(CNN) – En medio del mayor incremento de desplazados en meses, las agencias de ayuda que operan en Chad afirman que los sudaneses que llegan a ese país describen un nuevo aumento de los homicidios y los combates en Darfur Occidental.
Esto se produce cuando las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF por sus siglas en inglés) anunciaron este sábado que tomaron la principal base del Ejército en la capital de Darfur Occidental, El Geneina.
Las muertes por motivos étnicos se han intensificado desde que estallaron los combates a mediados de abril entre las Fuerzas Armadas de Sudán (FAS) y las RSF, según testigos y grupos de ayuda que operan en la región.
En septiembre, el organismo de derechos humanos de la Organización de las Naciones Unidas (UNJHRO) dijo haber recibido informes de al menos 13 fosas comunes en El Geneina en las que se creía que había civiles de la tribu étnica Masalit presuntamente muertos en ataques de las RSF y milicias árabes aliadas.
Médicos Sin Fronteras (MSF) dijo este martes que, tras el aumento de los combates en El Geneina, sus equipos que trabajan al otro lado de la frontera en el este de Chad han visto un “aumento inmediato e importante en el número de personas que llegan a la región”.
“Nuestra gente allí en Ardmata ha sido asesinada y desplazada. Los niños son masacrados, a las mujeres les roban su dinero y sus pertenencias, y no pueden escapar”, declaró Nabila Abdel Rahman, una mujer sudanesa, a Reuters este martes.
En el hospital de Adré, MSF informó que un hombre de 27 años huyó de El Geneina con otras 16 personas, pero su grupo fue atacado en la carretera hacia Chad. Los atacantes mataron a todos, pero él sobrevivió haciéndose el muerto. “Finalmente llegó un nuevo grupo de refugiados y le ayudaron a llegar a la frontera. Tiene múltiples heridas de bala en manos y piernas”, dice el comunicado de MSF.
Los incidentes descritos a las agencias de ayuda siguen un patrón de supuestos abusos similares por parte de las RSF desde que comenzó el conflicto, según múltiples informes de CNN.
“En los tres primeros días de noviembre, hemos visto más llegadas de refugiados sudaneses que durante todo el mes anterior; unas 7.000 personas cruzaron la frontera”, declaró la coordinadora de extensión de MSF, Stephanie Hoffmann.
La directora de Relaciones Exteriores de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Dominique Hyde, dijo que había sido testigo de un aumento del sufrimiento humano cuando visitó Sudán la semana pasada.
En la región de Darfur, los combates entre las FAS y las FRS han causado aún más desplazamientos, con miles de personas luchando por encontrar refugio y muchas durmiendo bajo los árboles junto a las carreteras, según un comunicado de prensa de la ACNUR.
“La desnutrición infantil es rampante, las mujeres son violadas, la violencia prevalece y familias enteras duermen a la intemperie sin un techo sobre sus cabezas”, escribió Hyde en X, antes Twitter.
Desde que estalló la guerra en Sudán en abril, 4,5 millones de personas han sido desplazadas internamente y se calcula que 1,2 millones han huido a países vecinos, según la ACNUR.
Este martes, el Departamento de Estado de EE.UU. anunció que, durante las conversaciones mantenidas en Yeda, las FAS y las RSF “se comprometieron a tomar medidas para facilitar el aumento de la ayuda humanitaria y a aplicar medidas de fomento de la confianza”.
No lograron ponerse de acuerdo sobre la aplicación del alto el fuego.
“El Reino de Arabia Saudita, la IGAD, también en nombre de la Unión Africana, y Estados Unidos piden a las FAS y las RSF que den prioridad al pueblo sudanés, silencien las armas y busquen un final negociado a esta guerra innecesaria”, dice una declaración conjunta de las conversaciones publicada por el Departamento de Estado.
La declaración se produce después de que el secretario de Estado estadounidense, Anthony Blinken, pidiera el “cese inmediato de los ataques” en El Fasher, en el norte de Darfur.
“Estados Unidos está profundamente preocupado por los informes de un inminente ataque a gran escala de las RSF de Sudán en El Fasher, en el norte de Darfur, que sometería a la población civil, incluidos cientos de miles de desplazados -muchos de los cuales huyeron recientemente a El Fasher desde otras zonas- a un peligro extremo”, declaró Blinken en un comunicado de prensa el 2 de noviembre.