(CNN) – Todos hemos estado alguna vez en esa situación: sacando frenéticamente el contenido de nuestra maleta en un aeropuerto, tratando con desesperación de reordenarlo para no pasarnos del peso de equipaje permitido por la aerolínea.
“Tal vez debería ponerme toda la ropa a la vez”, piensas, mientras sopesas la incomodidad de traer encima cuatro suéters en un avión abarrotado y el costo de pagar más por una maleta que tenga peso adicional.
Ahí es donde entra en juego la experta en equipaje Chelsea Dickenson.
“Puedes hacer una maleta más pequeña de lo que crees, te lo aseguro”, dice Dickenson a CNN Travel. “Y voy a salir a decir que eso hará que tus vacaciones sean mejores”.
Dickenson, una viajera británica de 33 años, fundó el sitio web Cheap Holiday Expert para ofrecer consejos y trucos sobre vacaciones asequibles.
Como viajera frecuente, Dickenson se enorgullece de viajar con un equipaje ligero. Y si se queda corta de espacio, se le ocurren soluciones inesperadas.
Por ejemplo, su truco del chaleco de pesca, un chaleco multibolsillos con cremallera diseñado para llevar equipo de pesca, se hizo viral.
En un vuelo reciente de EasyJet de Londres a Lisboa, Dickenson se puso el chaleco y llenó los bolsillos de objetos diversos, desde un bikini hasta una computadora portátil.
¿Recibió miradas extrañas en la fila de seguridad del aeropuerto?
“El chaleco de pesca es una chaqueta. ¿Qué haces con las chaquetas? Las pones en una bandeja. ¿Sacas todo de los bolsillos? No. En una chaqueta normal, no. ¿Por qué ibas a hacerlo en un chaleco de pesca? Es completamente lo mismo”, dice Dickenson, quien subraya que al personal de seguridad del aeropuerto no le preocupa el peso del equipaje, sino asegurarse de que no transportas objetos ilegales o demasiados líquidos.
En la puerta de embarque, Dickenson y su chaleco de pesca también “pasaron”. A bordo del avión, se quitó el chaleco y lo colocó en uno de los compartimentos superiores y se lo puso de nuevo al llegar a su destino.
Consejos y trucos
El chaleco de pesca es solo uno de los varios trucos para hacer la maleta que Dickenson ha compartido con sus miles de seguidores en TikTok e Instagram.
En otro vuelo de Londres a Viena con Wizz Air, Dickenson sustituyó la espuma viscoelástica de su almohada de viaje por siete pares de ropa interior, cinco pares de calcetines, un par de leggings y dos camisetas. Puso la almohada de viaje en una bandeja de seguridad “sin problemas” y la dejaron pasar en la puerta de embarque “sin hacer preguntas”.
Lo mejor de todo, dice Dickenson, es que la almohada seguía siendo muy cómoda cuando apoyó la cabeza en ella durante el vuelo.
Dickenson también ha probado rellenar un brasier con ropa y luego ponérselo por encima de la ropa y debajo del abrigo.
Dickenson se quitó el brasier para pasar por el control de seguridad para evitar cualquier acto vergonzoso, metiéndolo en su bolsa antes de ponérselo de nuevo en la puerta de embarque.
Aunque Dickenson decidió que la idea del brasier era “ridícula y la recompensa no es lo suficientemente grande”, le encantan sus trucos del chaleco de pesca y la almohada de viaje.
“La almohada fue un gran triunfo, porque no solo lo he hecho yo, sino que he recibido montones de mensajes de gente que también lo ha hecho”, dice Dickenson, que cuenta que incluso ha estado en un aeropuerto y ha escuchado a otros viajeros decir que lo estaban probando.
“Al fin y al cabo, se trata de divertirse un poco”, dice Dickenson sobre sus trucos para hacer la maleta. “Mi objetivo es poner de relieve lo ridículo que es tener que pagar tanto dinero si queremos llevar equipaje; así de tacañas son las aerolíneas hoy en día”.
Subir de categoría en los hoteles
Dickenson también tiene algunos consejos más convencionales para que viajar sea más fácil y económico.
Por ejemplo, le fascinan los envases al vacío. “Metes toda la ropa adentro y le quitas todo el aire”, explica. “Consigues mucho más espacio”.
Y Dickenson es partidaria de hacer listas para evitar el exceso de equipaje. Antes de salir de viaje, Dickenson siempre anota todos los artículos que va a necesitar, desglosándolos día a día. Esta estrategia le ayuda a hacer la maleta de forma precisa y ligera. En lugar de meter ropa al azar, tiene listos los conjuntos de cada día.
Y hay una ventaja añadida.
“Significa que realmente reduces la cantidad de ropa interior que llevas en la maleta”, dice Dickenson. “No sé tú, pero yo solía meter en la maleta unos 20 pares para una semana de viaje; no es necesario”.
Dickenson también se ha dado a conocer por su plantilla de correo electrónico para subir de categoría de hotel, disponible en su sitio web para que otros la copien, la peguen y la envíen.
La plantilla es breve, educada y amable, y tiene un porcentaje de éxito bastante alto.
“Cada día recibo dos o tres mensajes de gente que me dice: ‘Dios mío, funcionó. Acabo de llegar, estamos en una suite. Tenemos champán. Muchas gracias. Nunca lo habría pedido si no me hubieras metido la sugerencia en la cabeza’”, cuenta Dickenson.
El lema de Dickenson es que, cuando se trata de cualquier tipo de mejora en un viaje, siempre vale la pena preguntar. Al fin y al cabo, lo peor que puede pasar es que alguien diga que no. En el caso concreto de los hoteles, Dickenson aconseja investigar un poco de antemano y averiguar a quién debe dirigirse el correo electrónico: ese toque personal puede ser de gran ayuda.
La maravilla de viajar
Aunque Dickenson disfruta haciendo reír a sus seguidores con sus trucos para hacer la maleta, también se toma muy en serio su compromiso de ayudar a la gente a viajar por menos dinero.
A menudo se siente frustrada por el costo elevado de los viajes, sobre todo para las familias, y por el hecho de que estos costos puedan convertirse en un obstáculo para las vacaciones.
“La gente merece escaparse, tener ese momento de relajación, ver algo nuevo”, dice Dickenson. “Para los niños que están creciendo, creo que es una parte muy importante de aprender algo nuevo, de conocer nuevas culturas”.
Dickenson espera que sus consejos puedan ayudar a los viajeros a evitar gastos superfluos y animarles a explorar el mundo todo lo que puedan.
“Lo bonito de viajar es que te recuerda que todos somos seres humanos repartidos por distintos puntos del planeta, y que es mucho más lo que nos une que lo que nos diferencia”, afirma. “Sé que estoy siendo muy cursi, pero ésa es una de las grandes ventajas de viajar, que es capaz de unir a la gente de esa manera”.