(CNN) – Dieciséis falsos electores que firmaron certificados en los que aseguraban —falsamente— que el expresidente Donald Trump había ganado en el estado de Michigan en las elecciones de 2020, fueron acusados de múltiples delitos graves, anunció este martes la fiscal general del estado, Dana Nessel.
Esta es la primera vez que alguno de los falsos electores es acusado de un delito relacionado con el fraude, que se produjo en diversas versiones y en varios estados.
Los 16 individuos fueron acusados de ocho delitos graves cada uno: dos cargos de falsificación, un cargo de conspiración para cometer falsificación, dos cargos de falsificación de la ley electoral, un cargo de conspiración para cometer falsificación de la ley electoral, un cargo de publicación de un acta falsificada y un cargo de conspiración para publicar un acta falsificada.
El grupo de falsos electores de Michigan incluye a funcionarios y exfuncionarios estatales del Partido Republicano, un miembro del Comité Nacional Republicano, un alcalde en funciones, un miembro de la junta escolar y partidarios de Trump que fueron los demandantes en una iniciativa judicial que intentó anular los resultados de 2020.
“Este plan para rechazar la voluntad de los votantes y socavar la democracia era fraudulento y legalmente infundado”, dijo Nessel en un video publicado este martes.
Nessel, demócrata, remitió inicialmente el asunto a los fiscales federales del Departamento de Justicia, pero reabrió la investigación estatal en enero. El fiscal especial del Departamento de Justicia, Jack Smith, también está investigando activamente la trama de los falsos electores, y algunos de ellos han testificado ante un jurado investigador.
CNN se puso en contacto con los acusados para obtener sus comentarios.
Parte de un plan mayor
Michigan fue uno de los siete estados disputados donde la campaña de Trump presentó listas de “electores falsos” como parte de su plan para socavar el proceso del Colegio Electoral, y potencialmente interrumpir la certificación del Congreso de los resultados de las elecciones de 2020 el 6 de enero de 2021.
Los 16 falsos electores republicanos de Michigan se reunieron en Lansing el 14 de diciembre de 2020 y firmaron certificados que proclamaban falsamente que Trump había ganado el estado y que ellos eran los electores legítimos. Fueron rechazados por la policía cuando intentaron entrar en la sede del estado para entregar los documentos, según los videos de esa interacción, que se produjo mientras el grupo real de electores demócratas se reunía dentro del edificio. Cabe recordar que el presidente Joe Biden derrotó a Trump por poco más de 154.000 votos en las elecciones de 2020.
En opinión de la campaña de Trump, se trataba de electores “suplentes” que podrían haber sustituido de algún modo a los electores de Biden cuando el Congreso contara los votos electorales el 6 de enero de 2021, otorgando a Trump un segundo mandato. Sin embargo, una amplia gama de expertos legales, incluidos muchos dentro de la Casa Blanca y de la campaña de Trump, pensaban que este plan fue inconstitucional y posiblemente era ilegal.
Las personas acusadas son Meshawn Maddock, excopresidente del Partido Republicano de Michigan; Marian Sheridan, la actual vicepresidenta del Partido Republicano de Michigan; Kathy Berden, miembro del Comité Nacional Republicano; Kent Vanderwood, alcalde de Wyoming, Michigan; Stanley Grot, secretario del municipio de Shelby; Amy Facchinello, miembro del consejo escolar de Grand Blanc; las funcionarias locales del Partido Republicano, Rose Rook y Mary-Ann Henry; los demandantes pro-Trump, John Haggard y Timothy King; los candidatos no seleccionados del Partido Republicano, Clifford Frost y Michele Lundgren; así como Hank Choate, James Renner, Mayra Rodríguez y Ken Thompson.
CNN informó anteriormente que funcionarios de la campaña de Trump, dirigidos por Rudy Giuliani, el abogado del expresidente, supervisaron los intentos para presentar listas falsas de electores en siete estados clave, incluyendo Michigan.
Una grabación de audio obtenida por CNN a principios del año pasado captó a uno de los ahora acusados como falsos electores de Michigan jactándose de que la campaña de Trump dirigió toda la operación.
“Luchamos para designar a los electores. La campaña de Trump nos pidió que lo hiciéramos”, dijo Meshawn Maddock, entonces copresidente del Partido Republicano de Michigan, en un acto público organizado en ese momento por el grupo conservador Stand Up Michigan, según la grabación.
La comisión del 6 de enero de la Cámara de Representantes descubrió pruebas de que Trump conocía el plan y de que habló directamente de él con la presidenta del Comité Nacional Republicano, Ronna McDaniel, que es de Michigan. Ella testificó que Trump y sus aliados le dijeron que el plan de los electores era importante, y que el Comité ayudó más tarde a la campaña de Trump a reunir las listas de electores del Partido Republicano.
Los investigadores federales de la oficina del fiscal especial consultaron a testigos clave en su investigación separada sobre el papel de los funcionarios de Trump de más alto nivel en el plan de los falsos electores, según informes anteriores de CNN.
Un plan para “socavar nuestra Constitución”
En el video publicado este martes junto con los cargos, Nessel volvió a disparar contra las acusaciones de que la elección presidencial de 2020 fue fraudulenta, diciendo que la elección en su estado “fue procedimentalmente la misma que en cada elección presidencial moderna anterior”.
“Estos acusados pueden haber creído los mitos ahora largamente desmentidos de manipulación de votos o vertederos de papeletas”, dijo Nessel. “Es posible que se sintieran obligados a seguir el llamado a la acción de un presidente al que eran fieles. Puede que incluso creyeran sinceramente que era su deber patriótico”.
“Pero ninguna de esas razones o sentimientos proporciona una justificación legal para violar la ley y poner en entredicho nuestra Constitución y las tradiciones de nuestra nación de gobierno representativo, de autodeterminación y de gobierno del pueblo”, agregó.
Nessel también dijo que su oficina seguirá investigando los esfuerzos para anular las elecciones de 2020, y no ha descartado “posibles cargos contra otros acusados”. También se adelantó a los ataques que seguramente vendrán de los aliados de Trump, que pueden afirmar que las acusaciones tienen motivaciones políticas.
“Habrá quienes afirmen que estas acusaciones son de naturaleza política. Pero cuando hay pruebas abrumadoras de culpabilidad con respecto a múltiples delitos, el acto más político en el que podría participar como fiscal sería no tomar ninguna medida”, dijo Nessel.