Londres (CNN) – Uno de los aliados más cercanos y contundentes de Ucrania afirma que dejará de enviar armas a Kyiv. Se trata de un cambio radical que amenaza con alterar la relación estratégica de Europa con el país, en plena contraofensiva ante los ataques rusos.
La decisión de Polonia fue tan repentina como previsible, y se produce tras meses de tensiones por la prohibición temporal de importar grano ucraniano a varios países de la Unión Europea.
También sigue una pauta de creciente confrontación con Kyiv por parte del gobierno de Polonia, a pocas semanas de unas reñidas elecciones generales.
Y podría tener implicaciones para los intentos de Ucrania de expulsar a las fuerzas rusas de las regiones meridionales del país, en un asalto en curso que ha ido avanzando lenta y penosamente.
Esto es lo que hay que saber:
¿Qué anunció Polonia?
“Ya no transferimos armas a Ucrania porque ahora estamos armando a Polonia”, dijo el primer ministro de ese país, Mateusz Morawiecki, en una contundente declaración en las redes sociales este miércoles.
Morawiecki añadió en una entrevista televisiva que Polonia se centrará ahora en suministrar “las armas más modernas” para sus propios fines, informó la agencia estatal de noticias PAP. “Si quieres defenderte tienes que tener algo con lo que defenderte”, dijo.
Esto marca un cambio importante en su política. En primavera, Polonia se convirtió en el primer país de la OTAN en enviar aviones de combate a Ucrania meses antes que Estados Unidos, que no accedió hasta el mes pasado a aprobar la transferencia de aviones F-16, a la espera de que las fuerzas ucranianas completaran su entrenamiento.
También envió anteriormente más de 200 tanques de estilo soviético a Ucrania, y la mayor parte del material militar occidental y otros suministros llegan a las fuerzas ucranianas atravesando territorio polaco.
Polonia solo suministrará ahora a Kyiv las municiones y armas acordadas antes de que Varsovia tomara la decisión de suspender los envíos, declaró este jueves el portavoz del Gobierno, Piotr Muller, según PAP.
Muller subrayó que Ucrania ha hecho una serie de “declaraciones y gestos diplomáticos absolutamente inaceptables” y que “Polonia no acepta este tipo de acciones injustificadas”, informó PAP.
Al parecer, Ucrania intentó suavizar las diferencias este jueves. El ministro de Política Agraria de Kyiv dijo que había hablado con su homólogo polaco y emitió un comunicado en el que afirmaba que ambos “discutieron la situación y la propuesta de Ucrania para resolverla, y acordaron encontrar una solución que tenga en cuenta los intereses de ambos países”.
También acordó establecer un sistema de comercio de grano con Eslovaquia que permitiría levantar la prohibición de importar grano ucraniano, según informó el jueves el Ministerio de Agricultura de Eslovaquia.
¿Cómo llegamos hasta aquí?
La prohibición de importar grano ucraniano, impuesta inicialmente a principios de año por varios países de la Unión Europea para proteger a los agricultores locales, preocupados por los bajos precios, lleva meses generando presiones.
La semana pasada, la Unión Europea anunció su intención de suspender la norma. Pero tres países, Polonia, Hungría y Eslovaquia, manifestaron su intención de desafiar el cambio y mantener las restricciones. Esto provocó las protestas de Ucrania, que esta semana presentó demandas contra los tres países por este asunto.
Ucrania, a menudo llamada el “granero de Europa” por las enormes cantidades de grano que produce, vio sus puertos del mar Negro bloqueados por Rusia tras su invasión a gran escala en febrero de 2022.
Ante el temor de que la situación “amenazara la seguridad alimentaria mundial”, la Comisión Europea estableció en mayo lo que denominó “carriles de solidaridad” para facilitar las exportaciones, y eliminó temporalmente todos los derechos y cuotas sobre las exportaciones ucranianas, lo que permitió que un exceso de grano ucraniano barato fluyera hacia el continente.
Las molestias en Polonia han estado latentes desde la primavera, cuando los agricultores protagonizaron manifestaciones contra las medidas. Pero volvieron a estallar en los últimos días, tras la decisión de las tres naciones de ignorar la eliminación de la prohibición.
Este miércoles, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, arremetió contra el trío y declaró ante la Asamblea General de la ONU en Nueva York que “es alarmante ver cómo algunos de nuestros amigos en Europa juegan a la solidaridad en un teatro político, haciendo un thriller del grano”.
