Nueva York (CNN) – Cuando una guerra estalla, las empresas de defensa suelen ganar dinero. Eso significa que las acciones aeroespaciales y de defensa tienden a subir durante los disturbios geopolíticos.
Inmediatamente después de que iniciara la guerra entre Israel y Hamas, las acciones de los contratistas militares se dispararon, ya que tanto los inversores institucionales como los minoristas compraron, según una investigación de VandaTrack.
El ETF iShares U.S. Aerospace & Defense, que incluye empresas como Raytheon, Lockheed Martin, Boeing, General Dynamics y Northrop Grumman, ha subido alrededor de un 7% desde los ataques iniciales contra Israel a principios de este mes.
¿Qué está ocurriendo?
En una reciente presentación de resultados, los ejecutivos de Lockheed Martin destacaron los conflictos de Israel y Ucrania como posibles motores de un aumento de los ingresos en los próximos años.
“A largo plazo hay algunas cosas que están cambiando significativamente. Una de ellas es el entorno global de amenazas y las situaciones geopolíticas cada vez más preocupantes y desafiantes”, dijo Jim Taiclet, presidente y CEO de Lockheed Martin Corporation este martes. “Eso está volviendo a centrar a EE.UU. y desde luego a nuestros aliados de todo el mundo en la defensa nacional de manera creciente”.
Algunos titanes de Wall Street también están preocupados por la posibilidad de que el conflicto se amplíe más allá de Israel y Hamas. El CEO de JPMorgan Chase, Jamie Dimon, dijo a los inversores el viernes que “ahora puede ser el momento más peligroso que el mundo ha vivido en décadas”. La guerra entre Israel y Hamas y la guerra en Ucrania, dijo, “pueden tener impactos de gran alcance en los mercados de energía y alimentos, el comercio mundial y las relaciones geopolíticas”.
Sam Stovall, estratega jefe de inversiones de CFRA, también señaló que ha habido varios casos de conflicto en Medio Oriente “que desencadenaron o exacerbaron recesiones y mercados bajistas en EE.UU., como la Guerra del Yom Kippur en 1973 y la invasión de Kuwait por Iraq en 1990”.
Fuertes ganancias, poco sostenidas
A pesar del reciente crecimiento de los precios de las acciones, los valores de defensa se han enfrentado a un año difícil. Lo que está haciendo las cosas especialmente difíciles para los contratistas de defensa es que el presupuesto propuesto por el presidente Joe Biden, que incluye un aumento del 4% en el gasto de defensa hasta US$ 814.000 millones, sigue en el limbo, ya que el Congreso debe actuar antes del 17 de noviembre para aprobar un proyecto de ley de asignaciones u otra resolución continua para evitar un cierre del gobierno. En lo que va de 2023, el índice aeroespacial y de defensa S&P 500 ha perdido cerca de un 8,5%, incluso con las recientes ganancias.
E incluso las últimas ganancias podrían durar poco. Las acciones de defensa suelen subir tras los conflictos militares, pero pronto pierden esas ganancias.
Tras la invasión rusa de Ucrania, el ETF de defensa iShares subió un 5%, y las acciones de Lockheed Martin y Northrop Grumman saltaron cerca de un 20%. Pero en seis meses, estas acciones revirtieron, perdiendo la mayor parte de sus ganancias.
“Si la guerra se limita a Israel y los palestinos, es probable que los mercados se olviden de ella al cabo de unos días”, afirma Raffi Boyadjian, analista de XM. Un aumento significativo del presupuesto de defensa de EE.UU. podría impulsar una subida sostenida, dijo, pero eso es poco probable debido a los desafíos del Congreso y el alcance limitado del conflicto entre Israel y Hamas.
Mientras tanto, los inversores parecen tranquilos. El rendimiento del bono del Tesoro a 10 años se acercó este martes a su nivel más alto en 16 años. Normalmente, los tipos bajan durante los conflictos prolongados, ya que los inversores optan por activos más seguros. La estabilidad de los futuros del crudo sugiere que los inversores no prevén que el conflicto se extienda a los países ricos en petróleo.