Al menos 4 de cada 10 perros tienen fobia a los ruidos, como los fuegos artificiales. Y no solo estas mascotas sufren por estos dañinos eventos.

(CNN) – Puede que los fuegos artificiales nos parezcan bonitos y festivos, pero explotan como disparos amplificados en los oídos extremadamente sensibles de muchas de nuestras mascotas.

Los fuegos artificiales, que alcanzan entre 150 y 175 decibeles, son más ruidosos que muchos aviones al despegar (unos 140 decibeles).

Los decibeles miden la intensidad de un sonido, mientras que los hercios miden la frecuencia de un sonido.

Los oídos humanos empiezan a sufrir un daño con apenas 85 decibeles. Sin embargo, solo podemos escuchar hasta unos 20.000 hercios, mientras que los perros pueden oír entre 45.000 y 65.000 hercios.

Simplemente piensa en los daños físicos y emocionales que puede sufrir un perro al que se deja fuera para que se enfrente al ruido.

Por no mencionar que, cuando se asustan, los perros salen corriendo, y los dueños pueden perder a sus mejores amigos durante la noche.

“Se sabe que los perros cavan bajo las vallas o las saltan, rompen las ataduras o incluso destrozan las ventanas como respuesta a su miedo a los fuegos artificiales”, según Best Friends Animal Society, una de las agencias ‘no-kill’ más antiguas del país.

Esto hace que los perros anden sueltos, posiblemente con riesgo de ser atropellados por los autos, recogidos por extraños o incluso entregados a los refugios de animales locales, que pueden tener todavía un horario limitado debido a la pandemia. Los dueños de mascotas pueden encontrarse con obstáculos para identificar y rescatar a su mascota.

Perros y la fobia a los fuegos artificiales

Las estadísticas muestran que al menos el 40% de los perros tienen fobias al ruido, que pueden incluir el miedo a las tormentas eléctricas, a los sopladores de hojas, a los taladros eléctricos e incluso a los secadores de pelo.

Pero esos ruidos son relativamente constantes, dicen los expertos, mientras que los fuegos artificiales son esporádicos y, por tanto, inesperados.

“Muchos animales asocian los ruidos fuertes con el peligro”, dice la Dra. Michelle Lugones, veterinaria de Best Friends Animal Society. “Desde un punto de vista evolutivo, están programados para evitar las amenazas percibidas, por lo que no es sorprendente que los fuegos artificiales sean angustiosos para muchos animales”.

Peligro para todo tipo de mascotas

No son solo los perros. Los gatos y muchos otros animales domésticos y salvajes tienen un oído sensible, que les proporcionó la naturaleza para encontrar y cazar presas.

“Es muy probable que los gatos sufran tanto de fobia a los fuegos artificiales como los perros”, dice Lugones. “Pero como los gatos tienden a ser más independientes en el hogar y suelen correr y esconderse durante las situaciones de miedo, es posible que sus dueños no se den cuenta de que están sufriendo por los fuegos artificiales”.

Los animales domésticos pequeños, como los conejos y los cuyos, son especies de presa y, por tanto, se estresan con facilidad, señala Lugones, y añade que “por desgracia, los conejos pueden llegar a morir de miedo extremo, especialmente si tienen una enfermedad subyacente. También pueden herirse al intentar huir”.

Las vacas son animales de carácter social, agrega Lugones, por lo que los ruidos fuertes podrían asustar a toda una manada, mientras que los caballos también son especies de presa que pueden asustarse fácilmente con los fuegos artificiales.

“Quizá se entienda menos cómo responden los reptiles y las aves a los fuegos artificiales, pero también tienen respuestas de estrés, por lo que hay que tomar precauciones para ellos”, comenta.

¿Cómo preparar a tu mascota para este tipo de eventos?

La clave para ayudar a tu mascota a sobrevivir a este aterrador ataque de sonido es estar preparado, dice el Dr. Douglas Kratt, presidente de la Asociación Médica Veterinaria Americana.

Placas y microchips

Asegúrate de que tu mascota tiene un collar bien ajustado con placas de identificación actualizadas, indica Kratt. Si tu mascota tiene un microchip, asegúrate de que los datos de contacto correctos están registrados en la clínica veterinaria o en el refugio que implantó el chip.

Así, si tu mascota se escapa por la noche, podrás llamar inmediatamente y alertar al veterinario o al refugio sobre su ausencia.

