(CNN Español) – La campaña de bombardeo aéreo de Israel sobre Gaza no ha cesado desde el ataque terrorista perpetrado por Hamas el 7 de octubre, que dejó un saldo de más de 1.400 muertos en el sur de Israel y llevó a un nuevo conflicto armado en la región.
Al momento, más de 10.500 palestinos, en su mayoría mujeres y niños, han muerto en estos ataques de represalia contra la organización islámica Hamas, según el Ministerio de Salud palestino.
El brutal asalto perpetrado por Hamas contra localidades en el sur de Israel, atacando especialmente a los civiles y tomando unos 250 rehenes, ha sido catalogado de terrorismo por gran parte de la comunidad internacional.
Pero ahora, en medio de los bombardeos sobre Gaza y el bloqueo del territorio palestino, que se enfrenta a una crisis humanitaria, Israel ha sido por su parte acusado de cometer presuntos crímenes de guerra.
Amnistía Internacional ha pedido a Israel que levante “inmediatamente” el bloqueo a Gaza, asegurando que el “castigo colectivo” a la población palestina en este territorio constituía un crimen de guerra.
También la organizacióm Human Rights Watch ha dicho que el asedio de Gaza constituía un “castigo colectivo” y un “crimen de guerra”.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos aseguró este miércoles que tanto Israel como Hamas han cometido crímenes de guerra. “Ya antes del 7 de octubre, Gaza había sido descrita como la mayor prisión al aire libre, bajo 56 años de ocupación y 16 de sitio”, recordó Volker Türk.
Después, añadió que “el castigo colectivo de Israel a los civiles palestinos equivale a un crimen de guerra, al igual que la evacuación forzada ilegal de civiles. Los bombardeos masivos de Israel han matado, mutilado y herido en particular a las mujeres y a los niños. La última cifra de muertos del Ministerio de la Salud de Gaza se eleva por encima de las 10.500 personas, incluyendo 4300 niños y 2800 mujeres”.
Jordania, país árabe vecino, con quien Israel firmó en 1994 un acuerdo de paz tras una larga historia de conflicto, se sumó a las acusaciones: el ministro de Exteriores, Ayman Safadi, dijo que Israel estaba violando el derecho internacional y que el desplazamiento de palestinos y el bloqueo de ayuda a Gaza “eran crímenes de guerra”.
También Irán, un archienemigo de Israel, se ha expresado. El ministro de Exteriores, Hossein Amir-Abdollahian, dijo que si Israel continuaba con sus “crímnes de guerra y el asedio humanitario a Gaza” se podrían abrir nuevos frentes para el país, en referencia a otros grupos islámicos en la región.
Y la misión de Irán ante Naciones Unidas advirtió que la situación puede escalar “fuera de control” si los “crímenes de guerra y el genocidio perpetrados por Israel —que incurre en un apartheid— no cesan inmediatamente”.
La respuesta de Israel
En una entrevista con CNN, el presidente de Israel, Isaac Herzog, dijo que su país respeta el derecho internacional y las leyes de la guerra.
“¿Así que ahora empezamos con la retórica sobre los crímenes de guerra, de verdad? Israel acata el derecho internacional, opera según el derecho internacional. Cada operación está asegurada y cubierta y revisada legalmente con el debido respeto”, explicó Herzog, para quien las acusaciones de crímenes de guerra están “totalmente fuera de contexto”.
“Tenemos que defendernos. Tenemos pleno derecho a hacerlo. Y ya es hora de que el mundo lo entienda”, agregó.
¿Qué constituye un crimen de guerra y quién puede ser juzgado?
Durante siglos, la comunidad internacional ha intentado juzgar los crímenes de guerra, pero hacerlo ha sido muy difícil y el derecho internacional humanitario se ha enfrentado a numerosos obstáculos.
De acuerdo con la ONU, el impulso por codificar y juzgar crímenes de guerra comenzó entre finales del siglo XIX y principios del XX. Así, las convenciones de La Haya de 1899 y 1907, las de Ginebra en 1864 y 1949 (más los protocolos de 1977), son los principales instrumentos que identifican a los crímenes de guerra.
La Corte Penal Internacional (CPI), formada en 2002 a través del Estatuto de Roma y con base en La Haya, Países Bajos, es uno de los capítulos más recientes de este impuslo y en la actualidad es la encargada de juzgar a personas acusadas de crímenes de guerra.
Al respecto, la CPI tiene definiciones específicas para el genocidio, los crímenes de guerra, los crímenes de lesa humanidad y el crimen de agresión: “Los crímenes de guerra incluyen las infracciones graves de los Convenios de Ginebra y otras violaciones graves de las leyes y costumbres aplicables en los conflictos ‘sin carácter internacional’ enumerados en el Estatuto de Roma, cuando se cometen como parte de un plan o política o a gran escala”.
Atacar intencionalmente a poblaciones civiles y atacar intencionalmente hospitales, monumentos históricos y edificios dedicados a la religión, el arte, la educación, la ciencia y la caridad, son considerados, entre otros, crímenes de guerra.
Probar esa intencionalidad, sin embargo, es muy difícil.
La CPI puede juzgar a cualquier persona acusada de un delito en la jurisdicción de la corte, pero no a países, por eso se enfoca en aquellos individuos que tienen la mayor responsabilidad: líderes y funcionarios.
Pero los países deben haber firmado el Estatuto de Roma y reconocido la jurisdicción de la CPI para que sus ciudadanos puedan ser juzgados.
Israel no lo ha firmado, como tampoco Estados Unidos ni Rusia, entre otros países.
Sí lo ha hecho, en cambio, el Gobierno Autónomo Palestino en la Ribera Occidental, enfrentado también a Hamas (Aquí puedes leer más sobre la situación jurídica del estado palestino).
Con información de Zeena Saifi, Niamh Kennedy, Artemis Moshtaghian, Adam Pourahmadi, Eyad Kourdi y Becky Anderson.