(CNN) – Menos de un día después de que los votantes de varios estados reprendieran a los líderes del Partido Republicano que restringirían el derecho al aborto, los cinco aspirantes republicanos a la Presidencia ignoraron el tema durante los primeros 99 minutos de su tercer debate de primarias.
A diferencia de su último encuentro, que fue un caos de interrupciones y declaraciones cruzadas, en el debate de este miércoles por la noche en Miami se abordaron cuestiones de fondo. ¿El problema? Casi todo se centró en la política exterior.
Y aunque esas cuestiones merecían ser debatidas —incluso si los candidatos coincidían en líneas generales como el apoyo a Israel y la oposición a Hamas, Irán y China—, el efecto final fue desorientador: si el Partido Republicano va a recuperar la Casa Blanca, ¿por qué ignorar los obstáculos políticos que se interponen en su camino?
Teniendo en cuenta los estrechos intereses de los candidatos, tenía cierto sentido. Ninguna de sus opiniones sobre el aborto, que salieron a la luz 20 minutos antes de la hora de cierre, es especialmente popular en estos momentos. En conjunto, la petición de consenso de la exgobernadora de Carolina del Sur Nikki Haley y la insistencia del senador de Carolina del Sur Tim Scott en una prohibición federal desde las 15 semanas se hicieron eco de la lógica expuesta por el gobernador de Virginia, Glenn Youngkin, en los días y semanas previos a que sus colegas del Partido Republicano del estado se quedaran cortos en una contienda legislativa de alto riesgo.
El aborto no fue el único tema divisivo que recibió poca atención en Miami. También el expresidente Donald Trump apareció de manera tardía después de recibir algunos golpes medidos, en ausencia, al principio y solo a instancias de los moderadores. El gobernador de Florida, Ron DeSantis, resumió el argumento contra Trump, diciendo que es un “tipo diferente del que era en 2016” y, como Haley, sugiriendo a los republicanos que no persigan glorias pasadas.
Los momentos más tensos en el escenario surgieron de una serie de intercambios desconcertantemente prolongados sobre TikTok, la plataforma de redes sociales de propiedad china que los candidatos se complacen en criticar.
Vivek Ramaswamy fue el único que discrepó en ese frente, hablando de su uso de la aplicación como herramienta de campaña mientras sus rivales se comprometían a enterrarla, y luego llamando hipócrita a Haley porque su hija la usaba.
Comprensiblemente enfurecida, Haley le dijo a Ramaswamy que dejara a su hija fuera de sus comentarios, antes de tacharlo de “escoria”. (Ramaswamy pareció hacer todo lo posible por evitar a Haley después del debate, cuando las familias de los candidatos se unieron a ellos en el escenario).
El exgobernador de Nueva Jersey Chris Christie, el crítico más duro de Trump en las noticias por cable, apenas se dejó notar, lo que supuso otra abolladura en su reputación de astuto (y en ocasiones crudo) orador público.
He aquí seis conclusiones del tercer debate de las primarias presidenciales del Partido Republicano:
La política exterior ocupa el centro de la escena
En cuanto a la guerra de Israel contra Hamas, hubo pocas discrepancias entre los cinco candidatos. De hecho, sus respuestas fueron a menudo bastante similares.
“Yo le diría a Bibi: ‘Termina el trabajo con estos carniceros de una vez por todas’”, dijo DeSantis, refiriéndose al primer ministro de Israel por su apodo.
“Lo primero que le dije cuando ocurrió fue: ‘Acaba con ellos’”, dijo Haley momentos después.
Pero hubo fuertes divisiones sobre si Estados Unidos debía seguir apoyando a Ucrania frente a la agresión rusa.
Ramaswamy no dejó lugar a dudas sobre su postura, lanzando un largo reproche al presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, al tiempo que acusaba al país devastado por la guerra de albergar el nazismo y creencias antidemocráticas.
“Enmarcar esto como una especie de batalla entre el bien y el mal. No me lo trago”, dijo Ramaswamy.
Haley, que seguía discutiendo con Ramaswamy en el escenario, dijo que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, y el líder chino, Xi Jinping, estaban “salivando ante la idea de que alguien así pudiera convertirse en presidente”.
Christie estuvo de acuerdo.
“Recordemos la última vez que dimos la espalda a una guerra en Europa”, dijo Christie. “Nos dio solo un par de años. Y entonces 500.000 estadounidenses murieron en Europa para derrotar a Hitler. Esto no es una elección”.
DeSantis y Scott trasladaron la conversación de Ucrania a la frontera entre Estados Unidos y México y dejaron dudas sobre si creen que debe continuar el apoyo estadounidense a ese país.
“No vamos a enviar a sus hijos e hijas a Ucrania”, dijo el gobernador de Florida. “Voy a enviar tropas a nuestra frontera sur”.
