Llamado a la Tierra es una serie editorial de CNN comprometida con reportar los desafíos ambientales que enfrenta nuestro planeta, además de mostrar las soluciones a esos retos. La Iniciativa Perpetual Planet, de Rolex, se ha asociado con CNN para crear conciencia y educación sobre los asuntos de sostenibilidad claves y para inspirar acciones positivas.
(CNN) – Puede que el ‘akikiki, un pequeño pájaro gris originario de Hawai, no parezca extraordinario, pero su rareza sí lo es. Se cree que solo quedan cinco en estado salvaje y, según el Departamento de Territorio y Recursos Naturales del estado, la especie podría extinguirse en cuestión de meses.
La mayor amenaza para estos diminutos pájaros son los mosquitos portadores de la malaria. Al vivir en las frías y exuberantes montañas de la isla de Kauaʻi, durante muchos años esta especie de trepador melero estuvo fuera del alcance de los mosquitos no autóctonos, pero el aumento de las temperaturas debido al cambio climático ha permitido a los insectos picadores abrirse camino hasta estas cumbres, con terribles consecuencias.
“Las poblaciones han caído en picado en los últimos 15 o 20 años, ya que el clima ha cambiado y los mosquitos se desplazan cada vez a mayor altitud”, explica Hannah Bailey, responsable del Programa de Conservación de Aves Forestales en Peligro de Hawai de la Alianza para la Vida Silvestre, del Zoológico de San Diego. Sin resistencia a las enfermedades transmitidas por los mosquitos, las aves están siendo víctimas de la malaria aviar, que “casi siempre es mortal para la mayoría de los pequeños meleros adultos”, explica.
Con las poblaciones en mínimos históricos, conservacionistas como Bailey, junto con el Proyecto de Recuperación de Aves del Bosque de Kauaʻi y el Departamento de Tierras y Recursos Naturales, están intensificando los esfuerzos para salvar a la especie de la extinción mediante la creación de una población de seguro en centros de conservación de aves en las islas de Kauaʻi y Maui. (El centro no se vio afectado por los recientes incendios forestales que devastaron Maui).
“Nuestra misión es proporcionar poblaciones refugio seguras de las especies que están en peligro, de modo que cuando el entorno sea el adecuado para que sobrevivan a largo plazo, podamos volver a liberarlas”, explica.
En busca de huevos de aves
Recientemente, el equipo ha pasado de intentar capturar al puñado de aves que quedan y ponerlas a salvo, a centrarse por completo en la recogida de huevos no eclosionados. Cada temporada de nidificación, el equipo se dirige a las mesetas montañosas de Kauaʻi y, sabiendo dónde se han visto nidos anteriormente, busca en la copa de los árboles de ʻŌhiʻa utilizando una cámara montada en un palo largo. Cuando encuentran un nido ocupado, instalan un sistema de escalera, a veces trepando hasta 14 metros de altura para alcanzarlo.
Este verano, el equipo rescató con éxito 10 huevos que se colocaron en una incubadora portátil y se llevaron sanos y salvos al Centro de Conservación de Aves de Kauaʻi. Allí, los huevos recogidos siguen creciendo y desarrollándose, y las crías que nacen con éxito se unen a los otros 50 ‘akikiki bajo cuidado humano.
Las aves rescatadas vivirán en recintos cuidadosamente diseñados para imitar su hábitat natural y protegerlas de los mosquitos, y la interacción humana está estrictamente limitada para que las aves mantengan su comportamiento natural, dice Bailey.
El objetivo es que, en cuanto se erradique la amenaza de la malaria aviar, las aves puedan ser liberadas en su hábitat natural. “[Es la] mejor oportunidad para sobrevivir y criar a estos polluelos, con la esperanza de que nos den la próxima generación de ‘akikiki”, dice.
Erradicar los mosquitos para evitar un extinción
El reto que se avecina es cómo erradicar la malaria aviar, que no solo amenaza a los ‘akikiki, sino también a otras aves forestales en peligro de extinción. Históricamente, en Hawai había más de 50 especies de mieleros, pájaros cantores que se alimentan de néctar e insectos, pero hoy solo quedan 17, ya que las poblaciones se han visto diezmadas por enfermedades transmitidas por mosquitos, así como por la pérdida de hábitat y las amenazas de otras especies invasoras.
En junio, el Gobierno de EE.UU. comprometió casi US$ 16 millones como parte de una iniciativa para prevenir la inminente extinción de las aves forestales hawaianas. Esto incluye financiación centrada en ampliar los programas de cuidado en cautividad y los esfuerzos para controlar y erradicar los mosquitos invasores.
El Departamento de Tierras y Recursos Naturales de Hawai está esperando la aprobación de los organismos reguladores para aplicar la “técnica del insecto incompatible”, que consiste en liberar mosquitos macho que tienen una cepa de una bacteria natural llamada Wolbachia, que genera huevos y crías no viables cuando se aparean con hembras silvestres.
El proceso podría ayudar a reducir la probabilidad de que las aves de los bosques se vean afectadas por la malaria aviar, que solo transmiten los mosquitos hembra.
Pero hasta que esto ocurra, hay que centrarse en hacer crecer las poblaciones y mantener una variedad genética estable, dice Bailey.
“Nuestra mayor esperanza es que nuestro centro ya no sea necesario, que tengamos un control a nivel de paisaje de los mosquitos de la malaria aviar y podamos controlar otras amenazas para que estas aves puedan ser liberadas de nuevo en la naturaleza y vivir en su hábitat nativo”, afirma.