(CNN) – Las pruebas de la acusación contra Donald Trump por su presunta mala gestión de documentos clasificados tras dejar el cargo pueden parecer “asombrosas”.
El caso supone la primera vez que un expresidente es acusado ante un tribunal federal y apenas la segunda vez que un expresidente es acusado en cualquier lugar (después del propio Trump, a principios de este año en un tribunal del condado de Nueva York).
Lo que hace que los cargos sean aún más ahistóricos es que llegan en un momento en el que Trump se presenta a las elecciones presidenciales. ¿Cómo influirá esta nueva acusación en la campaña electoral?
Digamos que debemos ser, al menos inicialmente, escépticos de que Trump vaya a ser penalizado en las encuestas.
Una encuesta de ABC News/Washington Post realizada a principios de mayo preguntaba si Trump debería enfrentarse a cargos penales por sus presuntas acciones con los documentos clasificados. La mayoría de los estadounidenses (54%) dijo que debería hacerlo. Sólo el 38% dijo que no.
A primera vista, esto puede parecer devastador para Trump. Tenga en cuenta, sin embargo, que el 50% de los estadounidenses indicaron en una encuesta de ABC News/Ipsos después de su acusación de Nueva York en relación con los presuntos pagos de dinero por silencio a la estrella de cine para adultos Stormy Daniels. Muchos menos estadounidenses (33%) dijeron que no debería haberlo hecho.
Las divisiones entre “sí” y “no” a las dos acusaciones son similares en las dos encuestas.
Sin embargo, Trump no experimentó una penalización en las encuestas tras su acusación en Nueva York. Sus encuestas para las elecciones generales contra el presidente Joe Biden se mantuvieron ajustadas. Biden estaba un punto por delante de él en una media de encuestas nacionales antes de la acusación de Nueva York. Hoy, Biden está, de media, empatado con Trump en las encuestas nacionales.
Las opiniones sobre si Trump debería enfrentarse a cargos están claramente correlacionadas con lo que la gente piensa de él en general. Su índice nacional de desfavorabilidad ronda el 57%. Su índice de favorabilidad es de aproximadamente el 38%. Esta cifra se acerca bastante a la división entre el 54% y el 38% que vimos en la encuesta de ABC/Post sobre si Trump debería ser acusado por los documentos clasificados.
De hecho, fuera de su toma de posesión en enero de 2017 y los primeros días de la pandemia de covid-19 a principios de la primavera de 2020, Trump ha sido constantemente impopular entre el electorado general.
Solo ganó en 2016 –y se ha mantenido competitivo en las encuestas de 2024– porque sus oponentes y potenciales oponentes también han sido impopulares.
Una forma en que Trump podría perder terreno frente a Biden es si los republicanos empiezan a abandonarle. Las encuestas previas a su imputación ante un tribunal federal sugieren que no deberíamos contener la respiración para que eso ocurra.
Solo el 17% de los republicanos que participaron en la encuesta de ABC/Post creían que Trump debería ser acusado por cómo manejó documentos clasificados. La mayoría (75%) dijo que no debería serlo.
Tal vez esos porcentajes empiecen a cambiar después de que Trump sea procesado en Miami este martes. Pero soy escéptico. El porcentaje de republicanos que pensaban que debería ser acusado en Nueva York (14% de media) es terriblemente similar al que vimos con el caso federal.
Ambas cifras son casi idénticas al índice de desfavorabilidad de Trump entre los republicanos a nivel nacional (18% de media).
Tal vez, la pregunta más importante es si Trump induce el mismo efecto de “unirse en torno a la bandera” dentro del Partido Republicano del que se benefició después de ser acusado en Nueva York. El apoyo de Trump entre los republicanos en las encuestas de las primarias nacionales pasó de mediados de los 40 en promedio a mediados de los 50, mientras que su ventaja en las encuestas sobre el gobernador de Florida, Ron DeSantis, visto por muchos como su principal rival del Partido Republicano, se disparó a más de 30 puntos.
Superar otro gran impulso de Trump en las encuestas de las primarias sería una tarea hercúlea para sus rivales republicanos.
Sin embargo, hay algunos indicios de que el repunte de Trump tras la acusación de Nueva York se ha estancado e incluso ha retrocedido un poco. La idea de que siempre iba a estar muy por delante en la carrera republicana va en contra de la historia.
Recordemos que, a principios de año, el expresidente se situaba por debajo de los 40 puntos en las encuestas nacionales, e incluso iba por detrás en algunos sondeos estatales.
Trump puede ser derrotado en unas primarias republicanas. Si otra acusación es la forma de reducir su apoyo entre los republicanos es otra cuestión.