El casi invisible debate sobre el aborto
Al igual que en el segundo debate, la preocupación por el aborto no apareció en los primeros más de 90 minutos del programa. Esta vez, sin embargo, la exclusión fue especialmente notable, ya que se produjo una noche después de que los votantes de Ohio consagraran el derecho al aborto en la constitución de su estado y de que los republicanos sufrieran derrotas en elecciones clave de todo el país en las que la cuestión del aborto ocupaba un lugar destacado.
Cuando por fin se abordó el tema, la mayoría de los candidatos se mantuvieron firmes en sus posiciones, dando a entender que los resultados del martes no les habían conmovido.
Scott se mantuvo firme en su llamamiento a una prohibición federal del aborto a las 15 semanas, mientras que Haley siguió defendiendo un enfoque intermedio.
“Cuando nos fijamos en esto, hay algunos estados que van más en el lado provida. Me parece bien”, dijo Haley. “Hay algunos estados que están más a favor del aborto. Ojalá no fuera así, pero el pueblo decidió”.
DeSantis, por su parte, parecía poner las derrotas de este martes a los pies de los grupos antiaborto, diciendo que habían sido “cogidos por sorpresa en estos referendos”. Desde la revocación de Roe v. Wade, los votantes en estados de todo el espectro político —incluyendo Kansas, Michigan, California, Vermont y ahora Ohio— han afirmado el derecho al aborto en las votaciones.
Es un cambio radical con respecto al segundo debate, cuando DeSantis dijo sobre los resultados de las elecciones de 2022: “Rechazo esta idea de que los provida tienen la culpa de las derrotas de mitad de mandato”.
No fue la única respuesta sobre el aborto en la que DeSantis cambió de posición. Después de declarar en el debate de septiembre que firmaría un proyecto de ley para bloquear el procedimiento después de las 15 semanas como presidente si llegara a su escritorio, DeSantis volvió a eludir el apoyo a una prohibición federal.
“Iowa no va a hacerlo necesariamente igual que Virginia, así que hay que trabajar de abajo arriba”, dijo este miércoles.
Christie dijo que los resultados del martes eran lo que querían los redactores de la Constitución y lo que esperaban los defensores antiabortistas al revocar Roe contra Wade: dejar que los estados decidan.
“Ahora hay gente que se presenta para decir: ‘Evitemos que los estados hagan lo que tienen que hacer y vayamos directamente a algún tipo de prohibición federal a partir de un determinado número de semanas’”, dijo.
DeSantis y Haley discuten sobre China
DeSantis criticó a Haley por reclutar a una empresa china de fibra de vidrio para que viniera a su estado durante su mandato como gobernadora.
“Ella les dio la bienvenida a Carolina del Sur, les dio terrenos cerca de una base militar, escribió al embajador chino una carta de amor diciendo lo gran amigo que era. Esa era como su forma número 1 de hacer desarrollo económico”, afirmó DeSantis.
“En Florida, prohibí a China comprar tierras en el estado”, continuó. “Echamos a los Institutos Confucio de nuestras universidades. Hemos reconocido la amenaza y hemos actuado con rapidez y decisión”.
Haley no tuvo oportunidad de responder inmediatamente, pero no dejó pasar la crítica y más tarde atacó el propio historial de DeSantis a través de la agencia de desarrollo económico de su estado.
“Sí, llevé una empresa de fibra de vidrio hace 10 años a Carolina del Sur, pero, Ron, tú eres el presidente de tu agencia de desarrollo económico que, desde la semana pasada, dice que Florida es el lugar ideal para las empresas chinas”, afirmó.
Ramaswamy entró en la disputa, diciendo que DeSantis tenía “razón” al señalar el apoyo previo de Haley a la inversión china, pero el empresario pasó a criticar al gobernador de Florida por sus vínculos con un donante que presionó en favor de la inversión china en EE.UU..
Eso parecía ser una referencia a los informes de que el donante de DeSantis Ken Griffin, el CEO del fondo de cobertura Citadel, presionó para enmendar un proyecto de ley que permitía a los ciudadanos chinos comprar propiedades cerca de bases militares en EE.UU. DeSantis negó las afirmaciones de Ramaswamy.
Ramaswamy atacó a todos
Durante el primer debate, Ramaswamy llamó a los otros candidatos republicanos “marionetas de los super PAC”. En el evento del mes pasado en Simi Valley, California, bajó el tono, llamándoles “buena gente contaminada por un sistema roto”.
La pregunta, entonces, era qué versión se presentaría en Miami: ¿la del niño ocurrente de los debates o la del estadista digno? La respuesta quedó clara en cuestión de minutos. El empresario de biotecnología se lanzó contra los medios, Haley, los moderadores del debate, los medios, la presidenta del Comité Nacional Republicano, Ronna McDaniel, y DeSantis.
Básicamente, cualquiera menos Trump era juego limpio.
