(CNN) – Parecía el sueño de cualquier amante de los viajes: un crucero de tres años que recorriera el mundo en busca de un verano eterno a un precio relativamente asequible.
Cuando Life at Sea Cruises anunció en marzo su viaje de 36 meses, con camarotes a partir de US$ 29.999 por persona, por año, para un estilo de vida con todo incluido, muchos se apresuraron a reservar.
Pero ese sueño pareció transformarse en pesadilla en mayo, cuando el proyecto se vino abajo: parte del equipo abandonó la empresa en lo que parecía un desacuerdo sobre el propio barco, y los pasajeros retiraron sus reservas.
Sin embargo, parece que el proyecto vuelve a ponerse en marcha ahora con la confirmación de una nave más grande para esos tres años de exploración. La fecha de salida sigue fijada para el 1 de noviembre de 2023.
Life at Sea Cruises es ahora propiedad de Miray Cruises, empresa con 30 años de experiencia en el Egeo. Miray fue el socio de cruceros implicado desde el principio.
El barco de Miray, el MV Gemini, había sido designado como el buque que se utilizaría para el crucero en marzo, algo que se convirtió en el centro de la ruptura de relaciones entre Miray y los miembros del antiguo equipo ejecutivo de Life at Sea.
Alrededor de 22 miembros del equipo, entre ellos el director general, el director de Tecnología y el director de Ventas y Marketing, “abandonaron” el proyecto, según declaró entonces Mikael Petterson, ex director general, a CNN. La directora de Ventas y Marketing, Irina Strembitsky, fue más allá y alegó que un ingeniero consideró que el barco no estaba en condiciones de navegar y expresó sus dudas de que pudiera completar un viaje de tres años, una acusación que ahora es el centro de una demanda por difamación presentada por Miray.
Según Petterson, las 22 personas que abandonaron el proyecto trabajan ahora en otro proyecto: Villa Vie Residences que, según el sitio web, será un “crucero por el mundo… circunnavegando el globo cada tres años y medio”.
Villa Vie está celebrando seminarios web para clientes potenciales, pero aún no ha identificado ningún barco ni ha comunicado los posibles precios. Petterson declaró a CNN que su equipo espera aceptar reservas a partir de agosto.
Barco más grande, menos huéspedes
Mientras tanto, Miray dice que lanzará su primer crucero Life at Sea en su nuevo barco, como estaba previsto, en noviembre.
El MV Lara será más grande que el Gemini, dijo a CNN Kendra Holmes, CEO de Miray Cruises.
El barco, construido en 2003 y que actualmente opera para otra línea de cruceros, tiene 627 camarotes con capacidad para 1.266 pasajeros, pero Holmes dijo que planean vender un máximo de 532 camarotes, o alrededor del 85 %, para mantener la sensación de amplitud a bordo. Cada camarote tendrá unos 1,8 metros cuadrados más de espacio que en el Gemini, y mientras que los camarotes más baratos del Gemini estaban en la cubierta dos, en el Lara empezarán en la tres, con algunas habitaciones de nivel básico en la cubierta cuatro.
Holmes afirma que la compañía siempre pensó en adquirir otro barco para poder continuar sus itinerarios por el Egeo. En lugar de comprar un sustituto para el Gemini, decidieron gastarse un dineral en un barco más grande para los tres años de travesía. El equipo vio por primera vez el nuevo barco en marzo, cuando anunciaron los cruceros alrededor del mundo del Gemini. Holmes afirma que siguieron promocionando el Gemini hasta que tuvieron la certeza de que la venta del Lara se realizaría a tiempo para realizar el crucero Life at Sea.
“Vimos muchos barcos diferentes y nos gustó su diseño”, afirma. “Tiene muchos espacios públicos agradables, una cubierta de piscina abierta, una pista de atletismo… nos gustó cómo estaba dispuesto todo”.
“Mi mayor interés se centra en los espacios públicos: no quieres estar encerrado en un camarote durante tres años. [El Lara tiene] grandes espacios exteriores cubiertos, espacios abiertos y una cubierta en la parte superior para ver las estrellas”.
