(CNN) – El ex secretario general de la Casa Blanca, Mark Meadows, tiró los dados este lunes con su movimiento inicial en el extenso juicio por subversión electoral en el condado de Fulton: él mismo subió al estrado.
Durante aproximadamente tres horas y media este lunes, Meadows testificó sobre su trabajo en la Casa Blanca y el caótico período electoral posterior a 2020, cuando el entonces presidente Donald Trump (y actual coacusado de Meadows) intentó anular el resultado de las elecciones para mantenerse en el poder.
Meadows intentó convencer a un juez de que, como mano derecha de Trump en la Casa Blanca, sus diversos intentos de bloquear su derrota electoral de 2020 ante Joe Biden eran parte de sus deberes oficiales de Gobierno.
Lo que ocurrió en Atlanta este lunes fue impactante desde el punto de vista legal. Los acusados penales a menudo se aprovechan de su derecho constitucional y se niegan a testificar como parte de sus procedimientos legales. Y los acusados aún más inteligentes se niegan a hablar públicamente sobre su caso mientras aún está en curso.
“Es un riesgo calculado poner a un acusado en el estrado en cualquier momento, ciertamente durante las mociones previas al juicio. Y normalmente, el cálculo va en contra del acusado”, dijo este lunes J. Tom Morgan, ex fiscal de distrito del condado de DeKalb, Georgia, en el programa “Inside Politics”, de CNN. “Estoy absolutamente sorprendido de que haya subido al estrado”.
Poner a Meadows en el estrado les dio a los fiscales la oportunidad de interrogarlo sobre los eventos posteriores a las elecciones de 2020 en un entorno donde sus palabras pueden usarse tanto contra él como contra los otros acusados en el caso del condado de Fulton, sin mencionar la acusación federal del fiscal especial Jack Smith contra Trump por subversión electoral.
Meadows está interesado en sacar el caso del tribunal estatal porque argumenta que está comprendido en un reclamo de inmunidad federal que se extiende, en ciertos contextos, a personas que son procesadas o demandadas por supuesta conducta realizada en nombre del Gobierno de EE.UU. o estaba ligado a su posición federal.
La próxima decisión del juez de distrito estadounidense Steve Jones es importante para los 19 coacusados, incluido el expresidente Trump, de cuyos abogados se espera que presenten una moción similar a la de Meadows. (Uno de los abogados de Trump fue visto en el tribunal este lunes). Cuatro acusados más ya han presentado una moción para trasladar sus casos a un tribunal federal también.
Jones, designado por el expresidente Barack Obama, no se pronunció desde el tribunal al concluir la audiencia de este lunes, que duró un día, pero destacó la importancia del tema.
Cuando el abogado de Meadows dijo al final de la audiencia que su cliente tenía “derecho a una pronta determinación”, Jones respondió que probablemente se tomaría su tiempo porque cree que el fallo sentará un precedente para otros casos.
“Si no fallo antes del 6 de septiembre, entonces él debería presentarse a la lectura de cargos”, dijo Jones sobre Meadows.
El testimonio de Meadows no se anunció de antemano
Los abogados de Meadows no telegrafiaron que planeaban llamar a su cliente para testificar antes de la audiencia de este lunes, mientras que Willis había citado al secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger, quien estaba en la llamada de enero de 2021 con Trump cuando Trump le dijo que “encontrara” suficientes votos para poder ganar el estado, y varios otros involucrados en la llamada.
Una y otra vez, para reforzar su caso, Meadows relacionó sus acciones con su posición oficial.
Trató de observar personalmente la operación de comparación de firmas en el condado de Cobb, Georgia, para estar preparado cuando el presidente le preguntara al respecto, testificó Meadows. Dijo que algunos de sus contactos con funcionarios estatales se referían en parte a los fondos de ayuda para el covid, además de las discusiones impulsadas por Trump sobre la anulación de los resultados.
Meadows afirmó que algunas de sus actividades relacionadas con las elecciones se realizaron para poder asesorar efectivamente a Trump sobre la futura legislación sobre seguridad electoral, un argumento desconcertante, considerando que la presidencia de Trump estaba llegando a su fin y nunca se ha sabido que se haya preocupado mucho por el meollo de la cuestión de la elaboración de leyes.
El ex secretario general de la Casa Blanca también se exasperó un poco cuando el fiscal cuestionó por qué su papel incluiría la organización de una llamada para resolver un litigio privado. En varios momentos, dijo que no recordaba las actividades de divulgación que había realizado para establecer la llamada de Raffensperger.
“Me ocupé de la posición personal del presidente sobre varias cosas. Todavía es parte de mi trabajo asegurarme de que el presidente esté seguro y pueda realizar su trabajo”, dijo Meadows. “Para ser claros, servir al presidente de Estados Unidos es lo que hago”.
La política nunca está lejos de la Casa Blanca, dijo.
“El secretario general [de la Casa Blanca] tiene la función de garantizar que las metas y objetivos de la campaña se implementen a nivel federal”, argumentó Meadows.
El abogado de Meadows, George Terwilliger, dijo que las responsabilidades laborales son amplias porque el papel del secretario general está muy estrechamente entrelazado con las operaciones del Gobierno federal.
“Pero si dispara a un manifestante en Lafayette Park, eso obviamente estaría fuera del alcance de sus funciones”, dijo Terwilliger.
Meadows negó acusaciones
Al mismo tiempo, Meadows respondió preguntas bajo juramento sobre algunos de los cargos del fiscal de distrito del condado de Fulton contra él y otros en el caso.
Meadows cuestionó los señalamientos expuestos en la acusación y dijo que nunca ordenó al asesor de Trump en la Casa Blanca, John McEntee, que escribiera un memorando sobre una estrategia para “interrumpir y retrasar” la certificación de las elecciones por parte del Congreso el 6 de enero de 2021.
Debido a que se trataba de una audiencia previa al juicio, Meadows negaba una acusación antes de ver qué pruebas había reunido el fiscal de distrito para acusarlo de ello en primer lugar.
Se le pidió a Meadows que explicara las falsedades de Trump sobre el fraude electoral. Le preguntaron si creía que Trump había perdido Georgia y si el entonces secretario de Justicia, William Barr, le había dicho a Trump que las acusaciones de fraude electoral eran “tonterías”.
El ex secretario general trató de eludir esa pregunta, diciendo que en ese momento creía que se justificaba una “investigación adicional”, aunque “no tenía motivos para dudar de la evaluación del señor Barr” de que las acusaciones de fraude carecían de fundamento.
Dicho esto, Meadows reconoció que tenía cierto interés en el resultado cuando los fiscales le preguntaron si tenía algún interés personal en el resultado de las elecciones de 2020.
Meadows bromeó: “No puedo imaginar que fuese secretario general del presidente Biden”.