(CNN) – El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, nombró a Rustem Umerov, un tártaro de Crimea, como su próximo ministro de Defensa, en sustitución de Oleksii Reznikov, en un momento crítico para la contraofensiva ucraniana.
Umerov tendrá una abultada bandeja de entrada si el Parlamento ucraniano aprueba su nombramiento.
El cambio de liderazgo se produce cuando las relaciones de Ucrania con sus aliados y donantes entran en una nueva fase. Kyiv está tratando de acelerar el entrenamiento y despliegue de aviones de combate F-16 y adquirir una serie de otros equipos y armas de sus aliados occidentales para ayudar a impulsar su contraofensiva.
Pero el Ministerio de Defensa también está tratando de desarrollar una base autóctona de producción de armamento en colaboración con empresas de defensa occidentales, incluyendo esfuerzos para desarrollar nuevas capacidades de largo alcance que podrían utilizarse contra objetivos dentro del territorio ruso.
El Ministro de Defensa es también el principal interlocutor de Ucrania con los aliados occidentales a través del Grupo de Contacto de Defensa de Ucrania. Reznikov ha entablado relaciones con altos funcionarios estadounidenses y europeos a través del Grupo. La próxima reunión del Grupo se celebrará a finales de este mes.
Pero Umerov también tiene una amplia experiencia como negociador. Ha participado estrechamente en intercambios de prisioneros de guerra y ayudó a negociar la Iniciativa del Grano del mar Negro. En ese papel, expresó repetidamente su escepticismo ante la posibilidad de que Rusia cumpliera el acuerdo. Actualmente es presidente del Fondo de Propiedad Estatal, cuya misión es atraer inversiones a Ucrania.
Un superviviente y hombre de negocios con vínculos en el Golfo
Zelensky eligió a Umerov para el alto cargo de Defensa a pesar de que Umerov no es miembro de su partido político, el Servidor del Pueblo. En su lugar, representa a un partido liberal más pequeño, Golos, que está en la oposición.
Umerov, tártaro de Crimea, nació en 1982 en Uzbekistán, donde decenas de miles de miembros de la minoría étnica musulmana fueron deportados por Stalin en 1944. Se trasladó a Crimea de niño en los últimos días de la era soviética.
En una entrevista concedida a Forbes el año pasado, explicó que sus antecedentes personales habían influido en su papel con los prisioneros de guerra. “Sobreviví a la reinserción en mi patria histórica de Crimea. Sé lo que es la reintegración y sé lo que es la ocupación temporal. Por lo tanto, para mí no es una afirmación general lo que son los derechos humanos. Durante los últimos ocho años me he ocupado de la cuestión del intercambio de presos políticos y prisioneros de guerra. Me preocupa mucho este asunto”.
Los tártaros de Crimea han sufrido persecución y éxodo, principalmente a manos rusas, al menos desde 1783, cuando la emperatriz rusa Catalina la Grande se anexionó Crimea tras arrebatársela al imperio otomano.
Umerov es musulmán, y el año pasado declaró que “los musulmanes ucranianos luchan por la independencia y la soberanía de Ucrania”. Sus antecedentes también le han permitido desarrollar vínculos con los países del Golfo, incluida Arabia Saudita, que colaboró el año pasado en un sonado intercambio de prisioneros. Fue el funcionario ucraniano que recibió a los prisioneros de guerra a su llegada a Arabia Saudita.
En una entrevista concedida al Centro de Diálogo Humanitario de Noruega el pasado mes de octubre, Umerov recordó haber hablado con la oficina presidencial de Zelensky cuando los primeros misiles rusos aterrizaron en los alrededores de Kyiv.
“A partir de ese momento me pidieron que estableciera canales de comunicación. En aquel momento era Turquía, para que el presidente de ese país llamara al de Rusia y le preguntara qué intentaba hacer Rusia”.
También habló de los tensos meses previos al conflicto. “Empecé a preparar a los compañeros en la oficina, diciendo que teníamos que estar preparados física, mentalmente, qué había que hacer. Así que la gente debía entrenarse para empuñar armas. También expliqué a los colegas que no debían dudar porque los invasores vienen a matar”.
Umerov tiene formación empresarial, pero también ha asumido varias misiones diplomáticas y políticas. Antes de entrar en el Parlamento hace cuatro años, fundó una empresa de inversiones, ASTEM, centrada en las comunicaciones, las tecnologías de la información y las infraestructuras. La Fundación ASTEM es uno de los donantes del programa ucraniano Líderes Emergentes de la Universidad de Stanford.
Los analistas afirman que su experiencia empresarial puede ser importante a medida que se transforma la creciente maquinaria militar de Ucrania, que absorbe miles de millones de dólares de ayuda internacional y adquiere una amplia gama de equipos occidentales a medida que se alinea con los estándares de la OTAN. Sin embargo, Umerov tiene poca experiencia directa en el sector de la defensa.
Umerov también declaró a Forbes que solo Ucrania puede ganar la guerra contra Rusia. “Después de ganar la guerra, estaremos entre los que determinarán el destino de Rusia conjuntamente con nuestros socios. Ucrania debe tener el papel principal en este proceso”.
La salida de Reznikov
Umerov sustituye a Reznikov, cuyo largo mandato —estaba en el cargo desde antes de que comenzara la guerra a gran escala— se había visto perjudicado por los escándalos de contratos relacionados con el Ministerio de Defensa.
Ha habido varias investigaciones sobre corrupción en la contratación pública en el Ministerio de Defensa ucraniano, que han amenazado con eclipsar la atención prestada a la reforma del ejército de Ucrania para convertirlo en una fuerza moderna basada en tecnología y tácticas occidentales.
Aunque las acusaciones de corrupción no afectaron personalmente a Reznikov, éste reconoció que habían sido perjudiciales. La investigación también provocó cierto malestar por el reparto de la ayuda entre los socios occidentales, que suministran a Ucrania equipos y ayuda por valor de miles de millones de dólares.
A principios de este año se informó ampliamente de que Reznikov sería trasladado a otro ministerio. En febrero lo publicó en Twitter: “Gracias a todos por vuestro apoyo, así como por las críticas constructivas… Sacamos conclusiones. Continuamos las reformas. Incluso durante la guerra”.
“Hemos puesto en marcha una auditoría interna que comprueba todos los sistemas de contratación. Aún está en curso”, dijo entonces Reznikov.