(CNN Español) – Un jurado de Nueva York condenó en mayo a Donald Trump por 34 delitos graves de falsificación de registros empresariales. Desde entonces, y pese a que originalmente estaba previsto que la sentencia fuera en junio, el equipo legal de Trump ha pedido que la misma y cualquier otra acción sustantiva en el caso de los pagos por silencio se retrase, mientras se desarrolla un nuevo intento para trasladar el caso a un tribunal federal, según una carta obtenida en agosto por CNN.
Es solo uno de los cuatro casos penales que enfrenta Trump, mientras hace campaña en la última semana antes de las elecciones que podrían llevarlo por segunda vez a la Casa Blanca. Ellos son: el caso de los documentos clasificados en el que Trump estaría involucrado en el presunto manejo indebido de documentos clasificados; el caso de subversión electoral federal, ligado a las acusaciones de interferencia electoral en las elecciones presidenciales de 2020; y el caso de interferencia electoral en Georgia, en el que Trump y varios coacusados enfrentan cargos por presuntamente intentar anular los resultados de las elecciones de 2020 en el estado.
Estos casos criminales están en curso, y no se prevé que se resuelvan antes de las elecciones de 2024.
Por eso, y en el contexto de una contienda electoral reñida con su rival demócrata, Kamala Harris, cabe la pregunta clave: ¿puede el exmandatario ser presidente incluso habiendo sido condenado por un crimen?
Los tribunales no han resuelto completamente esta cuestión, pero el consenso general es que ni una acusación ni una condena impedirán legalmente que Trump fuera elegido.
En el pasado, no solo se han presentado delincuentes convictos a cargos federales, sino que al menos uno lo hizo con cierto éxito: Eugene Debs, un candidato socialista a la Casa Blanca, a principios del siglo XX, obtuvo más de 900.000 votos en una campaña presidencial en 1920 que llevó a cabo mientras estaba encarcelado por una condena de espionaje.
La razón por la que la opinión general es que una condena no impedirá el regreso de Trump a la Casa Blanca es el argumento jurídico de que solo la Constitución establece las normas que los candidatos deben cumplir para ser presidentes.
La carta magna establece solo tres condiciones para que una persona pueda ser presidente, según el abogado constitucionalista Rafael Peñalver, consultado por CNN en Español: tiene que haber nacido en Estados Unidos, tiene que haber residido en el país al menos 14 años y tiene que tener 35 años o más.
El profesor de Derecho de la Universidad de California en Los Ángeles, Richard L. Hasen, uno de los principales expertos del país en Derecho Electoral, dijo que Trump todavía tiene un camino para servir como presidente si gana la reelección en 2024.
“La Constitución tiene muy pocos requisitos para ejercer como presidente, como tener al menos 35 años de edad. No impide que nadie acusado, condenado, o incluso encarcelado, se postule como presidente y gane la presidencia”, dijo en un correo electrónico a CNN.
¿Puede un presidente servir desde prisión? Eso está menos claro.
“Cómo alguien serviría como presidente desde la prisión es una pregunta que, felizmente, no ha sido probada”, dijo Hasen.
“Está bastante aceptado que los requisitos para ser presidente están enumerados en la Constitución”, afirmó en noviembre de 2022 en diálogo con CNN Derek Muller, profesor de Derecho Electoral en la Facultad de Derecho de la Universidad de Iowa. “Y el mero hecho de haber sido condenado por un delito no es uno de ellos, y los estados y el Congreso no pueden añadir nada a esas cualificaciones”.
“En ningún momento la Constitución dice que el haber sido convicto por un delito o haber sido encausado o estar siquiera sirviendo prisión te pueda impedir aspirar o servir como presidente”, afirma por su parte Peñalver, en lo que califica como un rasgo muy sui géneris del país norteamericano. En otras palabras, según el experto “teóricamente es factible” que una persona pueda gobernar incluso en traje naranja.
Muller, por su parte, dijo que “podría ser una barrera práctica, podría ser una barrera en la recaudación de fondos”, pero en todos los casos “son cuestiones políticas, no legales”.
¿Podría Trump perdonarse a sí mismo o desestimar el caso siendo presidente?
“No se ha probado si puede hacerlo. Es posible que la Corte Suprema tenga que opinar”, dijo Hasen, y agregó que Trump podría apelar una condena ante la Corte Suprema conservadora.
El fiscal especial Jack Smith dijo a los periodistas que buscará un “juicio rápido”, pero si Trump fuera elegido es posible que pueda descartarlo por completo.
Robert Ray, un abogado que defendió a Trump en su primer juicio político, dijo a CNN que el expresidente “controlaría el Departamento de Justicia” si fuera reelegido, y agregó que si el caso por su manejo de documentos está pendiente en ese momento, “simplemente desestimaría el caso”.
– Con información de Fredreka Schouten, Jack Forrest, Ross Levitt , Tierney Sneed, Ángela Reyes, Kara Scannell, Devan Cole y Zachary B. Wolf.