Zelensky añadió que las naciones implicadas “pueden parecer que interpretan su propio papel, pero en realidad están ayudando a preparar el escenario a un actor moscovita”. Sus comentarios provocaron la condena inmediata de Polonia, cuyo Ministerio de Relaciones Exteriores convocó al embajador de Ucrania para transmitirle su “enérgica protesta”.
Se avecinan unas elecciones reñidas
La respuesta inicial de Polonia a la guerra de Rusia en Ucrania le valió a su gobierno populista una rara oleada de buena voluntad por parte de toda Europa, y lo convirtió en uno de los principales actores de la respuesta occidental a la agresión rusa.
El país ha acogido a más de 1,5 millones de refugiados ucranianos y ha permitido que 15 millones cruzaran sus fronteras huyendo del conflicto. Los dos países compartían un recelo de décadas hacia Moscú y Varsovia había advertido durante años de los peligros de comprar energía rusa, lo que forjó su relación en las fases iniciales de la guerra.
Pero la tensión se ha recrudecido en los últimos meses, exacerbada por unas elecciones cruciales. El partido populista gobernante en Polonia, Ley y Justicia (PiS), se prepara para una votación el 15 de octubre que, según los sondeos, podría suponer la pérdida de su mayoría parlamentaria. La situación es especialmente difícil en las regiones rurales del este de Polonia, donde la agricultura es un importante pilar económico.
El PiS está perdiendo una parte de su base de votantes típica a favor del partido Confederación, un grupo históricamente de ultraderecha que se ha manifestado en contra de los costos de la ayuda militar de Varsovia a Kyiv y se ha quejado de que la difícil situación de Ucrania se ha convertido en una prioridad mayor para el gobierno que la de los polacos.
En respuesta, el PiS parece haber moderado su apoyo a Kyiv en los últimos meses y se ha mostrado dispuesto a adoptar una postura más combativa. En agosto, Varsovia convocó al embajador de Ucrania en Polonia después de que un asesor polaco de política exterior acusara a Kyiv de ser desagradecido por el apoyo de Polonia a la exportación de su grano.
¿Qué significa esto para la guerra?
De no hallarse una solución, a Kyiv le preocupará que la decisión de Polonia de dejar de enviar armas repercuta en toda Europa.
Polonia ha sido una de las naciones más dispuestas a reforzar el arsenal de Kyiv desde los primeros días de la guerra a gran escala, y ha mostrado su voluntad de presionar a otras potencias europeas y a Estados Unidos para que cooperen.
En enero, cuando Alemania se debatía entre suministrar o no tanques de combate Leopard 2 a las tropas de Kyiv, Polonia asumió un papel de liderazgo en la formación de una coalición europea que diera a Berlín suficiente margen para actuar.
Durante días, los funcionarios polacos expresaron en público y en privado su deseo de llevar los vehículos de combate de alta tecnología al frente de batalla, e insistieron en que lo harían independientemente de que otros países los siguieran en el esfuerzo o no.
Kyiv y sus aliados temen que si Varsovia adopta una nueva actitud ante futuros envíos de armas, otros países europeos indecisos se sentirán menos presionados para donar también suministros.
La urgencia de la guerra para Polonia también ha disminuido a lo largo del año. Los polacos llevaban tiempo advirtiendo de que su país estaba en el punto de mira de los designios imperiales de Rusia, y la invasión de Moscú avivó los temores de que Polonia fuera un objetivo futuro.
Pero ahora que la guerra está atascada en el este de Ucrania y que el ejército de Moscú sufre graves deficiencias de personal y liderazgo, las perspectivas de que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ataque a un país de la OTAN como Polonia parecen escasas.
Mientras tanto, la contraofensiva ucraniana en curso se ha beneficiado del apoyo y los suministros occidentales, pero Kyiv ha presionado para conseguir más para superar lo que probablemente será un conflicto largo y obstinado. Le preocupará que la decisión de Polonia pueda causar un efecto dominó que ponga en peligro futuros envíos.
– Antonia Mortensen, Sharon Braithwaite, Radina Gigova, Mitchell McCluskey, Mariya Knight, Olga Voitovych y Tim Lister de CNN contribuyeron con este reportaje.