(CNN) – La investigación del fiscal especial sobre Donald Trump obtuvo una orden de registro para la cuenta de Twitter del expresidente, @realDonaldTrump, de acuerdo a una presentación judicial desclasificada recientemente.
El registro se realizó de forma tan secreta que, en un principio, se le prohibió a Twitter informarle a Trump que se había obtenido una orden de registro para su cuenta, y la empresa, ahora conocida como X, recibió una multa de US$ 350.000 por retrasarse en la presentación de los registros solicitados en la medida.
La orden de registro que obtuvo el fiscal especial Jack Smith buscaba “datos y registros relacionados” con la cuenta de Trump y, en última instancia, se permitió a la plataforma compartir cierta información sobre la orden referida al expresidente.
El equipo del fiscal especial, que ahora trabaja en el caso penal contra Trump en el Tribunal de Distrito de la ciudad de Washington sobre sus intentos para anular las elecciones presidenciales de 2020, solicitó la orden en enero de 2023.
Twitter finalmente entregó los registros, según la presentación que ahora es pública en el Tribunal de Circuito de Apelaciones de EE.UU.
La Corte no le quería dar a Trump la oportunidad de destruir pruebas
Twitter y la oficina del fiscal especial Jack Smith pasaron varios meses discutiendo la cuestión de si a Trump se le debía o no informar sobre la orden de registro.
La disputa se conoció este miércoles, cuando el Tribunal de Apelaciones del Circuito de Washington reveló una decisión que confirmaba cómo el tribunal de distrito había manejado la disputa, incluida su imposición de sanciones a la empresa, que incumplió un plazo para presentar la información durante tres días.
El tribunal de distrito, según la opinión de la Corte de Apelaciones, “encontró que había ‘motivos razonables para creer’ que revelar la orden al expresidente Trump ‘pondría seriamente en peligro la investigación en curso’ al darle ‘la oportunidad de destruir pruebas, cambiar patrones de conducta, [o] notificar a los cómplices’”.
El tribunal de distrito también concluyó que la orden de no divulgación era necesaria porque “encontró razones para creer que el expresidente ‘huiría del enjuiciamiento’”, dice una nota al pie.
“El gobierno reconoció más tarde, sin embargo, que había ‘incluido erróneamente la huida del enjuiciamiento como un fundamento en su solicitud”, dice la nota a pie de página. “El tribunal de distrito no se basó en el riesgo de fuga en su análisis final”.
La plataforma, que cambió de nombre a X en el curso de su disputa legal con los fiscales, no se opuso a entregar los registros que Smith buscaba, pero argumentó que la prohibición de informar a Trump de la orden de registro violaba la Primera Enmienda y la Ley de Comunicaciones Almacenadas, una norma que determina cómo las plataformas de Internet de terceros pueden ser obligadas a entregar los registros de los usuarios.
En el transcurso del litigio, la orden de no divulgación se modificó para permitir a Twitter “notificar al expresidente la existencia y el contenido de la orden”, pero debía ocultarse información sobre el agente del caso en la investigación.
Los fiscales cambiaron su postura para permitir cierta divulgación “debido a ‘información adicional’ sobre las investigaciones del expresidente ‘disponible públicamente’ después de que se emitiera la orden de no divulgación”, dice la sentencia.
La batalla judicial se desarrolló en secreto durante meses
En el tribunal había indicios de una batalla legal secreta entre la oficina del fiscal especial y una importante empresa tecnológica. Pero hasta la publicación este miércoles de la sentencia del Circuito de Washington, la mayor parte de la información sobre el caso estaba rodeada de secretismo.
La sentencia de apelación, redactada por la jueza de circuito Florence Pan y acompañada por las juezas de circuito J. Michelle Childs y Nina Pillard, fue emitida en julio. La versión revelada este miércoles se modificó para hacerla pública.
Dice que la oficina de Smith tuvo “dificultades” cuando intentó entregar a Twitter, por primera vez, la orden de registro y la de confidencialidad.
Pan y Childs fueron nombradas por el presidente Joe Biden; Pillard, por Barack Obama.
Los fiscales intentaron notificar a Twitter por primera vez a través de su sitio web para solicitudes legales el 17 de enero de 2023, “cuando descubrieron que el sitio web no estaba operativo”, dice la sentencia. Dos días después, los fiscales se pusieron en contacto con Twitter a través de ese mismo sitio web.
A la semana siguiente, los fiscales se pusieron en contacto con el abogado de Twitter para comprobar el estado de su cumplimiento de la orden de registro. La abogada de Twitter declaró que “no había oído nada sobre [la] orden de registro”, según indican los documentos.
La primera semana de febrero, Twitter solicitó al tribunal de distrito de Washington que anulara la orden de confidencialidad, alegando que debería poder informar a Trump sobre la orden. Un juez de distrito denegó la petición y Twitter entregó los registros el 9 de febrero.
En marzo, Twitter pidió al tribunal de apelaciones de Washington que revocara la opinión del tribunal de distrito que mantenía la orden de no divulgación. Los fiscales modificaron la orden en junio para permitir que se le facilitara cierta información a Trump.