(CNN) – Tres grupos de defensa de las minorías demandaron a la dirección de la Universidad de Harvard, acusándola de discriminación por dar un trato preferente a los hijos de donantes adinerados y antiguos alumnos, y citan la reciente sentencia de la Corte Suprema de Estados Unidos que eliminó la acción afirmativa para reforzar su demanda.
La demanda, presentada por el grupo Lawyers for Civil Rights en nombre de Chica Project, African Community Economic Development of New England y Greater Boston Latino Network, alega que los estudiantes que reciben ese trato preferente son “abrumadoramente blancos” y representan hasta el 15% de los estudiantes admitidos.
“Este trato preferente no tiene nada que ver con los méritos del solicitante. Por el contrario, se trata de un beneficio injusto y no merecido que se confiere únicamente en función de la familia en la que nace el solicitante”, afirma Lawyers for Civil Rights en un comunicado de prensa. “Esta costumbre, patrón y práctica son excluyentes y discriminatorios. Desfavorece y perjudica gravemente a los solicitantes de color”.
La demanda llega menos de una semana después de que la Corte Suprema echara abajo la acción afirmativa en las admisiones universitarias, dictaminando que las escuelas ya no pueden tener en cuenta la raza como base específica para aceptar a un candidato.
La demanda citaba esa sentencia y a la mayoría de la Corte Suprema, que dijo: “Las admisiones universitarias son de suma cero, y un beneficio otorgado a algunos solicitantes pero no a otros necesariamente beneficia a los primeros a expensas de los segundos”.
Los impulsores de esta nueva demanda alegan que una parte de los estudiantes blancos admitidos en la escuela debido a las preferencias por donantes y herencias no serían admitidos de otro modo, lo que aumentaría las oportunidades de admisión para los solicitantes de color.
“La necesidad de que el Departamento de Educación ponga fin a esta práctica discriminatoria es particularmente aguda ahora que la Corte Suprema limitó severamente el uso de la raza como factor en los procesos de admisión a la educación superior, lo que se espera que tenga un impacto negativo en la diversidad del campus”, dice la demanda.
Según los demandantes, “los solicitantes negros, latinos y asiático-americanos están dramáticamente infrarrepresentados entre los que reciben preferencias de donantes o de herencia”.
Según las estadísticas del Harvard College para la generación de 2027, los estudiantes afroamericanos y negros constituían el 15,3% de los estudiantes universitarios aceptados, los asiático-americanos el 29,9% y los latinos el 11,3%. Los estudiantes nativos americanos y hawaianos constituían el 2,7% de los admitidos.
El resto, aproximadamente el 40,8% de los estudiantes admitidos, se supone que son blancos.
En un comunicado de prensa anunciando las estadísticas de admisión, Harvard dijo que “la generación de 2027 refleja la creciente diversidad de los solicitantes del colegio”.
Nicole Rura, portavoz de la Universidad de Harvard, dijo que la institución no hará comentarios sobre la demanda más reciente.
“En las próximas semanas y meses, la Universidad determinará cómo preservar nuestros valores esenciales, en consonancia con el nuevo precedente de la Corte”, dijo Rura a CNN en un correo electrónico.
En su presentación, los demandantes pidieron al Departamento de Educación de EE.UU. que, entre otras cosas, investigue el uso por parte de Harvard de las preferencias por donantes y herencia y “el impacto dispar injustificado resultante”, y garantice que, en adelante, los solicitantes “no tengan forma de identificar una relación familiar en el proceso de admisión”.
Iván Espinoza-Madrigal es el director ejecutivo de Lawyers for Civil Rights y es uno de los abogados que representan a los demandantes.
“Como señaló recientemente la Corte Suprema, ‘eliminar la discriminación racial significa eliminarla toda’. No debería haber forma de identificar quiénes son tus padres en el proceso de solicitud de admisión a la universidad”, dijo.
“¿Por qué estamos recompensando a los hijos por privilegios y ventajas acumulados por generaciones anteriores?”. añadió Espinoza-Madrigal. “El apellido de tu familia y el tamaño de tu cuenta bancaria no son una medida de mérito, y no deberían influir en el proceso de admisión a la universidad”.