(CNN) – Este miércoles concluyó en la capital de China una reunión mundial de dos días anunciada como el “evento diplomático más importante” del año para el país, en la que Beijing promocionó su enorme papel en el desarrollo mundial y su visión alternativa a la de Estados Unidos.
Dos docenas de líderes y más de un centenar de delegaciones, en su mayoría del Sur Global, se reunieron en un apretado programa de foros y reuniones bilaterales en torno a la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI, por sus siglas en inglés) del presidente de China, Xi Jinping, el impuslo mundial de infraestructuras que ha consolidado el lugar de Beijing como actor internacional de primer orden desde su lanzamiento hace una década.
La reunión, en la que Vladimir Putin fue el invitado de honor, también ofreció una ventana a la visión de Xi de un mundo ausente de las normas y valores promovidos por las democracias liberales, que han rechazado al líder ruso tras su brutal invasión de Ucrania.
La guerra en Medio Oriente, donde la lucha de Israel contra los militantes de Hamas amenaza con involucrar a la región en un conflicto más amplio en el que China, Rusia y Estados Unidos estarían implicados, también se planeó sobre el evento.
Estas son las principales conclusiones del Foro de la Franja y la Ruta.
No hay dudas sobre el protagonismo de Putin
La reunión no dejó lugar a dudas sobre quién era el líder mundial más importante a los ojos de Xi.
En el lujoso banquete de bienvenida celebrado este martes en el Gran Salón del Pueblo de Beijing, las puertas doradas se abrieron para mostrar a Xi y Putin entrando en la sala codo con codo, seguidos de otros líderes y sus cónyuges.
Putin fue el primero de un puñado de líderes visitantes en pronunciar un discurso en la ceremonia inaugural del foro el miércoles. Allí, y en las tres horas de reuniones bilaterales que mantuvo con Xi ese mismo día, el líder ruso subrayó su estrecha sintonía con China.
Los dos países comparten “amenazas comunes”, lo que refuerza la “interacción ruso-china”, declaró Putin a los periodistas antes de partir de Beijing, tras afirmar que él y Xi habían discutido “en detalle” la “situación” tanto en Medio Oriente como en Ucrania.
Tanto China como Rusia han pedido públicamente un alto del fuego en la escalada en Gaza y ninguno de los dos ha condenado explícitamente a Hamas por su ataque a Israel, que desencadenó el conflicto, lo que contrasta fuertemente con la avalancha de apoyo a Israel de líderes de toda Europa y Estados Unidos.
La reunión de los dirigentes ruso y chino en Beijing coincidió con la llegada a Israel del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en una firme muestra de apoyo al país y de la fuerza diplomática estadounidense para agilizar la ayuda humanitaria.
En su reunión con Putin, Xi calificó la asociación entre China y Rusia de “compromiso a largo plazo”, subrayando “la buena vecindad duradera y la cooperación mutuamente beneficiosa”, y aludiendo a los 4.300 kilómetros de frontera que comparten y a sus objetivos comunes. Ambos ven al otro como un socio fundamental para contrarrestar lo que perciben como un orden mundial liderado por Estados Unidos en su contra.
Divisiones claras entre las principales potencias mundiales
La muestra de solidaridad de Xi con Putin en el Foro de la Franja y la Ruta también puso de relieve la creciente división entre las principales potencias mundiales.
Al evento asistieron 24 líderes, muchos menos que los 37 que viajaron al anterior foro de la BRI hace cuatro años.
Entre los dignatarios clave que faltaron se encontraban los de los países europeos. En 2019, el entonces primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, asistió, al igual que los líderes de Grecia, Austria, Portugal y la República Checa.
Desde entonces, el escepticismo sobre las ambiciones globales de China ha aumentado en Europa, en particular por el apoyo económico y diplomático de Beijing a Moscú. Italia, el único miembro del G7 que se adhirió a la BRI, está considerando abandonar el proyecto cuando expire su condición de miembro el próximo año.
Entre los líderes que asistieron a la reunión se encontraban el húngaro Viktor Orban, el presidente de Kazajistám, Kassym-Jomart Tokayev, el indonesio Joko Widodo y otros representantes de África, Asia y Latinoamérica. Los talibanes –que no gozan de reconocimiento general como gobierno de Afganistán– también enviaron una delegación.
