(CNN) – Mientras observaba el golpe de derecha de Casper Ruud dar en las líneas de demarcación de la cancha, Novak Djokovic se dejó caer sobre la arcilla roja parisina, con los brazos y las piernas extendidos, y empezó a darse cuenta de lo que acababa de lograr.
Este fue el momento en que ganó su Grand Slam número 23, superando a Rafael Nadal en la cima de la lista de hombres de todos los tiempos. En una era dorada para el deporte, que se remonta al primer título de Grand Slam de Roger Federer, hace 20 años, Djokovic ahora ha eclipsado a esos dos rivales para convertirse en el mejor jugador de la historia.
Su victoria en sets seguidos contra Casper Ruud, este domingo, fue el tercer título de Djokovic en el Abierto de Francia, convirtiéndolo en el primer hombre en ganar cada Grand Slam al menos tres veces. También lo vio subir a la cima del ranking mundial por la semana 388 de su carrera, muy por delante de las 310 de Federer.
“No quiero decir que soy el mejor, porque siento, lo he dicho antes, es una falta de respeto hacia todos los grandes campeones en diferentes épocas de nuestro deporte”, dijo Djokovic a los periodistas después de la final. “Dejo ese tipo de discusiones sobre quién es el mejor para otra persona”.
El serbio perdió solo dos sets en el Roland Garros durante la última quincena, aunque su superioridad en el torneo fue aún más extraordinaria considerando su desafiante preparación.
La tierra batida nunca ha sido la superficie favorita de Djokovic, y en las semanas previas al Abierto de Francia no pudo pasar de los cuartos de final de tres eventos de preparación y también luchó con una lesión en el codo.
Pero con la historia en juego, todo cambió cuando llegó a París.
“Tiene este software en la cabeza que puede cambiar cuando llega un Grand Slam”, dijo el entrenador de Djokovic, Goran Ivanišević, a periodistas este domingo. “Un Grand Slam es un juego diferente en comparación con otros torneos”.
Tal vez fue apropiado que Djokovic tuviera al legendario mariscal de campo Tom Brady, considerado por muchos como el mejor jugador de la NFL de todos los tiempos, en su box para su final contra Ruud.
Al igual que Brady, y como Federer y Nadal, Djokovic ha demostrado que puede ganar títulos en lo que tradicionalmente se percibiría como una edad avanzada para un atleta. El jugador, de 36 años, admitió que su cuerpo está “respondiendo de manera diferente” a los rigores del tenis de alto nivel en comparación con hace 5 o 10 años, pero su mente y sus ganas todavía están dispuestas.
“Si estoy ganando Slams, ¿por qué siquiera pensar en terminar una carrera que ya lleva 20 años?” dijo Djokovic.
“Todavía me siento motivado, todavía me siento inspirado para jugar el mejor tenis en estos torneos: Grand Slam. Esos son los que cuentan, supongo, más en la historia de nuestro deporte. Ya espero con ansias Wimbledon”.
De hecho, Djokovic agregó que Wimbledon será su único torneo sobre césped en las próximas semanas. Allí intentará defender su título y dar un paso más para completar el Grand Slam del calendario, de ganar los cuatro majors en el mismo año.
El último jugador en lograr tal hazaña fue Rod Laver, en 1969, aunque Djokovic estuvo a un partido de lograrlo en 2021.
Ya sea este año, el próximo o más allá, es difícil no ver al número uno del mundo sumando a sus 23 títulos de Grand Slam, particularmente mientras permanece libre de lesiones importantes.
“Es increíble”, dijo Ivanisevic, “y todavía se mueve como un gato en la cancha… Va a encontrar, nuevamente, algún tipo de motivación para ganar 24, tal vez 25. ¿Quién sabe dónde está el final?”.
En la cancha, la precisión, la resistencia y la extraordinaria flexibilidad de Djokovic son las piedras angulares de su juego, lo que le permite alternar entre la defensa y el ataque.
“O juega una defensa ridícula o juega hermosos tiros ganadores”, dijo Ruud, quien no le ganó un set a Djokovic en cinco partidos.
“Simplemente no comete ningún error. O te deja ir por demasiado o juega un hermoso punto ganador… Simplemente se encierra y tienes que jugar ridículamente bien para ganar los puntos, o él mismo da un paso al frente con un ganador”.
Andy Roddick lo expresó de otra manera.
“Primero te quita las piernas, luego te quita el alma”, comentó el ex número uno del mundo sobre el juego de Djokovic durante el US Open de 2021.
No ajeno a la controversia, Djokovic dijo después de su partido de segunda ronda en el Abierto de Francia que lo impulsa el drama que tiende a seguirlo en los Grand Slam.
Se refería a un mensaje político que hizo sobre Kosovo al inicio del torneo, aunque también parecía aludir a los dos últimos Abiertos de Australia: en enero, tuvo que explicar cómo su padre no tenía la intención de apoyar “ningún tipo de iniciativas de guerra”, después de haber sido filmado con un grupo de simpatizantes rusos, en Melbourne Park, y el año pasado fue deportado de Australia sin haber llegado vacunado contra el covid-19.
Luego, en 2020, fue expulsado del US Open después de golpear a una jueza de línea con una pelota.
Pero Djokovic ha conquistado todo en la cancha frente a estas controversias, inquebrantable en su búsqueda de la historia del tenis. Además de sus 23 títulos de Grand Slam, también ganó todos los torneos Masters 1000 y las finales del World Tour al menos dos veces.
“Se está escapando del argumento numérico [sobre el mejor jugador masculino de todos los tiempos]”, dijo el periodista de tenis Ben Rothenberg a Don Riddell, de CNN Sport, después de la final del Abierto de Francia. “Todo lo que se tenga contra Djokovic tiene que ser más subjetivo, casi emocional en este punto del debate GOAT” (El mejor de todos los tiempos).
Parece una cuestión de cuándo, en lugar de si, el jugador más exitoso en la historia del tenis masculino se suma a su récord de títulos de Grand Slam.