“Puedes acercarte a la proa del barco y ver cómo se acerca el océano. Cumplía todos esos requisitos: los restaurantes son bonitos, los bares son grandes, hay mucho espacio… cumplía todos esos requisitos”.
Holmes no revela el nombre actual del barco que se convertirá en MV Lara, ni a quién se lo compró Miray, pero según los detalles que puede dar (actualmente está en aguas del Reino Unido y ha completado recientemente un viaje por el norte de Europa), lo más probable es que se trate del AIDAaura, uno de los tres barcos de AIDA Cruises, filial alemana de Carnival. La supermodelo Heidi Klum es actualmente la madrina del barco, que cuenta con cuatro restaurantes, dos salones, cinco bares y clubes, y dos piscinas, según AIDA Cruises.
La compañía “dirá adiós” al barco en septiembre, después de 20 años y más de 800 viajes, según el sitio web de AIDA.
Cancelaciones y advertencias
Las dificultades han hecho que algunos pasajeros renuncien a la travesía por completo.
Una de ellas, Sharon Lane, había hablado previamente con CNN sobre su entusiasmo, pero ahora ha cancelado su viaje a regañadientes.
“Cuando viajas solo, especialmente siendo una mujer mayor, la seguridad es la principal preocupación. Con los inquietantes cambios en torno al crucero de tres años, decidí que el riesgo era demasiado grande para mí”, afirma.
“Estoy muy decepcionada, ya que me había propuesto recorrer el mundo en crucero durante los próximos tres años. Deseo a todos los que decidan ir un viaje feliz y seguro”.
Holmes afirma que la compañía se está “acercando al 40 %” de capacidad con las reservas actuales, lo que la sitúa en más de 200 habitaciones vendidas. El Gemini tenía alrededor del 50 % de reservas anticipadas cuando se retiró el buque, de un total de 400 camarotes. Las nuevas reservas han compensado las cancelaciones, afirma.
“Estamos vendiendo a un ritmo bastante constante, no demasiado rápido, lo cual es bueno”, afirma. “No queremos obligar a la gente a hacer algo con lo que no está 100 % de acuerdo. Para mí, eso es más importante que intentar conseguir la cantidad”.
La oferta original exigía un depósito de US$ 5.000 para bloquear la tasa de reserva. “Muchos se arrepintieron cuando se dieron cuenta de que no podían costearlo, o no se sentían cómodos en el barco, o tenían obligaciones familiares. Algunos intentaron vender sus casas y no lo consiguieron. Muchos pensaron: ‘Sí, puedo hacerlo’, y luego se dieron cuenta de que ‘no puedo permitirme tres años de vacaciones’”, explica.
Pero no todo el mundo se va a tomar tres años libres. La empresa eliminará el casino a bordo y lo sustituirá por espacios de coworking y salas de reuniones.
También tiene previsto hacer que el crucero sea relativamente sostenible para lo que generalmente se considera una industria insostenible. Miray pretende que el barco no contenga plásticos de un solo uso, lavar las sábanas y las toallas semanalmente y cambiar a iluminación LED siempre que sea posible, “un gran ahorro de combustible”, afirma Holmes.
Entre los huéspedes que se han inscrito hasta ahora, hay una proporción de 60-40 entre parejas y solteros, y un rango de edad de 30 y tantos a 80 y tantos. Hasta ahora, la mayoría son estadounidenses.
Meredith Shay, de Florida, es una de las que siguen adelante con el plan inicial.
“No tengo ninguna inquietud, estoy encantada de salir y empezar una nueva vida”, afirma.
Shay hizo su depósito inicial para un camarote con balcón el 2 de marzo, y ve la separación de la compañía como un “contratiempo”.
“Fue y vino en dos días, y todo salió bien”, dice.
“La gente que se fue está creando su propio barco, y todos nos alegramos por ellos, pero somos un grupo que ha apoyado esto desde el principio. Y este equipo de Miray es complaciente con todo el mundo: si hay problemas, los solucionan, si hay ideas, las ponen en marcha. Es un verdadero trabajo de equipo, porque somos pioneros”.