En sus discursos, muchos líderes hablaron al foro de sus esperanzas de impulsar un desarrollo sostenible muy necesario en sus países, mientras que algunos también pidieron un mundo más multilateral y cooperativo.
Aunque no mencionó a Estados Unidos por su nombre, Xi criticó lo que Beijing considera esfuerzos de Washington por mantenerse en la cima y frenar el ascenso de China.
“Considerar el desarrollo de los demás como una amenaza o asumir la interdependencia económica como un riesgo no mejorará la propia vida ni acelerará el propio desarrollo”, advirtió en su discurso inaugural.
Guerra en Medio Oriente ensombrece relaciones mundiales
La guerra en Medio Oriente se cernió sobre la reunión, que comenzó con la noticia de una devastadora explosión en un hospital de Gaza que probablemente mató a cientos de palestinos desplazados que se refugiaban de los ataques aéreos israelíes.
Sin embargo, la situación no se mencionó en el foro. Ninguno de los líderes nacionales que intervinieron en la ceremonia de apertura mencionó el conflicto.
El Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, dijo que no podía no mencionar la situación durante su discurso de apertura, en el que exigió un alto del fuego humanitario inmediato.
Los sufrimientos de los palestinos tras cinco décadas de ocupación, por graves que sean, “no pueden justificar los actos de terror contra civiles cometidos por Hamas el 7 de octubre (que) condené inmediatamente. Pero esos hechos no pueden justificar el castigo colectivo del pueblo palestino”, dijo Guterres.
El jueves, Xi hizo su primera declaración pública sobre el conflicto desde que Hamas lanzó su ataque del 7 de octubre.
En una reunión con el representante de Egipto en el foro, el dirigente chino pidió un alto del fuego y el fin de la guerra “lo antes posible”, al tiempo que respaldó una solución de dos estados que establezca un Estado palestino independiente.
Xi también afirmó que China está dispuesta a reforzar la coordinación con Egipto y otros países árabes para “promover una solución pronta, integral y duradera a la cuestión palestina”, según una lectura de la cadena estatal CCTV. China aún no ha mencionado a Hamas en sus declaraciones.
El domingo, Beijing dijo que enviaría a su enviado especial para Oriente Medio, Zhai Jun, a la región en los próximos días.
China hace hincapié en desarrollo global de “alta calidad”
El foro también apuntó al próximo capítulo de la iniciativa e la Franja y la Ruta, que entra en su segunda década mientras el crecimiento económico de China se ralentiza y los costes de los préstamos han aumentado en todo el mundo.
El programa, que según Beijing ha movilizado hasta un billón de dólares en financiación, ha desempeñado un papel sustancial ayudando a los países en desarrollo a construir carreteras, puentes, puertos y vías férreas, pero se ha enfrentado a acusaciones de cargar a los países con demasiada deuda y de tener un impacto medioambiental negativo.
Funcionarios chinos celebraron lo que calificaron de esfuerzos para llevar la iniciativa a una nueva fase de desarrollo de “alta calidad”, y se centraron en foros separados en la economía digital y en cómo promover un “desarrollo verde” sostenible.
También ha habido dudas sobre si China seguiría financiando generosamente grandes proyectos de infraestructuras, ya que los datos también muestran un descenso significativo de dicha financiación en los últimos años.
Sin embargo, al ser preguntado en la rueda de prensa de clausura sobre los programas de financiación de infraestructuras propuestos por otros países, como Estados Unidos, en los últimos años, el ministro de Asuntos Exteriores de China, Wang Yi, pareció sugerir que Beijing seguiría reivindicando su papel en este ámbito.
“Obviamente, la competencia no debe significar trabajar unos contra otros, sino mejorarnos mutuamente”, dijo, al tiempo que destacaba la cantidad de proyectos de desarrollo global de China.
“¿Por qué no nos fijamos en el historial internacional de quién puede construir más carreteras, ferrocarriles y puentes para los países en desarrollo, y quién puede construir más escuelas, hospitales y estadios para la población de los países en desarrollo?”, dijo.
“Tenemos la confianza y la capacidad”.
Con información de Anna Chernova, Wayne Chang y Mengchen Zhang.