(CNN) – El Gobierno de Estados Unidos recibe cada mes decenas de informes de fenómenos anómalos no identificados, más comúnmente conocidos como ovnis, según el director de la oficina creada para investigar los incidentes, y se esperan “cientos, si no miles” de informes más en el futuro cercano.
La oficina ha recibido aproximadamente 800 informes de objetos no identificados para investigar hasta abril pasado, frente a 650 informes en agosto de 2022, dijo a CNN Sean Kirkpatrick, quien dirige la oficina de Resolución de Anomalías de Todos los Dominios [All-domain Anomaly Resolution Office] en el Pentágono. Casi todos los nuevos informes se refieren a objetos observados en el aire; sólo uno proviene de un avistamiento marítimo.
La gran mayoría son objetos benignos, como globos o drones, pero algunos pueden ser el resultado de que adversarios de Estados Unidos intenten espiar a EE.UU., dijo Kirkpatrick.
“Hay algunos indicadores preocupantes que pueden atribuirse a la actividad extranjera, y los estamos investigando muy a fondo”, dijo Kirkpatrick, hablando exclusivamente con CNN antes de la publicación del informe anual sobre fenómenos aéreos no identificados.
El informe, publicado este miércoles, dice que los avistamientos de objetos pueden representar un problema para la seguridad de los vuelos. La mayoría de los avistamientos y observaciones provienen de un espacio aéreo militar casi restringido, según el informe, probablemente como resultado de los sensores y radares adicionales alrededor de las instalaciones.
Una parte del aumento de informes proviene de la Administración Federal de Aviación, que monitorea el espacio aéreo alrededor de los aeropuertos estadounidenses y comienza a proporcionar información al Pentágono.
Aproximadamente la mitad de los informes contienen datos suficientes para descartarlos como “cosas mundanas”, como globos errantes o basura flotante, dijo Kirkpatrick, pero entre el 2% y el 4% son verdaderamente anómalos y requieren más investigación.
El informe dice que sólo “un porcentaje muy pequeño” de las observaciones tienen firmas “interesantes”, como viajes a alta velocidad o “morfologías desconocidas”.
La oficina de Kirkpatrick ha transferido “muchos” casos a las autoridades para que realicen una mayor investigación y, si es necesario, contrainteligencia. Pero algunos avistamientos podrían ser adversarios extranjeros que espiaran a Estados Unidos, como el globo espía chino derribado frente a la costa de Carolina del Sur en febrero.
El informe anual sobre los fenómenos aéreos no identificados (UAP, por sus siglas en inglés), elaborado por el Departamento de Defensa y la Oficina del Director de Inteligencia Nacional, decía: “Aunque ninguno de estos informes de UAP se ha atribuido positivamente a actividades extranjeras, estos casos continúan siendo investigados”.
Cuando se le preguntó si el Pentágono podría identificar definitivamente un avistamiento de un objeto no identificado como perteneciente a un adversario extranjero, Kirkpatrick dijo que su oficina está “observando algunos indicadores muy interesantes de cosas, y eso es todo lo que puedo decirles”. Pero la oficina, que tiene más de 40 empleados y se espera que crezca, no puede decirlo con seguridad todavía.
“Hay formas de escondernos en nuestro ruido que siempre me preocupan”, dijo Kirkpatrick, refiriéndose a las lecturas extrañas captadas por los radares y otros sensores estadounidenses. “Estoy preocupado desde una perspectiva de seguridad nacional”.
Pero Kirkpatrick pudo ofrecer pocos detalles sobre por qué ciertos informes despertaron sospechas sobre la participación extranjera.
“Podría ser simplemente una entidad extranjera. Podría ser un aficionado. Podría ser cualquiera”, afirmó. “Y esas son las cosas que tenemos que analizar”.
Gran interés público por los ovnis
Desde que la administración Biden estableció una oficina formal para investigar los informes sobre los fenómenos aéreos no identificados, el tema ha atraído una atención pública masiva, impulsada por su vínculo inextricable con los avistamientos de ovnis. Una audiencia en el Congreso en julio sobre el asunto aumentó aún más el interés, cuando David Grusch, un ex oficial de inteligencia de la Fuerza Aérea, alegó que el Gobierno ha encubierto su investigación sobre los avistamientos, una afirmación que Kirkpatrick negó rotundamente.
Pero Grusch fue mucho más allá, aun cuando reconoció que no tenía conocimiento de primera mano y que sólo otros le dijeron cosas, afirmando que el Gobierno de Estados Unidos tenía objetos extraterrestres no identificados en su poder y los pilotos “no humanos” de la nave.
Kirkpatrick desestimó las afirmaciones sensacionalistas y dijo que no tiene “ninguna evidencia que sugiera algo de naturaleza extraterrestre”.
“Si alguien cree que sabe dónde están esas cosas, debería venir a hablar con nosotros”, dijo Kirkpatrick. “Es por eso que hemos configurado toda esta arquitectura para que las personas entren y hablen con nosotros de forma segura”.
Nuevos envíos del público
El Pentágono se está preparando para una avalancha de nuevos informes mientras prepara dos nuevos portales para presentaciones: uno para avistamientos históricos de empleados y contratistas gubernamentales actuales o anteriores y un segundo para presentaciones públicas de nuevos informes.
El portal para avistamientos históricos se abrirá en algún momento del próximo mes, dijo Kirkpatrick a CNN. Su propósito es validar o refutar informes anteriores sobre objetos no identificados, cotejándolos con otros informes y catalogándolos para posibles análisis posteriores.
Es la apertura del portal público, todavía a varios meses de distancia, lo que Kirkpatrick dice que podría inundar el sistema con “cientos, si no miles” de nuevos informes para revisar. Aun así, Kirkpatrick tiene un plan para su oficina, que implica un sistema que automáticamente relacionará objetos conocidos con informes públicos, permitiendo al Gobierno descartar avistamientos de cuerpos identificados. Pero los informes sobre objetos desconocidos podrían resultar valiosos, afirma Kirkpatrick.
“Si se trata de un adversario extranjero y tengo 100.000 personas con teléfonos móviles que pueden recogerlo, ahora se le hace muy difícil al adversario extranjero hacer algo”, dice Kirkpatrick.
Cuando se le preguntó si el Gobierno de Estados Unidos debería haber creado un esfuerzo para manejar objetos no identificados antes, Kirkpatrick objetó. Dijo que la nueva oficina llegó “probablemente en el momento adecuado y por las razones correctas”. Pero reconociendo el interés y el misterio del tema, añadió: “Creo que el gobierno en su conjunto –incluido el Congreso– probablemente debería haber abordado parte de esto hace años de una manera más directa”.