Furuya Yamato, al que vemos aquí acompañado por los miembros del equipo de Tacos 3Hermanos Israel Gutiérrez (izquierda) y Maximiliano Quijada Mendoza (derecha), pasó varios años en México, donde se enamoró de la cultura y la comida del país. Crédito: Joshua Mellin

Tokio (CNN) – Furuya Yamato no se queda quieto.

Los fines de semana en Tokio, se puede encontrar a este hombre de 50 años, barbudo y con cola de caballo, detrás del mostrador de su camión de comida, Tacos 3hermanos, donde cientos de clientes fieles hacen fila y esperan un deleite poco común en Japón: auténticos tacos callejeros mexicanos.

El primer día que nos reunimos con Yamato, todavía tiene pendiente elaborar a mano 3.000 tortillas para un evento de fin de semana. Pero antes de llevar a CNN Travel a recorrer su base, una taquería en el lago Yamanaka, insiste en que tenemos que visitar una serie de santuarios sagrados cercanos en su ciudad natal de Fujiyoshida, enclavada en la base del majestuoso monte Fuji.

La conexión de Yamato con sus raíces es profunda. En el santuario Fujiyoshida Sengen, un sereno santuario forestal, dice que sus antepasados eran venerados como adivinos en la región, una práctica que él continúa, considerando que es su deber inspirar a la gente.

“Pero, básicamente, soy una oveja negra”, admite. “Así que hago lo que me da la gana”.

Ahora mismo, lo que quiere hacer es tacos.

Ikigai es un concepto japonés que representa el compromiso con el propósito que uno tiene en la vida. En el caso de Yamato, cree que el sentido de la vida no reside solo en las búsquedas individuales, sino en conectar con los demás.

Para él, la forma más segura de forjar esas conexiones es sencilla: “Con tacos, en la calle, tomando algo y comiendo juntos”.

Los visitantes del camión de comida Tacos 3hermanos podrían esperar algún tipo de toque japonés en sus platos, quizá un poco de fusión. Pero Yamato sirve una de las comidas callejeras mexicanas más auténticas y deliciosas del mundo.

Furuya Yamato visita el santuario Fujiyoshida Sengen en su ciudad natal, Fujiyoshida. Crédito: Joshua Mellin

“¿Dónde está tu vida?”

Tras el terremoto y tsunami de Tōhoku de 2011, Yamato se enfrentó a una creciente presión para retomar su trabajo de publicidad corporativa. Durante un viaje de negocios posterior a Italia, un amigo le presionó con una pregunta: “Yamato, ¿dónde está tu vida?”.

Se convirtió en un mantra ineludible que se preguntaba constantemente. “¿Dónde está tu vida?… ¿Dónde está tu vida?”.

Estas palabras resonaban en su mente, impulsándolo hacia un camino que desafiaría y saciaría su alma.

Yamato dejó atrás su carrera publicitaria y adoptó un estilo de vida minimalista, despojándose de muchas posesiones, incluido su auto.

Buscando el reto definitivo para salir de su zona de confort, decidió irse al lejano México.

Por aquel entonces, Yamato ni siquiera había probado un taco, ni hablaba español.

Pero el embriagador fervor de México le atrajo. Y gracias a su personalidad extrovertida, Yamato se estableció rápidamente en su país de adopción.

“Hay mucho amor”, dice de México. “Es un sistema de pasión”.

En la Ciudad de México, Yamato conoció a una mujer y empezaron a salir, pero fue el estricto padre de ella quien, sin saberlo, daría el pistoletazo de salida a su odisea culinaria al enviarlo a comprar ingredientes para preparar la cena.

Yamato aún no hablaba español con fluidez, pero tenía muchas ganas de agradar, así que se aprendió las palabras de la lista de la compra recorriendo uno a uno los pasillos del mercado.

Un día, el padre de su novia le pidió que preparara la salsa que había estado haciendo por su cuenta para un evento familiar, y supo que tenía algo entre manos.

