(CNN) – El Gobierno de Biden considera la posibilidad de aumentar el número de refugiados que podrían ser admitidos en Estados Unidos el año próximo, según una fuente familiarizada con el tema.
La inmigración es un tema políticamente delicado para el presidente Joe Biden, pero la admisión de refugiados en EE.UU. suele contar con un acuerdo bipartidista. Es probable que esta semana la cuestión vuelva a estar en primer plano cuando Biden se dirija a los líderes mundiales en la Asamblea General de las Naciones Unidas y reafirme su liderazgo en la escena mundial, donde Estados Unidos ha encabezado históricamente la aceptación de refugiados.
El límite máximo de refugiados dicta cuántos de ellos pueden ser admitidos en EE.UU., pero el Gobierno no está obligado a alcanzar esa cifra. El año pasado, Biden fijó la cifra en 125.000 refugiados. Las autoridades no alcanzarán ese objetivo, pero el reciente aumento de las admisiones ha renovado el optimismo en el programa entre los defensores de los refugiados.
Las fuentes advirtieron que es probable que el Gobierno mantenga el tope de 125.000 refugiados en el próximo año fiscal, pero aun así, acercarse a esa meta en los próximos meses marcaría un hito significativo.
“El próximo año fiscal se presenta como la transición de la aspiración a un objetivo a una expectativa realista”, declaró Krish O’Mara Vignarajah, presidente y CEO del Servicio Luterano de Inmigración y Refugiados, una organización de reasentamiento de refugiados.
Durante años, Estados Unidos superó a otros países en la cifra de admisión de refugiados, permitiendo la entrada de millones de personas desde la Ley de Refugiados de 1980. Pero el programa sufrió un duro golpe bajo el mandato del expresidente Donald Trump, que recortó drásticamente el número de refugiados autorizados a entrar en EE.UU., y durante la pandemia de covid-19, que provocó una suspensión temporal de los programas de reasentamiento.
En una declaración con motivo del Día Mundial del Refugiado de este año, Biden subrayó los esfuerzos de su Gobierno para reconstruir el programa de admisión de refugiados y dijo que Estados Unidos planeaba dar la bienvenida a 125.000 refugiados el próximo año.
“Acoger a refugiados forma parte de lo que somos como estadounidenses: nuestra nación fue fundada por quienes huían de la persecución religiosa. Cuando tomamos medidas para ayudar a los refugiados de todo el mundo, y los incluimos, honramos este pasado y somos más fuertes por ello”, dijo Biden.
El límite de refugiados debe consultarse con el Congreso antes de que finalice el año fiscal. Se espera que altos funcionarios del Gobierno se reúnan con los legisladores a finales de mes, según otra fuente familiarizada.
“El Departamento de Estado comparte la visión del presidente de un programa estadounidense de reasentamiento de refugiados que refleje la generosidad y los valores fundamentales de Estados Unidos. No tenemos nada que compartir en este momento sobre la Determinación Presidencial del Año Fiscal 2024 sobre Admisión de Refugiados”, dijo un portavoz del Departamento de Estado en un comunicado.
En sus primeros meses en el cargo, Biden elevó el límite máximo a 62.500 tras las rápidas críticas recibidas por el plan inicial del Gobierno de mantener el límite más bajo de la era Trump. Más tarde, elevó el tope a 125.000, lo que está en línea con un compromiso que hizo en un discurso de política exterior en el Departamento de Estado en 2021.
El proceso de admisión de refugiados es arduo y puede tardar años en completarse. Al 31 de agosto, EE.UU. había admitido a 51.231 refugiados, según los últimos datos federales. Aunque lejos del techo de 125.000, las admisiones desde el pasado octubre son más del doble de las de todo el año fiscal 2022.
“Solo en los últimos 11 meses, más personas han encontrado seguridad en suelo estadounidense a través de esta vía que en los tres años fiscales anteriores juntos”, dijo O’Mara Vignarajah, refiriéndose al programa de admisión de refugiados.
Según la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), hay más de 35 millones de refugiados a nivel mundial.
Los defensores de los refugiados atribuyen este repunte a los esfuerzos del gobierno de EE.UU. por resolver los cuellos de botella del sistema, así como a un nuevo programa que permite a grupos de ciudadanos particulares patrocinar a refugiados de todo el mundo.
Erol Kekic, vicepresidente sénior de programas en Church World Service, una organización de reasentamiento de refugiados, describió los aumentos mensuales graduales en las admisiones como una “señal alentadora”.
“Todo ello combinados ha generado realmente muchas cifras nuevas que no se habrían podido alcanzar sin algunos de estos cambios”, dijo Kekic.
Pero aunque las agencias de reasentamiento acogen con satisfacción el aumento de las admisiones de refugiados, persisten problemas como la obtención de viviendas asequibles para los que llegan.
“Sigue siendo un reto para las agencias de reasentamiento, sobre todo por la crisis de vivienda accesible en el país”, dijo Hans Van de Weerd, vicepresidente sénior de Reasentamiento, Asilo e Integración del Comité Internacional de Rescate.
“Incluso en los lugares donde tenemos nuevas oficinas, la vivienda asequible suele ser muy, muy difícil de hallar. Es un problema para los estadounidenses, pero también para los refugiados”, añadió.
Mark Hetfield, Presidente y CEO de HIAS, una organización de reasentamiento, se sumó a la inquietud general por el tema.
“Definitivamente, todos podemos hacer más, pero estamos limitados por el problema del acceso a la vivienda, así que tenemos que encontrar soluciones más creativas”, afirmó.