(CNN) – Los máximos responsables de Seguridad Nacional del Gobierno de Joe Biden viajan esta semana al Indo-Pacífico, para demostrar que la estrategia de Washington hacia China sigue siendo prioritaria en un contexto de creciente inestabilidad en Medio Oriente.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken; el secretario de Defensa, Lloyd Austin; y el jefe del Estado Mayor Conjunto, el general CQ Brown, viajarán esta semana a la región del Indo-Pacífico para reunirse con socios y aliados. Se trata del primer viaje de Brown desde que fue nombrado jefe del Estado Mayor en septiembre.
Austin saldrá este miércoles para una gira de 10 días por India, Indonesia y Corea del Sur. Blinken también partió la semana pasada para un viaje de 10 días a Israel, Jordania, Turquía, Corea del Sur y Japón, haciendo también una parada en la Ribera Occidental para reunirse allí con los dirigentes palestinos.
Blinken y Austin viajarán a la India para mantener un diálogo con los ministros de Exeriores y Defensa.
Desde hace varios años, las autoridades estadounidenses han insistido en que China es el principal competidor de Estados Unidos, considerado “el desafío geopolítico más importante para Estados Unidos” en la Estrategia de Seguridad Nacional del año pasado.
Las relaciones entre EE.UU. y China se han resentido en el último año y medio, sobre todo a raíz de la visita de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, a Taiwán en agosto de 2022; el polémico tránsito de un globo espía chino por EE.UU. a principios de este año; y, más recientemente, cuando un caza chino se acercó a menos de 3 metros de un bombardero B-52 de la Fuerza Aérea estadounidense sobre el mar de China Meridional. Ely Ratner, alto funcionario del Pentágono encargado de la seguridad en el Indo-Pacífico, declaró el mes pasado que, en los dos últimos años, Estados Unidos ha visto más casos de comportamiento “coercitivo y arriesgado” de pilotos chinos contra aviones estadounidenses sobre los mares de China Oriental y Meridional que en toda la década anterior.
Mientras tanto, las conversaciones entre funcionarios estadounidenses y chinos se estancaron hasta este verano, cuando Blinken se reunió con altos funcionarios chinos en Beijing. Los oficiales militares del Pacífico, sin embargo, han sido incapaces de conectar con sus homólogos militares chinos.
El almirante John Aquilino, comandante del Mando Indo-Pacífico de Estados Unidos, declaró el mes pasado que lleva solicitando hablar con sus homólogos “desde hace dos años y medio. Todavía no me han aceptado ninguna de esas peticiones”.
En 2022, Austin se reunió con su homólogo chino durante la 10ª Reunión de Ministros de Defensa de la ASEAN-Plus. No está claro si eso ocurrirá durante la reunión de este año en Indonesia; el ministro de Defensa de China, Li Shangfu, fue despedido en octubre dos meses después de desaparecer de la escena pública.
Preguntado por CNN este lunes si Austin se reuniría con algún funcionario de la República Popular China durante su viaje, el portavoz del Pentágono, el general de brigada Pat Ryder, dijo que no “tenía nada que anunciar”.
Un alto funcionario de Defensa describió el viaje de Austin como “muy importante” para reforzar la estabilidad regional y demostrar que EE.UU. puede centrarse en más de una región a la vez. El funcionario añadió que el viaje es algo que “estaba previsto desde hace tiempo”.
Del mismo modo, el subsecretario de Asuntos de Asia Oriental y el Pacífico, Daniel Kritenbrink, dijo a la prensa esta semana que el Departamento de Estado sigue “centrado como un láser en el Indo-Pacífico”.
“La paz y la seguridad en la región del Indo-Pacífico seguirán siendo fundamentales, seguirán siendo vitales para la paz, la prosperidad y la seguridad de Estados Unidos en el próximo siglo… Y, sin duda, creo que el hecho de que la dependencia viaje de nuevo a la región, incluso en medio de estos desafíos globales, refuerza aún más este punto”, dijo Kritenbrink.
El viaje se produce en un momento en el que el Gobierno de Biden se enfrenta cada vez más a cuestionamientos sobre su apoyo a Israel en su lucha contra Hamas, y en el que las fuerzas estadounidenses siguen siendo atacadas regularmente por milicias respaldadas por Irán en Iraq y Siria.
En una conferencia de prensa celebrada el viernes, Blinken -que vio imágenes y videos gráficos del ataque de Hamas contra Israel del 7 de octubre- dijo que “sigue estando casi más allá de la capacidad humana procesar” la brutalidad del ataque. Pero también dijo que EE.UU. ha sido “claro en que mientras Israel lleva a cabo su campaña para derrotar a Hamas, importa cómo lo haga”.
“Importa porque es lo correcto y lo legal”, dijo. “Importa porque no hacerlo favorece a Hamas y a otros grupos terroristas”.
Y mientras Blinken y Austin continuarán sin duda su compromiso sobre los acontecimientos en Gaza, así como sobre la situación en Iraq y Siria, donde las tropas estadounidenses han sido atacadas un total de al menos 38 veces hasta este lunes, su viaje esta semana pretende ayudar a subrayar que Estados Unidos no ha perdido de vista su principal desafío.
El viaje de los altos funcionarios también se produce mientras la Casa Blanca se prepara para una reunión entre el presidente de EE.UU., Joe Biden, y el presidente de China, Xi Jinping, a finales de este mes en San Francisco. Ambos se reunieron por última vez en noviembre de 2022 en una conversación de tres horas en Indonesia durante la Cumbre del G20.
“Va a ser una reunión constructiva”, dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre. “El presidente tiene muchas ganas de que llegue”.
Jennifer Hansler, de CNN, contribuyó a este informe.