(CNN) – Yocheved Lifshitz, una de las dos rehenes recientemente liberadas por Hamas, describió su terrible experiencia tras ser secuestrada por el grupo extremista en el ataque del 7 de octubre, diciendo que pasó “por un infierno”.
Con su hija arrodillada junto a su silla de ruedas, la frágil abuela de 85 años recordó el martes el momento en que fue secuestrada por hombres armados en motocicletas después de que los combatientes irrumpieran en su casa del kibutz Nir Oz.
“Fue difícil, pero lo superaremos”, dijo Lifshitz a los periodistas en una rueda de prensa en el hospital de Tel Aviv donde se recupera desde que fue liberada.
Hablando en hebreo y sentada junto a su hija, que la tradujo, Lifchitz describió cómo fue capturada por hombres armados de Hamas durante su brutal ataque terrorista contra Israel el 7 de octubre.
“Me secuestraron en una motocicleta de mi lado mientras se dirigían a Gaza”, dijo Lifschitz. Su hija explicó cómo su cabeza yacía a un lado de la moto mientras sus pies colgaban del otro.
“Fue un acto doloroso. Nos metieron en un portón. Yo estaba tumbada de lado en la moto. Me salieron moratones a causa de la conducción”, añadió Lifshitz.
La hija de Lifshitz explicó que bajaron a su madre a una “enorme red” de túneles en forma de telaraña donde la retuvieron.
“Caminaron unos kilómetros sobre el suelo mojado”, explicó la hija de Lifschitz, que actuó como traductora. “Hay una enorme, enorme red de túneles debajo. Parece una tela de araña”, describió.
Lifschitz dijo que había médicos y paramédicos esperando para recibirlos.
“Al llegar allí, la gente nos dijo que son personas que creen en el Corán y que no nos harán daño, y que nos darán las mismas condiciones que a ellos en los túneles”, dijo Lifschitz.
“Había guardias y un paramédico y un médico que se encargaron de que tuviéramos la misma medicina que necesitamos”.
Lifschitz dijo que durmieron en colchones, describiendo los túneles como “la mayoría, mojado, húmedo por todas partes”.
Liftschitz fue liberada en la noche de este lunes junto con su vecina y amiga Nurit Cooper, de 79 años. Ambas residen en el kibutz Nir Oz.
Pero se cree que más de 200 personas han sido capturadas y llevadas a Gaza.
“Esto no habrá terminado hasta que todos estén en casa”, dijo Lifschitz.
Hamas liberó a Lifshitz y a su vecina y amiga Nurit Cooper, de 79 años, el lunes, y más tarde se reunieron con familiares que acudieron rápidamente junto a su cama en el hospital Ichilov de Tel Aviv.
“Está hablando, puede andar, puede abrazar a sus nietos… Es increíble que la veamos”, dijo Daniel, el nieto de Lifshitz, que se enteró de su liberación mientras se alojaba en un hotel de Eilats con otros evacuados de Nir Oz.
Dijo que la noticia de la liberación de las mujeres generó una sacudida de alegría en el hotel y la esperanza de que otros puedan ser liberados pronto.
“Para esta comunidad, ver a estas dos mujeres mayores fue algo increíble”, dijo Daniel Lifshitz, que tomó un helicóptero desde el hotel para ver a su abuela en las primeras horas del martes.
Más de una cuarta parte de la comunidad de Nir Oz ha muerto o permanece desaparecida tras el atentado terrorista de Hamas del 7 de octubre, en el que murieron más de 1.400 personas en las incursiones bárbaras, y que desencadenó represalias israelíes que amenazan con desembocar en un conflicto regional.
La liberación de las dos mujeres eleva a cuatro el número total de cautivos liberados, pero se cree que hay más de 200 rehenes atrapados en Gaza, algunos dentro del laberinto de túneles de Hamas excavados bajo la franja costera.
Entre los rehenes restantes se encuentran los maridos de Lifshitz y Cooper, Oded Lifshitz, de 83 años, y Amiram Cooper, de 85 años.
Sharone, la hija de Yocheved, declaró a CNN que estaba “encantada” con la liberación de su madre, pero que temía por su padre y por los demás rehenes.
“Mi padre está allí y muchas otras personas que conocemos están esperando buenas noticias sobre todos”, dijo. “No sabemos qué está pasando con ellos. Ni siquiera sabemos si están vivos o cuál es su situación”.
La sofisticada valla fronteriza de Israel con Gaza “no ayudó”
Én su declaración de este martes, Yocheved Lifschitz pareció criticar el fallo de seguridad de Israel que permitió a los hombres armados de Hamas penetrar en Israel el 7 de octubre.
