Nueva York (CNN) – A última hora de este martes, Fitch Ratings rebajó la calificación de la deuda estadounidense a largo plazo de AAA a AA+, citando como razón principal el estancamiento de esta primavera en torno al techo de la misma.
Es un duro golpe para Estados Unidos. El sistema financiero mundial se basa en la promesa de que el gobierno estadounidense siempre pagará sus deudas. Esa confianza hace que el dólar sea la divisa más apreciada en todo el mundo. Esta rebaja amenaza con complicarla.
Aun así, los mercados estadounidenses apenas reaccionaron a la noticia en las operaciones a última hora del martes, y los bonos del Tesoro se mantuvieron estables.
Pero eso no significa que no vayan a reaccionar. Los futuros bursátiles estadounidenses apuntaban a una apertura más débil el miércoles, y los mercados mundiales se tambalearon durante la noche.
El comportamiento pasado no es garantía de resultados futuros, pero una mirada retrospectiva a la historia de los mercados puede darnos una idea de lo que podría ocurrir.
En medio del tenso debate sobre el techo de la deuda de 2011, Standard and Poor’s rebajó la calificación por primera vez en la historia.
Esa rebaja se produjo un viernes por la tarde, por lo que los inversores tuvieron un fin de semana para pensar en su próximo movimiento.
No sirvió de nada.
El primer día de negociación tras la rebaja, el S&P 500 se desplomó un 6,5%. Los mercados vivieron su semana más volátil desde el colapso financiero mundial de 2008, y las acciones tardaron otros seis meses en volver a sus máximos anteriores.
Sin embargo, esta vez podría ser diferente. Los inversores ya conocen a este diablo: ya han pasado por él antes, y vieron que la rebaja de la calificación no elevó realmente los costos de endeudamiento de EE.UU. de forma significativa ni perjudicó a los mercados del Tesoro. De hecho, los bonos del Tesoro subieron a medida que los inversores abandonaban las acciones.
“Mi sensación es que la rebaja de la calificación crediticia de EE.UU. por parte de Fitch es insignificante y no afectará a los mercados financieros ni a la economía”, declaró Joseph Brusuelas, economista jefe de RSM US. “Mientras la Reserva Federal siga tratando el papel emitido por EE.UU. como crédito con calificación AAA, también lo harán los participantes en los mercados financieros”.
El pasado mes de mayo, la agencia Fitch puso en vigilancia la perfecta calificación AAA del país mientras la lucha por el techo de la deuda hacía estragos. Durante ese tiempo, los legisladores del Congreso se enzarzaron en una agria disputa sobre el aumento del límite de deuda para evitar que el gobierno federal incumpliera sus obligaciones financieras. El acuerdo se firmó finalmente el 2 de junio, solo tres días antes de que el Tesoro estadounidense dijera que EE.UU. podría quedarse sin dinero para pagar sus facturas.
“En opinión de Fitch, se ha producido un deterioro constante de los estándares de gobernanza en los últimos 20 años, incluso en materia fiscal y de deuda, a pesar del acuerdo bipartidista de junio para suspender el límite de deuda hasta enero de 2025”, dijo Fitch sobre la rebaja de la calificación.
Esta rebaja, dijo Fitch, refleja el “deterioro fiscal esperado” del país en los próximos tres años. La agencia de calificación citó la “elevada y creciente” deuda pública, que actualmente asciende a más de US$ 32 billones (lo que equivale a algo menos de US$ 100.000 por cada habitante de Estados Unidos).
El exsecretario del Tesoro de EE.UU., Larry Summers, calificó la decisión de extraña. “Estados Unidos se enfrenta a serios retos fiscales a largo plazo. Pero la decisión de una agencia de calificación crediticia hoy, cuando la economía parece más fuerte de lo esperado, de rebajar la calificación de Estados Unidos es extraña e inepta”, dijo en Twitter, ahora conocido formalmente como X.
La actual secretaria del Tesoro de EE.UU., Janet Yellen, dijo este martes que el momento de la rebaja de la calificación le parecía inoportuno.
“Estoy en total desacuerdo con la decisión de Fitch Ratings —dijo Yellen—. El cambio de Fitch Ratings anunciado hoy es arbitrario y se basa en datos obsoletos”.