Nueva York (CNN) – Claude Ronnie Msowoya y su familia pasaron tres días intentando llegar a Johannesburgo, Sudáfrica, solo para tener que regresar en tren al punto de partida de su viaje y sin su equipaje.
Msowoya dijo a CNN que su vuelo de United Airlines de Boston al aeropuerto de Newark se retrasó este domingo, lo que provocó que él y su familia perdieran la conexión de United Airline de Newark a Johannesburgo.
Msowoya dijo que a su familia finalmente le asignaron otro vuelo de United Airlines que estaba programado para despegar la noche de este lunes, pero también fue cancelado.
“Tuvimos que acudir a la línea de atención al cliente, lo que nos llevó 10 horas el día anterior. No nos ayudaron y más tarde intentamos que cancelaran el viaje. Hicimos fila durante 6 horas en la recogida de equipajes solo para que nos dijeran que no le iban a entregar a nadie su equipaje y que debíamos presentar una reclamación y rezar y esperar que entregaran el equipaje”, dijo Msowoya.
Msowoya contó a CNN que su familia decidió tomar un tren de vuelta a Boston tras pasar tres días en el aeropuerto de Newark.
Su historia no es la única. Las interrupciones en los viajes aéreos continuaron este martes por cuarto día consecutivo, con más de 7.000 vuelos retrasados o cancelados en todo Estados Unidos tras las fuertes tormentas que asolaron partes del país, entre ellas el Atlántico Medio y partes del noreste, donde se encuentran muchos centros de gran actividad.
Datos de FlightAware muestran que para la tarde de este martes se registraban más de 5.400 vuelos retrasados dentro, hacia o fuera de Estados Unidos, y se cancelaron otros 1.600. Aún así, se trata de una disminución importante con respecto al caos de este lunes, cuando más de 11.000 vuelos se retrasaron o cancelaron debido al mal tiempo y a problemas de personal en el control del tráfico aéreo.
Una vez más, United Airlines fue la aerolínea nacional estadounidense más afectada. Alrededor del 16% de su programación, o 467 vuelos, se canceló y otro 37%, o 1.062 vuelos, se retrasó hasta las 6 p.m., hora de Miami. Republic Airways, que opera vuelos de corta distancia para American Airlines, Delta y United, canceló el 35% de su programación (333 vuelos).
Los cuatro aeropuertos estadounidenses más afectados este martes eran principales centros de operaciones de United o Delta: Newark Liberty (Nueva Jersey), LaGuardia y John F. Kennedy (Nueva York), y Logan (Boston). Pero los problemas no se limitaron al noreste. Hubo 17 aeropuertos repartidos por todo el país, de San Francisco a Orlando, que sufrieron retrasos en al menos el 20% de sus vuelos, según FlightAware.
Más de 40 millones de personas en el noreste y las llanuras centrales están en riesgo de tormentas severas este martes. La mayoría de las personas en riesgo se encuentran en el noreste, incluyendo Filadelfia y la ciudad de Washington, donde una amenaza de nivel 1 de 5 ha sido emitida por el Centro de Predicción de Tormentas. Se destaca una amenaza de nivel 3 de 5 de clima severo para partes de Kansas y Oklahoma, incluyendo Wichita y Tulsa.
Se esperam de nuevo tormentas dispersas al este de un frente frío desde el Atlántico Medio hacia partes del noreste, lo que podría provocar aún más retrasos y cancelaciones de vuelos más adelante.
Algunas de estas tormentas de la tarde podrían producir ráfagas de viento perjudiciales, y la fuerte lluvia de estas tormentas podría producir casos aislados de inundaciones repentinas, sobre todo en algunas partes del sureste de Nueva York, Delaware y Pennsylvania.
El CEO de United culpa al personal de la FAA de los retrasos “sin precedentes” del fin de semana
Desde que empezaron a acumularse los problemas para viajar este sábado, se han cancelado más de 5.000 vuelos con origen o destino en Estados Unidos, según las estadísticas de FlightAware a mediodía de este martes, y otros 28.500 han sufrido retrasos.
Aunque el tiempo es parte de la causa del problema, también influyen la falta de personal adecuado en los centros de control del tráfico aéreo gestionados por la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) y la falta de capacidad de las aerolíneas estadounidenses.
Ello agrava el problema, al dificultar que el sistema gestione las interrupciones causadas por el mal tiempo y que los pasajeros encuentren asiento en nuevos vuelos cuando se cancela el suyo.
El director de United Airlines, en un contundente memorándum dirigido al personal, culpó a los problemas de personal de los controladores aéreos de la FAA de los “problemas sin precedentes” de este pasado fin de semana, que afectaron a “más de 150.000 clientes sólo en United”.
“La FAA francamente nos falló este fin de semana”, dijo el CEO de United, Scott Kirby, en un memorando interno de la compañía compartido con CNN.
Kirby dice que el sábado la FAA redujo las tasas de llegada a su principal centro en el Aeropuerto Internacional Newark Liberty en un 40% y las tasas de salida en un 75%, lo que fue “casi con toda seguridad un reflejo de la falta de personal y la menor experiencia en la FAA”.
“Provocó retrasos masivos, cancelaciones, desvíos, así como tripulaciones y aviones fuera de posición”, dijo Kirby. “Y eso puso a todos detrás de la bola ocho cuando el clima realmente golpeó este domingo y se agravó aún más por la escasez de personal de la FAA el domingo por la noche”.
Kirby dice que se reunirá con la FAA y el Departamento de Transporte “para discutir qué medidas la FAA puede tomar en el plazo inmediato para evitar que esto vuelva a suceder este verano”.
La FAA respondió esta mañana diciendo que “siempre colaboraremos con cualquiera que esté seriamente dispuesto a unirse a nosotros para resolver un problema”.
En el memorando, Kirby se cuidó de decir que los actuales dirigentes de la FAA no crearon el actual problema de personal, sino que tienen que resolverlo. “Para ser justos, no es culpa de los actuales dirigentes de la FAA”, escribió, pero añadió que “son responsables de resolver el problema que heredaron”.
Estos problemas recientes se producen en un momento especialmente ajetreado. Con millones de pasajeros listos para abordar en vuelos comerciales durante el largo fin de semana festivo, la Administración de Seguridad en el Transporte afirma que los desplazamientos aéreos del 4 de julio serán aún mayores que antes de la pandemia.
La agencia prevé revisar a 2,82 millones de personas en los aeropuertos de todo el país este viernes, superando un récord pospandémico establecido el 16 de junio, así como los 2,79 millones de pasajeros que la TSA controló el 7 de julio de 2019.
Chris Isidore, Caroll Alvarado, Monica Garrett, Pete Muntean y Greg Wallace, de CNN, contribuyeron a este artículo.