(CNN) – Rudy Giuliani perdió la demanda por difamación que dos funcionarias electorales de Georgia interpusieron en su contra, en una decisión que podría causar importantes sanciones para el exabogado de Donald Trump.
Giuliani afirmó ante la corte en las últimas semanas que ya no podía refutar que hizo declaraciones falsas y difamatorias sobre Ruby Freeman y Shaye Moss, quienes hacen parte de un grupo más amplio que demandó al abogado por difamación tras las elecciones de 2020.
Giuliani dijo que tuvo dificultades para mantener el acceso a sus registros electrónicos, en parte debido al costo, y no respondió adecuadamente a las citaciones de información de Moss y Freeman a medida que avanzaba el caso.
“Tal vez él haya calculado que sus riesgos generales de litigio se reducen al mínimo al no cumplir con sus obligaciones de descubrimiento en este caso”, escribió este miércoles la jueza Beryl Howell del Tribunal de Distrito de EE.UU. en la ciudad de Washington. “Cualquiera que sea la razón, las obligaciones son específicas de cada caso y retener el descubrimiento requerido en este caso tiene consecuencias”.
La jueza, al fallar este miércoles contra Giuliani, señaló que las funcionarias electorales podrían intentar demostrar que Giuliani pretendía, en parte, enriquecerse a partir de sus falsas afirmaciones sobre las elecciones de 2020, un argumento que podría surgir en el juicio por daños y perjuicios.
Moss y Freeman piden una indemnización no especificada por daños y perjuicios tras afirmar que sufrieron daños emocionales y de reputación, además de ver su seguridad puesta en peligro después de que Giuliani las señalara cuando hizo falsas afirmaciones de manipulación de papeletas en Georgia tras las elecciones de 2020.
Un juicio para determinar el monto de los daños se fijará para finales de este año o principios de 2024, dijo Howell este miércoles.
Los daños podrían ascender a miles, incluso millones de dólares.
Giuliani fue sancionado previamente con casi US$ 90.000 por los honorarios de los abogados de Freeman y Moss en el caso, y Howell dice que el exalcalde de Nueva York podría tener que cargar con sanciones adicionales similares.
Giuliani ha estado luchando financieramente, enterrado bajo los procedimientos legales de las elecciones de 2020, un nuevo caso criminal contra él en Georgia relacionado con los esfuerzos para anular las elecciones y otros asuntos. Se declaró inocente de los cargos penales en Georgia y salió de la cárcel bajo fianza.
En un comunicado, Moss y Freeman expresaron su gratitud por la decisión de Howell.
“Lo que pasamos después de las elecciones de 2020 fue una pesadilla viviente”, afirmaron. “Rudy Giuliani ayudó a desatar una ola de odio y amenazas que nunca podríamos haber imaginado. Nos costó nuestra sensación de seguridad y nuestra libertad para seguir con nuestras vidas. Nada puede restaurar todo lo que perdimos, pero la sentencia de hoy es otra conclusión neutral que ha confirmado lo que sabíamos desde el principio: que nunca hubo nada de cierto en ninguna de las acusaciones sobre nosotras y que no hicimos nada malo”.
El comunicado concluye: “La lucha para reconstruir nuestras reputaciones y reparar el daño causado a nuestras vidas no ha terminado”.
Ted Goodman, asesor político de Giuliani, dijo en un comunicado que la decisión de Howell era “un ejemplo paradigmático de la militarización de nuestro sistema judicial, donde el proceso es el castigo”. Goodman añadió que Giuliani fue “acusado injustamente” de no preservar sus propios registros y que deseaba que la decisión de Howell fuera revocada.
Un manto de victimización
Giuliani solo había entregado menos de 200 documentos relevantes, una sola página de comunicaciones, unas pocas respuestas legales, una “astilla” de documentos financieros necesarios y “manchas de datos indescifrables”, escribió Howell.
Giuliani había alegado que la incautación de sus dispositivos electrónicos por parte del FBI hace años había complicado su capacidad para acceder a sus archivos y que había pasado apuros por los costosos honorarios legales.
Pero Howell dijo que podría haber tomado medidas antes para conservar sus archivos en caso de que surgieran litigios en el futuro.
