer un arma y sembrar el terror en nuestra comunidad”.
El tiroteo ocurrió justo antes de las 5:15 p.m. En ese momento, tres oficiales fuera de servicio que estaban trabajando en la seguridad del evento escucharon disparos y los reportaron en sus radios, y los oficiales que trabajaban en tráfico en las cercanías respondieron, dijo Edwards.
“Los primeros agentes indicaron que se había producido una ráfaga de disparos, pero todo terminó rápidamente”, añadió.
El sospechoso huyó a pie y fue encontrado y detenido en las inmediaciones por agentes de seguridad de la cercana Virginia Commonwealth University (VCU), explicó Edwards. Monroe Park forma parte del campus Monroe Park de la VCU.
La policía anunció inicialmente que había detenido a dos personas, pero más tarde dijo que una de ellas no estaba implicada en el tiroteo.
No está claro cuántas armas participaron en el tiroteo.
La policía incautó cuatro pistolas en el lugar de los hechos, según informó Edwards en la noche de este martes. En la mañana de este miércoles, dijo que el sospechoso tenía solo una pistola, pero que se habían recuperado otras en el lugar del tiroteo.
“Creo que hubo una interacción en el lugar, y luego parece que el sospechoso fue a su vehículo para recuperar el arma y luego regresó”, dijo a los periodistas.
“No habría podido comprar un arma de fuego por sí mismo, debido a su edad”, añadió, en respuesta a la pregunta de un periodista.
¿Ya nada es sagrado?
Tras el tiroteo se produjo una gran agitación, según Edwards.
“Oí la llamada por la radio y se podía oír por el caos y los gritos”, dijo.
“La gente tenía ataques de pánico, se tiraba al suelo gritando”, añadió Edwards. “Algunas personas se cayeron. Una niña fue atropellada por un coche”.
Jonathan Young, miembro del Consejo Escolar de la ciudad de Richmond, describió el caos desatado inmediatamente después de los disparos en un vídeo publicado por WWBT, afiliada de CNN.
“Estábamos saliendo del edificio cuando oímos unos 20 disparos seguidos”, dijo Young. “La verdad es que como pueblo estamos tolerando lo intolerable”.
Naomi Wade estaba fuera del Teatro Altria vendiendo flores y osos de peluche para los graduados, dijo a WTVR, afiliada de CNN. Las imágenes de graduados sonrientes con togas y birretes se convirtieron en escenas de pánico cuando se oyeron disparos, dijo.
“Todo el mundo empezó literalmente a correr para salvar sus vidas, pisoteándose unos a otros. Me pisotearon a mí. Pisotearon todo nuestro stand. Daba miedo”, dijo Wade.
El alcalde de Richmond, Levar Stoney, condenó el tiroteo este martes y prometió que los implicados serían llevados ante la justicia.
“¿Ya nada es sagrado?”, dijo Stoney en una rueda de prensa.
“Esto no debería ocurrir en ningún sitio”, dijo Stoney. “Un niño debería poder ir a su graduación y caminar y disfrutar del logro con sus amigos y familiares”, añadió.
Kamras, el superintendente, señaló que Jackson no era el único estudiante del distrito de las Escuelas Públicas de Richmond herido de bala en las últimas 24 horas.
“Anoche, tres estudiantes de Armstrong resultaron heridos en dos incidentes diferentes. Esto tiene que acabar”, dijo.
Además, pidió apoyo a las autoridades estatales y federales para hacer frente a la violencia.
La ceremonia de Huguenot High fue la segunda graduación de una escuela secundaria de Richmond que tuvo lugar el martes en el teatro, y una tercera ceremonia de graduación programada allí ese día fue cancelada después del tiroteo, dijeron funcionarios de la escuela. Las escuelas públicas de Richmond cerraron este miércoles todos sus centros por precaución, según anunció el sistema en su página web.
El resto de las graduaciones de secundaria de esta semana en el distrito también han sido canceladas.
“Nos hemos estado preparando para un acontecimiento como éste. Nos hemos preparado para ello con nuestros socios y con la esperanza de que este día no llegara”, dijo Edwards. “Pero llegó a Richmond”.
Sara Smart y Jamiel Lynch de CNN contribuyeron a este informe.