Hong Kong (CNN) – Un restaurante chino que retaba a sus clientes a comer más de 100 dumplings a cambio de una comida gratis cayó en desgracia ante las autoridades, que investigan si infringió la ley del país contra el desperdicio de alimentos.
Las autoridades locales de la ciudad de Yibin, en la provincia suroccidental de Sichuan, se abalanzaron sobre el restaurante tras enterarse de su “desafío del rey del estómago grande”, informó esta semana el medio de noticias afiliado al Estado The Cover.
Al parecer, el reto consistía en que los clientes compitieran por comerse 108 chaoshous, o dumplings de wonton picantes, lo más rápido posible para ganar una comida gratis y otros premios.
Para despertar el interés, el restaurante anunció la oferta en las redes sociales con el fin de atraer a los clientes, pero se encontró en la cuerda floja cuando la Administración Estatal de Regulación del Mercado dijo que abriría una investigación para determinar si infringió la ley sobre el desperdicio de alimentos.
Aunque los concursos de comida son relativamente comunes en los países occidentales y pueden dar fama a sus ganadores – como Joey Chestnut, que la semana pasada ganó el Concurso Internacional de Comer Perritos Calientes de Nathan’s Famous en Coney Island al engullir 62 en 10 minutos – en China pueden ser un asunto delicado.
Muchos chinos aún recuerdan la hambruna de los años 50 y 60, que mató a unas 45 millones de personas.
The Cover dijo que el restaurante, del que no dio el nombre, era uno de los varios que investigaban las autoridades por concursos similares.
El líder de China, Xi Jinping, calificó en el pasado el desperdicio de alimentos de “escandaloso y penoso” y en marzo de este año dijo que los suministros agrícolas eran como la base de la seguridad nacional.
La ley contra el desperdicio de alimentos se promulgó en 2021, tras las duras críticas del gobierno a los blogueros que retransmitían en vivo atracones de comida para atraer espectadores. Muchas de sus cuentas fueron suspendidas por las plataformas de redes sociales.
Según la ley, los propietarios de restaurantes pueden ser multados con hasta 10.000 yuanes (US$ 1.400) si sus establecimientos “inducen o engañan a los clientes para que pidan en exceso y causen un evidente desperdicio”.
Las emisoras de radio y televisión, así como los proveedores de video y audio en línea, se enfrentan a una multa máxima de 10 veces esa cantidad si se descubre que están implicados en “hacer, publicar, promover programas o mensajes de audio sobre comer en exceso y darse atracones de comida y bebida”.
El restaurante de Yibin “demuestra comportamientos de atracones de comida y bebida e induce a los clientes a hacer pedidos excesivos”, dijo Cover, que cita al regulador del mercado local.
Sin embargo, algunos internautas chinos critican a las autoridades por extralimitarse.
“¿Se considera esto un desperdicio? ¿Por qué no dejar que la gente compita por ser el que más come? ¿La comida que no se consuma irá a parar a los pobres?”, escribió un usuario en Weibo, la versión china de Twitter.
Otro usuario señaló el pobre historial del país en materia de seguridad alimentaria, que incluye escándalos que van desde la leche en polvo para bebés contaminada hasta el uso de “aceite de alcantarilla”, aceite reciclado contaminado con residuos de alimentos o incluso aguas residuales.
“No regularon la seguridad alimentaria… ¿pero esto?”, decía el usuario.