La jueza también señaló que, si bien Giuliani se quejó ante el tribunal de que estaba enterrado en los costos de litigio, fue capaz de obtener el reembolso de Trump por sus deudas legales electrónicas, puso a la venta su departamento en Manhattan por US$ 6,5 millones y viajó en un avión privado para presentarse en la cárcel para su procesamiento en el condado de Fulton, Georgia, la semana pasada.
Howell señaló que las décadas de experiencia de Giuliani como abogado, incluso como el principal fiscal federal en Manhattan, subrayaron sus “esfuerzos mediocres de preservación”.
“Giuliani ha presentado declaraciones con concesiones que se vuelven poco confiables ante el escrutinio y excusas diseñadas para ocultar la insuficiencia de su cumplimiento del descubrimiento. La conclusión es que Giuliani se ha negado a cumplir con sus obligaciones de descubrimiento y ha frustrado los derechos procesales de las demandantes Ruby Freeman y Wandrea’ ArShaye Moss para obtener cualquier descubrimiento significativo en este caso”, escribió Howell en un dictamen de 57 páginas.
“Ponerse un manto de victimización puede funcionar en un escenario público ante ciertas audiencias, pero en un tribunal de justicia, esta actuación solo ha servido para subvertir el proceso normal de descubrimiento en un caso de difamación directa, con la necesidad concurrente de la intervención judicial repetida”.
Declaraciones difamatorias sobre las trabajadoras electorales
A finales del mes pasado, Giuliani admitió que hizo declaraciones difamatorias sobre Freeman y Moss y que no impugnaba sus acusaciones de que las había difamado después de las elecciones de 2020.
Las declaraciones de Giuliani sobre ellas, que Freeman y Moss dicen que son falsas, incluían llamarlas conspiradoras criminales para rellenar papeletas. Giuliani también llamó la atención sobre un video de ellas después de las elecciones, que fue publicado por primera vez por la campaña de Trump y mostraba parte de una cinta de seguridad del recuento de votos en Atlanta. En las redes sociales, en su podcast y en otras emisiones, Giuliani dijo que el video mostraba maletas llenas de papeletas, cuando no captaba nada más que el procesamiento normal de papeletas, según la demanda por difamación y una investigación estatal.
Las autoridades electorales de Georgia han desmentido las acusaciones de Giuliani de fraude durante el recuento de votos.
El dúo madre-hija ha compartido cómo sus vidas se vieron afectadas por las afirmaciones de Trump y Giuliani de que eran culpables de fraude electoral.
“No hay ningún lugar en el que me sienta segura. En ningún sitio. ¿Sabes lo que se siente que el presidente de Estados Unidos te tenga en el punto de mira?”, dijo Freeman el año pasado en un video testimonio ante la comisión selecta de la Cámara de Representantes que investigó los sucesos que rodearon los disturbios del 6 de enero de 2021 en el Capitolio de Estados Unidos.
Moss dijo que su intimidad quedó destruida cuando se enteró de que Giuliani había acusado a su madre, Freeman, de pasarle una especie de unidad USB como “viales de cocaína o heroína” como parte de un elaborado plan de robo de votos, según ella. En realidad, el objeto en cuestión era un caramelo de menta. En su polémica llamada en la que pidió al secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger, que buscara votos que le ayudaran a remontar su derrota en 2020, Trump atacó a Moss 18 veces, y el expresidente llamó a Freeman “estafadora profesional de votos” y “vividora”.
“Me sentí fatal. Sentí que todo era culpa mía”, dijo Moss durante su testimonio el año pasado. “Sentí que lo era, que era culpa mía por poner a mi familia en esta situación”.
Añadió que ella y su madre tenían miedo de salir a la calle o ir al supermercado después de recibir amenazas “deseándome la muerte, diciéndome que, ya sabes, estaría en la cárcel con mi madre y diciendo cosas como: ‘Alégrate de que sea 2020 y no 1920’”.
Durante la campaña de desinformación de Giuliani sobre el voto en Georgia, el FBI recomendó a Freeman que abandonara su casa por su propia seguridad, según la demanda.