(CNN) – Danilo Cavalcante lo hizo parecer algo fácil.
Con sus 1,5 metros de altura, dio la impresión de encajar perfectamente cuando se metió en el estrecho espacio entre las paredes de un patio de ejercicios en la prisión del condado Chester, Pensilvania, la mañana del 31 de agosto.
Luego, el convicto asesino ascendió como un cangrejo hasta desaparecer de la vista de una cámara de vigilancia. Cavalcante empleó la misma técnica de escalada que otro recluso ya había utilizado para escapar en mayo. Luego cruzó corriendo un tejado, escaló una valla y se abrió paso a través de alambre de púas hacia la libertad.
Durante 14 días de fuga, logró eludir a las autoridades a pesar de que lo vieron múltiples veces en el condado Chester, robó una camioneta y apareció en las casas de personas que conoció hace años a más de 32 km fuera del perímetro de búsqueda.
Pero a su huida le quedaba poco tiempo. En la madrugada de este miércoles, un pequeño ejército de agentes de seguridad estatales y federales –alertados por una alarma antirrobo que se activó poco después de la medianoche–capturaron al fugitivo que estaba armado con un rifle robado calibre .22, en una zona boscosa a unos 24 km al norte de la prisión de la que escapó. Cavalcante intentó arrastrarse entre la maleza espesa y se resistió cuando un perro policía lo mordió y lo sometió. No se hizo ningún disparo, dijo la Policía.
Vistiendo pantalones oscuros y un saco con capucha de los Eagles de Filadelfia, Cavalcante apareció en las imágenes que transmitían los medios de comunicación mientras agentes los escoltaban a la parte trasera de un vehículo blindado, con las manos entrelazadas detrás de la espalda y rodeado por más de una decena de funcionarios.
Su captura puso punto final a una intensa persecución de casi dos semanas que sembró miedo e inquietud en las afueras de los suburbios de Filadelfia y generó titulares desde Estados Unidos hasta su Brasil natal, donde a Cavalcante lo buscan por homicidio.
“Nuestra pesadilla por fin terminó y los buenos ganaron”, dijo este miércoles la fiscal de distrito del condado Chester, Deb Ryan.
Un punto de inflexión en la búsqueda desesperada
Esa pesadilla pareció empeorar este martes cuando las autoridades alertaron que Cavalcante estaba armado y era “extremadamente peligroso”, después de que robara un rifle del garaje de un hombre local, quien disparó varias veces contra el fugitivo en su huida.
En última instancia, el robo y el tiroteo pudieron haber sido un punto de inflexión en la intensa búsqueda que realizaban cientos de agentes del orden.
“Creo que simplemente está tratando de sobrevivir y evitar que lo capturen en este momento”, dijo este martes el teniente coronel de la Policía Estatal de Pensilvania, George Bivens.
Charles Lyman, propietario de una granja que fue registrada dos veces, dijo que creía que Cavalcante estuvo en su propiedad en dos ocasiones: una en un remolque para caballos y otra en una casa en un árbol.
Lyman dijo que se sustrajeron cinco barras de granola del remolque.
“Con eso consiguió un refrigerio”, dijo. “Estuvo viviendo de barras de granola por un tiempo”.
La Policía registró la granja varias veces. Lyman y otros también revisaron la propiedad frecuentemente “con armas atadas a nosotros todo el día”.
“Sin duda nos puso nerviosos”, añadió. “Fue estresante”.
En la noche de este lunes, la Policía recibió la llamada de un residente que dijo que un hombre sin camisa había entrado en su garaje y agarrado un rifle en el municipio de South Coventry en el condado Chester, a unos 32 km al norte de la prisión. El dueño de la casa disparó su pistola contra Cavalcante mientras éste se daba a la fuga. Cerca del camino de entrada se encontraron una sudadera verde y una camiseta blanca.
El rifle calibre .22 en posesión del asesino estaba equipado con una mira telescópica y una linterna, dijo la Policía.
