Nota del editor: Mari Rodríguez Ichaso ha sido colaboradora de la revista Vanidades durante varias décadas. Especialista en moda, viajes, gastronomía, arte, arquitectura y entretenimiento. Productora de cine. Columnista de estilo de CNN en Español. Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivamente suyas. Lee más artículos de opinión en cnne.com/opinion
(CNN Español) – La moda —la sigamos o no— es un fenómeno cultural —y de enorme influencia económica— en constante evolución, que refleja las tendencias de una sociedad en un momento dado. Y es muy curioso observarla.
En los últimos años, hemos sido testigos de un aumento por la moda rara, extravagante, con diseños superaudaces, colores llamativos y piezas que desafían las normas. Sin embargo, en medio de esta extravagancia, también (aunque poco a poco) hemos visto un resurgimiento de la moda más clásica, nada alocada y que perdura de una temporada a otra.
La moda extravagante ha ganado popularidad en los últimos años gracias a diseñadores muy innovadores, que han desafiado los límites tradicionales. Prendas con cortes asimétricos, mezclas de colores sorprendentes y materiales inusuales se han convertido en el sello de esta tendencia. Celebridades, influencers y amantes de la moda han adoptado estos estilos, ¡lo que ha llevado a una revolución en la industria!
Quizás una de las razones detrás de esto es la búsqueda de individualidad y expresión personal. En un mundo cada vez más diverso, la moda extravagante permite a las personas destacar sus diferencias. Las redes sociales desempeñan un papel muy importante en la difusión de estas tendencias, ya que en ellas las personas comparten sus atuendos, incluso los más locos, y se convierten en influencers de la moda, que inspiran a otros a experimentar con su estilo.
Sin embargo, a medida que la moda extravagante se ha apoderado de las pasarelas y las redes sociales (para mi gusto con mucha exageración), también ha surgido una nostalgia por la moda clásica. ¡Y por el llamado “lujo callado”, del que he escrito antes!
Los acaba de presentar para la colección primavera verano 2024 la marca Saint Laurent en París con diseños clásicos, pero elegantes, que traen un momento de armonía con sus creaciones icónicas (como el Safari look) ¡para hacernos olvidar miles de diseños locos y extravagantes! Y, curiosamente, estos modelos clásicos —pero de gran calidad y un sutil giro moderno— son los de más popularidad y ventas, creados para un estilo de vida sereno, en contraposición a un mundo muy complicado y poco safe.
Las prendas y estilos que evocan épocas pasadas, como los trajes de corte impecable de la década de 1950 (de Dior o Balenciaga) o los vestidos elegantes de los años 60 de Yves Saint Laurent, han comenzado a recuperar su lugar en el mundo de la moda. Y esta vuelta a lo clásico puede entenderse como una reacción “al exceso de esas cosas feísimas y extravagantes que no son moda”, tal como me comentó recientemente mi amiga, la icónica diseñadora Carolina Herrera. ¡Es lógico!
La moda clásica tiene sus raíces en la elegancia, la buena calidad y la simplicidad. Se caracteriza por prendas que no pasan de moda fácilmente. Los trajes a la medida, las camisas blancas impecables y los vestidos negros sencillos (el LBD o “little black dress”) son ejemplos clásicos que han resistido el paso del tiempo. Esta moda busca la sofisticación y la durabilidad, en contraste con la gran fugacidad de las tendencias extravagantes.
La elección entre la moda extravagante y la clásica a menudo refleja la personalidad y el estado de ánimo de una persona. Algunos días podemos optar por expresarnos a través de atuendos extravagantes que llaman la atención y reflejan nuestra creatividad. Otros días preferimos la comodidad y la elegancia de la moda clásica, que nos hace sentir seguros y sofisticados. Pero es cuestión de personalidades.
Muchos diseñadores (como hizo Karl Lagerfeld en Chanel) a veces han fusionado ambos estilos, que combinan lo extravagante con lo clásico. Son audaces igual que conservadores. Esto muestra cómo la moda es como un canvas, un lienzo en blanco que permite mucha experimentación y gran creatividad.
Resumiendo: en la moda existe constante evolución y abarca gran cantidad de estilos y tendencias. La moda extravagante ha capturado la imaginación de muchas personas que buscan expresar su individualidad, mientras que la moda clásica ha experimentado un resurgimiento en busca de una imagen con sutil elegancia y durabilidad. La elección entre ambas tendencias depende de la personalidad y el estado de ánimo de cada individuo, y la moda contemporánea ofrece la libertad de explorar ambos mundos de manera creativa. Al fin y al cabo la moda es una forma poderosa de expresión personal, que nos permite comunicar quiénes somos y cómo nos sentimos en un momento dado.