Otra huésped, Ingrid Warwick, no se deja intimidar e incluso solicitó una mejora a un camarote con balcón.
“Cuando el equipo de ventas se fue, nos preocupamos: las teorías pueden correr como la pólvora [en las redes sociales]. Pero nos impresionó cómo manejó la situación el equipo ejecutivo de Miray. Por supuesto, habrá altibajos y no todo saldrá exactamente al 100 %, pero se están esforzando”, afirma.
“Las personas que cancelaron el viaje tenían motivos comprensibles para estar preocupadas: piensas poner tu vida en pausa durante tres años y viajar a bordo de una compañía de cruceros extranjera. Eso te hace reflexionar, y entiendo su decisión”.
Sin embargo, los que siguen adelante “han creado un vínculo muy fuerte”, añade.
¿Su única objeción? El “ambiente isleño” del barco en su estado actual. “Vivir tres años en un barco envejece rápidamente”, afirma. Sin embargo, Miray ha mostrado a los huéspedes los planos de los nuevos camarotes. “Sabemos que hay poco tiempo, pero esperamos que los alojamientos sean lo que nos presentaron, o lo más parecido posible”.
Holmes dice que Miray tomará posesión del barco a finales de septiembre, y que el crucero partirá en noviembre.
“En realidad es mucho tiempo: estamos trabajando mucho, pero se pueden hacer cosas increíbles en dos o tres semanas”, afirma.
El barco estará dos semanas en dique seco en Alemania, donde se repintará el casco y se empezará a trabajar en el centro de negocios y las oficinas, explica. “El resto se hará en el viaje de vuelta a Estambul; se puede hacer mucho trabajo [durante un viaje] siempre que no sea un trabajo ‘caliente’ como la soldadura”.
Batallas legales
En cuanto a las acusaciones de sus antiguos compañeros de trabajo, Holmes califica de “difamatorio” el comentario de “innavegabilidad”, y añade que los barcos pasan anualmente “múltiples inspecciones” para obtener sus certificados de seguridad para los pasajeros, y que la afirmación es “completamente inválida”. Para que un pasajero pueda poner un pie a bordo hay que pasar por muchas [certificaciones] de seguridad diferentes”, afirma. El Certificado de Seguridad de Buques de Pasajeros (PSSC, por sus siglas en inglés) del Gemini se expidió por última vez en octubre de 2022 y se renovará la próxima semana, afirma.
Los documentos judiciales muestran que Miray demandó a Petterson por cuatro cargos, entre ellos difamación, interferencia en las relaciones comerciales y uso personal de propiedad intelectual e información comercial confidencial. En una declaración jurada presentada ante el tribunal, Holmes afirma que los datos de contacto de los clientes de Life at Sea fueron ofrecidos a una tercera compañía de cruceros, y que el personal de Miray vio bloqueado el contacto con sus clientes a través de 11 cuentas en línea de Petterson.
Petterson dijo a CNN que presentará una respuesta y una contrademanda ante el tribunal.
“Me atengo a mis comentarios sobre lo que se ha dicho y lo que ha ocurrido y espero probar cada detalle en el tribunal. Estoy seguro de que obtendremos un resultado positivo”, declaró.
“Decidieron elegir el término ‘innavegable’. Está claro que el barco flota. Sin embargo, tenemos docenas de correos electrónicos, grabaciones y mensajes que sugieren que el Gemini no podía realizar el itinerario tal como se anunciaba”.
Holmes dice que algunos huéspedes apuntados al crucero original están esperando para ir con Villa Vie Residences.
“A algunos les encantó el último equipo y eso está totalmente bien, estoy seguro de que van a hacer un gran trabajo también”, dice.
Mientras tanto, empieza la cuenta atrás para el crucero más largo del mundo.
“Estoy viajando sola, pero no lo considero un viaje en solitario porque los demás son increíbles”, dice Shay. “Estoy viajando con otras 500 personas”.
– Francesca Street contribuyó con este reporte.