Al menos un distrito escolar local cerró durante el día y otros mantuvieron todas las actividades escolares en lugares interiores. Se pidió a los residentes que permanecieran con sus casas cerradas. Las autoridades registraron los densos bosques, con la ayuda de drones, perros y helicópteros.
Aproximadamente a las 2 a.m. del martes, policías estatales con equipo táctico llamaron a la puerta de un residente de East Nantmeal que es dueño de una granja en el área. Él llamó a la policía después de escuchar disparos. Revisaron y limpiaron los graneros de su propiedad.
“Se aseguraron de que todo estuviera bien y así pudimos dormir un poco”, dijo el residente.
Unos 500 agentes de seguridad –incluidos miembros de la Policía Estatal de Pensilvania, la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos, el FBI y el Servicio de Alguaciles de EE.UU.–, registraron la zona donde ocurrieron los disparos. Entonces, se estableció un perímetro que se extendía varios kilómetros en cada dirección. Decenas de coches patrulla y un vehículo blindado convergieron en South Coventry Township.
“Consideramos que está desesperado. Lo consideramos peligroso”, dijo Bivens. “Sospecho que está lo suficientemente desesperado como para usar esa arma”, advirtió.
“Solo era cuestión de tiempo”
En la mañana de este miércoles, Cavalcante no tuvo oportunidad de utilizar el rifle.
Una gran ayuda para las autoridades provino de una alarma antirrobo que se activó horas antes, poco después de la medianoche, en el perímetro instalado en una franja del norte del condado.
Los equipos de búsqueda ya estaban revisando una zona cercana. Cavalcante no estaba en el lugar donde se activó la alarma, pero los agentes inmediatamente dirigieron su atención al área más próxima, dijo Bivens.
Poco antes de la 1:00 a.m., un avión de la DEA que colaboraba en la búsqueda detectó una “señal de calor”.
Los agentes convergieron en la ubicación de la fuente de calor. Sin embargo, una tormenta eléctrica obligó a los aviones policiales a abandonar el lugar. Los equipos tácticos en el terreno aseguraron firmemente “esa área más pequeña lo mejor que pudieron y la mantuvieron durante la tormenta”, dijo Bivens.
Un equipo táctico fuertemente armado, con perros de búsqueda, esperó a que pasara la tormenta y, poco después de las 8 a.m., llegó a la zona de la señal de calor.
“Pudieron moverse muy silenciosamente y tuvieron el elemento sorpresa”, relató Bivens. “Cavalcante no se dio cuenta de que estaba rodeado hasta que eso ocurrió”.
El recluso intentó “gatear entre la espesa maleza, llevándose su rifle mientras avanzaba”, dijo Bivens.
Debió haberse dado cuenta de que el final estaba cerca, pero hizo un último intento por escapar.
Un perro K-9 de la Unidad Táctica de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos mordió y sometió a Cavalcante, quien “siguió resistiendo” y fue “detenido por la fuerza”, según Bivens. El rifle robado estaba cerca.
Los agentes cortaron la sudadera con unas tijeras y examinaron el tatuaje en la espalda del recluso ensangrentado, que fue mordido en el cuero cabelludo por el perro.
“Estaba desesperado y era solo cuestión de tiempo”, dijo el gobernador de Pensilvania, John Shapiro.
A las 8:18 a. m., un despachador del condado Chester dijo que tenían a su hombre.
“La sala de radio, el gobierno del condado de Chester y las otras agencias que trabajan en la fuga del prisionero están orgullosos de anunciar que el sujeto está bajo custodia. Repito: el sujeto está bajo custodia”.
Una alerta informó a los ansiosos residentes: “La búsqueda de Danilo Cavalcante ha terminado”.
Dakin Andone, Danny Freeman, Lauren Mascarenhas, Nouran Salahieh, Aditi Sangal, Sabrina Shulman, Jessica Xing, Kristina Sgueglia, Celina Tebor, Brian Todd, Caroll Alvarado y Aaron Cooper, todos de CNN, contribuyeron a este informe.