“Kaizen”, cuenta Yamato con naturalidad. “Es una palabra japonesa que significa ‘mejora continua’”.

Pero empezar una nueva vida en México no estuvo exento de estrés. Una noche, mientras se quejaba con un amigo de sus frustraciones, dice que le dieron un consejo severo: “México no te pidió que vinieras aquí, fue tu propia elección. Así que olvida tus problemas, ven y vamos a comer unos tacos”.

Momentos después, Yamato dio su primer mordisco a un taco callejero de suadero. Dice que los sabores eran tan profundos que casi llora en el plato. Era todo lo que necesitaba para curar su tristeza, un testimonio del poder de la comida y la comunidad para sanar el alma.

Recrear los sabores de la Ciudad de México

Después de varios años en la Ciudad de México, durante los cuales aprendió a preparar una gran variedad de platillos, Yamato regresó a Japón, a principios de 2018, para cuidar a sus padres ancianos. Incapaz de encontrar los sabores que habían cautivado su corazón, buscó recrear él mismo el auténtico sabor de México, inspirándose en los tacos callejeros de suadero de la capital.

Durante la pandemia, Yamato organizó un evento pop-up de tacos para compartir sus creaciones con el público. A tanta gente le gustó su comida, que decidió invertir en un camión.

Yamato reconoce que su experiencia en México le dio “el amor, la bondad y la fuerza para seguir a su corazón”, por lo que se propuso difundir la comida y la cultura de su país de adopción por todo Japón.

Los fines de semana, Tacos 3Hermanos da servicio en las calles de Tokio. Crédito: Joshua Mellin

Los tacos no son un platillo habitual en Japón, y mucho menos servidos desde un camión de comida con música reguetón.

Pero Yamato se propuso introducir los auténticos sabores de México y despertar la curiosidad de los locales.

Para lograr la máxima autenticidad y honrar al país que le inspiró, Yamato se abastece de la mayoría de sus ingredientes en México, aunque la importación puede resultar más costosa.

Hace las pequeñas tortillas a mano y cubre el taco con cebolla picada y cilantro, al estilo tradicional.

El sencillo menú de Tacos 3hermanos representa el tiempo que Yamato pasó en México. Chilaquiles para desayunar y los tacos callejeros que adora: suadero, carnitas, taco de bistec con queso, taco de pollo y chorizo. Se ha resistido a las peticiones de ampliar el menú más allá de los sabores que resonaron tan profundamente en él.

Incluso los platos y utensilios de cocina proceden de México. Eso incluye el comal bola, una sartén especial que permite que la carne se dore en su jugo y a la que Yamato atribuye el mérito de “dar vida a la receta”.

El camino hacia el éxito culinario no ha estado exento de baches. En mayo de 2022, Yamato sufrió un accidente y volcó el camión de tacos en la autopista.

Salió ileso, pero cuando sus fans se enteraron de su situación se apresuraron a ayudarlo. Gracias a su apoyo, volvió a servir tacos al día siguiente, lo que, en su opinión, reafirmó su objetivo de conectar con los demás.

“Sí, esto es mi vida, y luego lo hago en la práctica. Por eso mi marca, y nuestra comida, están hechas de amor”.

Ahora, con su taquería base en las serenas orillas del lago Yamanaka, Yamato ve cómo su visión toma plena forma, mientras sigue haciendo recorridos de fin de semana con su camión de tacos a festivales y eventos en las vibrantes calles de Tokio y más allá.

Cuando nos encontramos con Yamato y su camión de tacos por segunda vez, un domingo por la mañana, en el Farmers Market de la Universidad de las Naciones Unidas, en el centro de Tokio, ya se había agotado su menú estándar. Sin embargo, el espíritu emprendedor de Yamato sabe aprovechar el momento y prepara tacos improvisados de setas shiitake con generosos rellenos y su característica salsa picante.

“[Cuando] me levanto, necesito hacer tacos, quiero hacer tacos”, dice. “Quiero compartir mis tacos con la gente. Esta es mi vida ahora. Este es mi ikigai”.