“No podía saber que (podríamos) llegar a esta situación”, dijo, y acusó a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) de no tomarse “en serio” las amenazas de Hamas.
Desde que Israel se retiró de Gaza en 2005, ha gastado miles de millones de dólares en proteger la frontera de ataques.
“No sirvió de nada”, dijo Lifschitz sobre la costosa valla fronteriza que fue violada el 7 de octubre.
“La falta de concienciación del Shin Bet y de las FDI nos perjudicó mucho”, dijo. “Nos avisaron con tres semanas de antelación, quemaron campos, enviaron globos incendiarios y las FDI no se lo tomaron en serio”, añadió refiriéndose a Hamas.
Lifschitz explicó cómo esto culminó en el ataque contra su kibutz de Nir Oz, en el sur de Israel, el 7 de octubre.
“De repente, un sábado por la mañana, todo estaba muy tranquilo. Se oyeron fuertes golpes en el asentamiento”, dijo.
Poco después, “hordas” de combatientes de Hamas atravesaron las “costosas” vallas del kibutz y siguieron llegando en “tropel” antes de subir a Lifshitz a una motocicleta y marcharse, relató.
Secuestradas de sus hogares
Durante décadas, Lifshitz y Cooper vivieron en la cercana comunidad de Nir Oz, que llegó a albergar a 400 personas cerca de la frontera de Gaza. Al estar tan cerca de la valla, fue una de las primeras comunidades atacadas por los combatientes de Hamas, y una de las más afectadas.
Las filas de casas están ahora desprovistas de vida, con las ventanas rotas, las habitaciones incendiadas y las posesiones de los residentes esparcidas por todas partes. Imágenes de videos muestran sangre seca esparcida por las camas y el suelo, y las paredes llenas de agujeros de bala.
Lifshitz es una de las fundadoras de la comunidad y trabajaba como fotógrafa y profesora en el instituto regional, según un comunicado de la comunidad de Nir Oz.
Cooper también era residente de larga duración y trabajaba en educación infantil y en la fábrica local de pinturas, según el comunicado.
Lifshitz y su marido habían estado recibiendo atención médica antes de que se los llevaran, según su hija, que habló con CNN desde el aeropuerto londinense de Heathrow cuando estaba a punto de embarcar en un vuelo a Israel.
“No son el tipo de personas que pueden sobrevivir sin medicinas”, dijo Sharone Lifschitz.
“Mi madre necesita oxígeno cuando duerme y sufre muchos dolores de espalda”, añadió.
El martes, Eti Uziel, enfermera jefe del hospital de Ichilov, dijo que ambas mujeres parecían estar en “buenas condiciones médicas”.
“Permanecerán con nosotros esta noche y mañana”, dijo Uziel en un video difundido por el hospital poco después de la llegada de las mujeres.
“Ahora mismo, para ellas y sus familiares, es una situación muy, muy emotiva, y estamos contentos de que estén aquí con nosotros”.
Los rehenes restantes
La última liberación de rehenes se produce en medio de una creciente presión internacional sobre el gobierno israelí para que asegure la liberación de otros cientos de personas que siguen cautivas en Gaza.
Entre ellos hay ciudadanos de países como México, Brasil, Estados Unidos, Alemania y Tailandia, así como civiles y soldados israelíes.
Israel ha prometido acabar con Hamas en respuesta a los mortíferos ataques del 7 de octubre, y está privando a Gaza de agua, combustible y alimentos mientras bombardea objetivos clave con ataques aéreos.
Hasta la fecha, más de 5.000 personas han muerto en Gaza durante la implacable campaña israelí, según las autoridades sanitarias palestinas.
El bombardeo sostenido del enclave a pesar de la presencia de tantos civiles palestinos ha enfurecido a las naciones árabes y suscitado la condena con protestas públicas en todo el mundo.
Estados Unidos intenta retrasar una ofensiva terrestre israelí con la esperanza de conseguir la salida de más rehenes y la entrada de ayuda en Gaza, según dos fuentes informadas de las conversaciones. Sin embargo, un alto funcionario israelí dijo a CNN que “no habrá alto el fuego”.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pidió el lunes a Hamas que liberara a sus rehenes antes de que pudieran iniciarse las conversaciones sobre un alto el fuego.
Para las familias de los rehenes no hay tiempo que perder.
Daniel Lifshitz dijo que ver a su abuela le había mostrado que otros rehenes necesitan ser liberados lo antes posible.
“Al ver a mi abuela les digo que tenemos que ser rápido”, dijo.