Cuando se le preguntó por qué los votantes deberían apoyarle a él en lugar de a Trump, Ramaswamy aireó una larga lista de agravios. En primer lugar, culpó a McDaniel de la serie de derrotas que han sufrido los republicanos desde 2017, cuando fue elegida presidenta del RNC (pero también, sobre todo, cuando Trump asumió el cargo), y le dio la opción de subir al escenario y dimitir. Luego arremetió contra la decisión de que Lester Holt, de NBC News, y Kristin Welker fueran los anfitriones junto a Hugh Hewitt, de Salem Radio.
“Piensen en quién modera este debate: deberían ser Tucker Carlson, Joe Rogan y Elon Musk”, dijo, antes de arremeter contra el “establishment mediático corrupto”.
Sobre Israel, Ramaswamy dijo que animaría al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a “disparar a los terroristas de su frontera sur”, mientras que el candidato presidencial estaría “disparando a los terroristas de nuestra frontera sur”. Ramaswamy, que ha tratado de distinguirse como un candidato de la línea “Estados Unidos Primero” en un campo de “neoconservadores”, luego se burló de Haley por su política exterior. DeSantis, que ha luchado contra la especulación sobre sus botas, quedó atrapado en el fuego cruzado.
“¿Quieres un líder de una generación diferente que va a poner a este país en primer lugar, o quieres a Dick Cheney en tacones de 7 cm?”. dijo Ramaswamy. “Tenemos dos de ellos”.
La disputa Haley-Ramaswamy se vuelve personal
De cara a la noche de este miércoles, la expectativa —basada en los discursos y anuncios de los candidatos— era que los intercambios más agudos se producirían entre DeSantis y Haley, los dos candidatos que compiten por un distante segundo lugar detrás de Trump. En cambio, la exgobernadora de Carolina del Sur pasó gran parte del debate discutiendo con Ramaswamy.
A lo largo de tres debates, la enemistad entre los dos estadounidenses de origen indio se ha vuelto cada vez más personal. Este debate no fue diferente: en cuestión de minutos, Ramaswamy hizo un comentario sobre sus tacones de “7 pulgadas”, y ella respondió que eran tacones de 12 pulgadas, y “para munición”. Las cosas fueron cuesta abajo a partir de ahí.
Eso no quiere decir que Haley y DeSantis no intercambiaran palabras. Haley calificó al gobernador de Florida de “liberal” en materia de medio ambiente porque no apoyaba la perforación frente a las costas de su estado, y los dos volvieron a lanzar muchos de sus ataques contra China que se habían adelantado en las últimas semanas. Pero esas críticas, centradas en la captación por parte de Haley de empresas chinas para Carolina del Sur cuando era gobernadora, adquirieron un tono acalorado cuando intervino Ramaswamy.
Mientras Haley afirmaba que los comentarios que había hecho alabando a China respondían a su trabajo durante su mandato como embajadora de EE.UU. ante las Naciones Unidas negociando con Beijing las sanciones contra Corea del Norte, Ramaswamy la interrumpió para decir que llamaba a China “gran amiga”. Eso dio lugar a unos 20 segundos de cruce de palabras.
En uno de los momentos más tensos de la noche, Ramaswamy criticó a Haley por denunciar el uso de TikTok por parte de su campaña, aplicación que algunos republicanos quieren prohibir por motivos de seguridad, y metió a su hija en el asunto. Durante el debate de Simi Valley, Haley dijo durante una discusión sobre la aplicación que se sentía “más tonta” cada vez que le oía hablar.
“Ella se burló de mí por unirme a TikTok mientras que su propia hija en realidad estuvo usando la aplicación durante mucho tiempo”, dijo. “Así que quizá quieras cuidar primero de tu familia”.
El público abucheó y Haley saltó a la palestra.
“Deja a mi hija fuera de tu voz”, dijo, antes de añadir: “Eres escoria”.
Christie y Scott se convierten en los candidatos marginales
Uno podría ser perdonado por olvidar que Christie y Scott estaban siquiera en el escenario del debate este miércoles por la noche. Los otros tres candidatos estaban más interesados en atacarse entre ellos y parecían considerar que Christie y Scott estaban demasiado rezagados en las encuestas como para dedicarles mucho tiempo.
Sólo hubo unos pocos momentos en los que se habló de Scott o Christie. En uno de ellos, Haley criticó a su colega de Carolina del Sur por el aborto después de que este dijera que, como presidente, apoyaría un “límite nacional de 15 semanas” para el procedimiento e instara tanto a DeSantis como a Haley a estar de acuerdo con él. Haley replicó que había un proyecto de ley antiaborto patrocinado por el senador de Carolina del Sur Lindsey Graham que Scott se abstuvo de apoyar y que ha sido vago en su posición sobre el aborto. Scott replicó: “Eso no es cierto”.
En general, Scott y Christie no entraron en la polémica, y a los otros tres candidatos les pareció bien.