(CNN) – Libia se apresura a enterrar a sus muertos mientras los cadáveres se amontonan en las calles de Derna, la ciudad costera del norte devastada por las inundaciones después de que un aguacero torrencial destrozara dos represas, arrastrando casas al mar.
Las morgues están llenas en los hospitales que permanecen fuera de servicio a pesar de la desesperada necesidad de tratar a los sobrevivientes de un desastre que hasta ahora ha matado al menos a 5.000 personas, según el personal del hospital y funcionarios del gobierno respaldado por el parlamento oriental de Libia.
Alrededor de 10.000 personas más están desaparecidas, potencialmente arrastrados al mar o enterrados bajo los escombros esparcidos por toda la ciudad que alguna vez fue el hogar de más de 100.000 personas, dicen las autoridades.
Los equipos de emergencia están buscando entre montones de escombros sobrevivientes y cadáveres, mientras los funcionarios intentan honrar las creencias islámicas de que los muertos deben recibir ritos de entierro dentro de tres días.
“El Comité de Mártires (ha sido creado para) identificar a las personas desaparecidas e implementar procedimientos para su identificación y entierro de acuerdo con la Sharia y las leyes y estándares legales”, dijo el ministro de Estado de Libia para Asuntos del Gabinete, Adel Juma.
La destrucción causada por la tormenta Daniel ha hecho que una misión gigantesca sea aún más difícil para los rescatistas que intentan limpiar caminos y escombros para encontrar sobrevivientes.
La tormenta afectó las comunicaciones, frustró los esfuerzos de rescate y provocó ansiedad entre los familiares fuera de Libia que esperan noticias de sus seres queridos desaparecidos.
Ayah, una mujer palestina con primos en Derna, dijo que no ha podido contactarlos desde las inundaciones.
“Estoy realmente preocupada por ellos. Tengo dos primos que viven en Derna. Parece que todas las comunicaciones están caídas y no sé si están activas en este momento. Es muy aterrador ver los vídeos que salen de Derna. Todos estamos aterrorizados”, dijo a CNN.
Libia se vio convulsionada por el levantamiento de 2011 contra el régimen de Muamar Gadafi y desgarrada por la guerra civil. La magnitud de la destrucción subraya la vulnerabilidad de un país que durante años se ha enfrentado a facciones enfrentadas y al caos.
El Gobierno de Unidad Nacional (GUN), respaldado por la ONU y dirigido por Abdulhamid Dbeibeh, tiene su sede en Trípoli, en el noroeste de Libia, mientras que su rival oriental está controlado por el comandante Jalifa Haftar y su Ejército Nacional Libio (ENL), que apoyan al Parlamento con sede en el este dirigido por Osama Hamad.
Derna, situada a unos 300 kilómetros al este de Bengasi, está bajo el control de Haftar y su administración oriental.
Libia no estaba preparada para tal catástrofe
La tormenta Daniel parece haber creado una de las inundaciones más mortíferas jamás registradas en el norte de África.
El muy fuerte sistema de baja presión se desplazó hacia el Mediterráneo antes de convertirse en un ciclón de tipo tropical y cruzar la costa de Libia. Daniel también provocó inundaciones sin precedentes en Grecia la semana pasada, donde el número de muertos fue mucho menor.
La tormenta mortal llega en un año sin precedentes de desastres climáticos y condiciones climáticas extremas sin precedentes, desde devastadores incendios forestales hasta un calor opresivo.
Si bien las inundaciones afectaron a varias ciudades de la región, Derna sufrió los mayores daños después del colapso de dos represas, arrastrando barrios enteros al mar agitado.
“Libia no estaba preparada para una catástrofe como esa”, afirmó Osama Aly, portavoz del servicio de emergencias y ambulancias.
Países y organizaciones envían ayuda
El Comité Internacional de Rescate (IRC) dijo que el país enfrenta “una crisis humanitaria sin precedentes”.
Ciaran Donelly, vicepresidente senior de respuesta a crisis del IRC, dijo que el comité está llevando a cabo una evaluación conjunta de las necesidades para apoyar a los afectados por las inundaciones, al mismo tiempo que pide ayuda a la comunidad internacional.
“Debemos recordar que Libia no es sólo un país en crisis; también es una puerta de entrada para las personas que se desplazan hacia Europa”, afirmó. “El IRC ha estado trabajando incansablemente desde 2016 para brindar atención médica y protección esenciales a los libios, refugiados y migrantes vulnerables afectados por esta crisis prolongada”.
Un avión turco que transportaba ayuda humanitaria llegó a Libia este martes, según la Autoridad de Gestión de Emergencias de Turquía (AFAD). El presidente Recep Tayyip Erdogan dijo que el país enviaría 168 equipos de búsqueda y rescate y ayuda humanitaria a Bengasi, según la agencia de noticias estatal Anadoulu Agency.
Italia enviará un equipo de defensa civil para ayudar en las operaciones de rescate, dijo el martes el Departamento de Protección Civil del país.
Mientras tanto, la embajada de Estados Unidos en Trípoli anunció que su enviado especial, el embajador Richard Norland, había hecho una declaración oficial de necesidad humanitaria.
Esto “autorizará la financiación inicial que Estados Unidos proporcionará en apoyo de los esfuerzos de socorro en Libia. Estamos coordinando con socios de la ONU y autoridades libias para evaluar la mejor manera de orientar la asistencia oficial de Estados Unidos”, publicó en X (formalmente conocido como Twitter).
El presidente de los Emiratos Árabes Unidos, Zayed Al Nahyan, también ordenó el envío de ayuda y equipos de búsqueda y rescate, al tiempo que ofreció sus condolencias a los afectados por la catástrofe, informó la agencia estatal de noticias.
– Hamdi Alkhshali, Mostafa Salem, Kareem El Damanhoury, Celine Alkhaldi, Mostafa Salem, Mohammed Tawfeeq y AnneClaire Stapleton contribuyeron a este informe.