Que haga ejercicio antes de que anochezca

Un perro cansado es un perro más tranquilo. Un gato feliz es un gato más relajado, dice Kratt. Organiza un tiempo extra de juego para tus gatos, y saca a los perros a jugar y hacer ejercicio mucho antes de que anochezca. Estas actividades queman la energía extra, limitando así la ansiedad más tarde, cuando llega la hora de dormir.

Lleva a todas las mascotas al interior

No dejes a tu mascota afuera para que sufra sola. Coloca la jaula o la cama del perro en la habitación más silenciosa y cerrada posible, comenta Kratt.

“Mantén las ventanas y las cortinas cerradas para amortiguar aún más los sonidos, y tómate tu tiempo para ver qué funciona mejor para tu perro, como bajar las luces o cubrir la jaula con una manta”, dijo.

A los gatos les gusta ir a lo alto para sentirse seguros, así que dales una guarida cubierta y acogedora que esté elevada del suelo, como una cabaña en un árbol para gatos de interior o en un armario.

Distrae a tu mascota

Proporciónale muchos juguetes nuevos y golosinas de larga duración. Los rompecabezas de comida también pueden mantenerlos distraídos de los ruidos molestos.

Utiliza productos para calmar a tu mascota

Muchas mascotas responden a las camisas de “trueno” o a las mantas que las envuelven en un capullo pesado y tranquilizador. Los gatos y los perros suelen disfrutar oliendo feromonas específicas de cada especie. Los gatos pueden llevar collares con olores que imitan las feromonas que producen las gatas para calmar a sus gatitos. Los perros responden al olor de las hembras lactantes, llamado apropiadamente “feromona apaciguadora del perro” o DAP por su siglas en inglés.

Utiliza sonidos calmantes

En primer lugar, amortigua los sonidos cerrando las cortinas y las puertas cerca de tu mascota. La música tranquilizadora o el ruido blanco, como el de los ventiladores o el de la televisión —pero no demasiado alto—, pueden utilizarse para proporcionar sonidos cómodos y familiares.

Los humanos también deben mantener la calma

Si a ti tampoco te gustan los fuegos artificiales, intenta mantener la calma cerca de tu mascota de todos modos, dice Kratt.

“Nuestras mascotas pueden mirarnos para ver cómo reaccionamos y dejarse influenciar por nuestro comportamiento”, comenta. “Intenta no reaccionar con demasiada intensidad a los fuegos artificiales o a la angustia de tus mascotas”.

Utiliza la medicación como último recurso

Aunque no hay nada malo en acudir al veterinario para que le dé medicamentos calmantes, a los expertos les preocupa que los dueños de las mascotas confíen en eso primero, sin aplicar los consejos de modificación del comportamiento anteriores. Pero, si has probado todas estas ideas y tu amigo peludo sigue en pánico, acude a tu veterinario para que te aconseje.

Mantén a los animales alejados de los fuegos artificiales

Si a tu mascota no le molesta el ruido y piensas encender tus propios fuegos artificiales, asegúrate de mantenerla dentro y asegurada. Algunos perros pueden “perseguir los objetos brillantes en movimiento y corren el riesgo de quemarse o cegarse en el proceso”, dice Best Friends Animal Society.

Además, muchos fuegos artificiales contienen “sustancias tóxicas si se ingieren”, así que asegúrate de guardar los fuegos artificiales en un lugar seguro donde la mascota no pueda encontrarlos.

Cuando los fuegos artificiales terminan

Los peligros para las mascotas van más allá de la explosión de los fuegos artificiales, dice Kratt.

“El 4 de julio tiene otros riesgos para nuestras mascotas, como la abundancia de alimentos poco saludables y accesibles en las fiestas, el peligroso calor del verano y los peligrosos residuos en el suelo tras los espectáculos pirotécnicos”, afirma Kratt.

Antes de dejar a tu mascota suelta en el patio al día siguiente, comprueba que no haya restos ni partes de fuegos artificiales que hayan explotado.

“Aunque no hayas disparado fuegos artificiales, los restos pueden llegar a tu jardín, donde los animales curiosos pueden recogerlos para jugar o comerlos”, menciona Kratt.

Los fuegos artificiales usados y sin usar son tóxicos para las mascotas, comenta Lugones.

“Dependiendo de las sustancias químicas que contengan, los fuegos artificiales pueden provocar signos gastrointestinales graves, como vómitos, diarrea con sangre, dolor abdominal y obstrucción por cuerpos extraños”, dice. “También pueden causar insuficiencia renal aguda, dificultad para respirar y convulsiones. Si te preocupa que tu mascota haya ingerido fuegos artificiales, ponte en contacto con un veterinario inmediatamente”.