Roma (CNN) – El jefe de la mafia siciliana Matteo Messina Denaro, considerado ampliamente como el último padrino de su clase, fue enterrado este miércoles en un funeral privado en Castelvetrano, Sicilia. Pero no será el último líder de la organización mafiosa más famosa de Italia.
Messina probablemente será recordado por su sangriento legado: fue condenado in absentia a 20 cadenas perpetuas por los asesinatos de 26 personas.
Entre sus víctimas figura Nicola Consales, administrador de un hotel de playa en Sicilia y a quien Messina Denaro asesinó después de que coqueteara con una joven sobre la que el mafioso había puesto sus ojos. Messina fue condenado por este asesinato.
También estuvo Antonella Bonomo, la mujer embarazada de un jefe rival que se interpuso en su camino. Y Giuseppe Di Matteo, el hijo de 12 años de un traidor que fue retenido como rehén y torturado durante 779 días antes de ser disuelto en ácido. Y los magistrados antimafia Paolo Borsellino y Giovanni Falcone, volados con coches bomba con 57 días de diferencia.
Sin embargo, cuando Messina Denaro – alias “Diabolik” – fue enterrado en el elaborado mausoleo de mármol de la familia, los únicos nombres que se mencionaron fueron los de posibles sucesores.
Los investigadores antimafia italianos coinciden en cuatro o cinco posibles nombres: Giovanni Motisi, un capo de Palermo de 64 años apodado “u pacchiuni” o el “gordo” – quien fue sicario del difunto “jefe de jefes” Toto Riina – encabeza la lista. Lleva escondido desde 1998 tras ser condenado por una serie de asesinatos, entre ellos el de dos policías.
También se menciona a Stefano Fidanzati, un capo de la droga de 70 años, que el exfiscal antimafia Pietro Grasso sugiere que tiene muchas posibilidades de conseguir el puesto, y a Giuseppe Auteri, de 49 años, conocido como “Vassoio” o “Bandeja”, que fue un estrecho colaborador de Messina Denaro durante años mientras éste estaba escondido.
“Con la muerte de Matteo Messina Denaro termina una vida llena de violencia, tramas y misterios”, declaró Grasso a CNN. “También termina una era de la Cosa Nostra, pero no la Cosa Nostra en sí… La Cosa Nostra cambia, evoluciona, se transforma, pero sigue siendo el principal obstáculo para una Sicilia y para una Italia libres del yugo de la violencia, el chantaje y la pobreza”.
Antes de Messina, Salvatore “Toto” Riina dirigió la época más sangrienta de la historia de la Mafia siciliana, y eligió a Messina Denaro para llevar a cabo algunos de sus crímenes más sangrientos, incluido el asesinato de los magistrados antimafia.
Fue esa trayectoria la que llevó a Messina Denaro a la cima en 2016. Pero el cáncer condujo a su detención en una clínica privada de Palermo en enero de 2023 lo que acabó por llevarlo a la tumba.
Se le niega un funeral público
Como todos los jefes de la mafia en Italia, a Messina Denaro se le negó un funeral público, pero fue él quien rehuyó la Iglesia, al escribir una vez en una nota codificada que quería rechazar “toda celebración religiosa porque está formada por hombres impuros que viven en el odio y el pecado”, según el dossier de sus pertenencias recogido por la unidad antimafia italiana.
Messina Denaro, a pesar de su historial de asesinatos, se mostró muy crítico con la Iglesia católica por el escándalo de los abusos sexuales cometidos por clérigos.
“No son los que se proclaman soldados de Dios los que pueden decidir y ejecutar mi cuerpo sin vida”, decía la nota que la unidad encontró en su escondite de Campobello di Mazara. “Dios será mi juez”.
Después de que la autopsia revelara que murió por “causas naturales” relacionadas con su lucha contra el cáncer de colon, su féretro fue trasladado en una camioneta blindada de la Policía desde los Abruzos, donde murió, hasta Calabria, donde cruzó el estrecho en ferry. Una vez en Sicilia, su cuerpo fue trasladado a un ataúd de cedro que, al parecer, pidió en sus últimas voluntades, y después a un coche fúnebre con amplias ventanas.
Poco después de las 8 de la mañana de este miércoles, el coche fúnebre fue escoltado por las callejuelas de su ciudad natal para evitar cualquier apariencia de procesión, pero los curiosos se alinearon en las calles que llevan al cementerio, y sacaban fotos como si fuera una celebridad.
La Policía prohibió la entrada al cementerio a toda persona que no fuera familiar directo y bloqueó todas las entradas a las 6 de la mañana de este miércoles, aunque había flores a lo largo de la carretera.
En la capilla familiar, su cuerpo fue enterrado junto al de su padre, el mafioso Don Ciccio Messina Denaro.
Era la misma capilla en la que la Policía colocó micrófonos ocultos cuando el joven Messina Denaro se escondió, ya que la familia y sus socios podrían sentirse seguros hablando de negocios allí. SIn embargo, los familiares descubrieron más tarde los cables sueltos de los dispositivos de escucha y denunciaron el micrófono a la Policía, según un informe policial del incidente.
El entierro privado duró una hora y la Policía mantuvo el cementerio cerrado y vigilado todo el día.