(CNN) – Tras varias décadas de declive, los trenes nocturnos están resurgiendo en Europa, lo que abre la posibilidad de formas más sostenibles para recorrer el continente, a medida que los viajeros buscan alternativas a los vuelos.
No hay nada como un tren nocturno. La emoción que precede a una salida nocturna. La sensación de aventura. La mezcla cosmopolita de viajeros internacionales. Y el atemporal atractivo cultural que inspiró “Murder on the Orient Express” y “From Russia With Love”, o canciones legendarias de la talla de James Brown, David Bowie y Ray Charles.
Y luego está el viaje en sí: irse a la cama mientras sales de una gran ciudad y despertarse en una nueva ciudad, o incluso en un nuevo país, puede crear recuerdos para toda la vida.
Al menos esa es la teoría, y la razón por la que la nueva ola de trenes nocturnos se está promocionando como una forma de sustituir a los vuelos de corta o media distancia en Europa y Estados Unidos.
Entonces, ¿de qué se trata?
Incluso antes de su renacimiento, los trenes nocturnos podían ser una forma agradable, memorable y a veces económica de recorrer largas distancias, pero la suerte siempre ha sido un factor importante.
En el mejor de los casos, las tarifas pueden ser buenas, ya que combinan el costo de una cama para pasar la noche y cientos de kilómetros de viaje, pero los precios suben rápidamente en las rutas más concurridas, por lo que a menudo quedan fuera del alcance de la mayoría de los viajeros.
Dondequiera que circulen, los trenes nocturnos son complicados, laboriosos y caros, una de las principales razones de su declive.
Los retrasos se miden a menudo en horas en lugar de minutos, gracias a los desvíos nocturnos, mientras que la calidad del alojamiento ha sido desigual, desde moderno y confortable a básico y anticuado.
Además, la novedad desaparece pronto si se intenta dormir en un vagón lleno de adolescentes hiperactivos o en una despedida de soltero. A nadie le gusta llegar a una ciudad nueva a las 7 de la mañana con la sensación de haber dormido en un banco del parque.
El camino de regreso
Sin embargo, su resurgimiento, sobre todo en Europa continental, se debe tanto a la creciente preocupación por el medio ambiente como a Agatha Christie o James Bond.
El fenómeno flygskam (la vergüenza de volar), que se extiende rápidamente desde Escandinavia, anima a los viajeros preocupados por el cambio climático a buscar alternativas al transporte aéreo de corta distancia.
Donde hay buenas conexiones ferroviarias, los viajes de larga distancia entre grandes ciudades vuelven a estar en auge tras la pandemia de covid-19, y para los viajes más largos los trenes nocturnos pueden ofrecer una alternativa convincente a la desagradable experiencia de los vuelos de madrugada.
Liderados por la red “Nightjet” de los Ferrocarriles Federales Austriacos (ÖBB), los enlaces nocturnos entre las principales ciudades europeas se restablecieron y ampliaron en los últimos años, invirtiendo décadas de reducción de servicios.
En diciembre recibirán un nuevo impulso con la entrada en servicio de nuevos y lujosos trenes entre Viena y Hamburgo. Con cómodas cabinas para dormir, discretas “cápsulas” para viajeros solitarios en lugar de las tradicionales literas compartidas y cabinas totalmente accesibles, los 33 nuevos trenes son quizá la señal más visible de que los viajes nocturnos en tren están de regreso.
El experto en viajes en tren Mark Smith, que dirige el sitio web The Man in Seat 61, está impresionado con estas novedades. “Los nuevos trenes tienen mucha clase”, afirmó. En mi opinión, ÖBB acertó al ofrecer una ducha y un aseo en cada cabina individual o doble, al tiempo que ofrece camas a precios asequibles en minicabinas, donde los viajeros ya no tienen que compartir con extraños”.
“Las minicabinas —una especie de hotel cápsula de estilo japonés sobre rieles— son la mayor innovación y creo que serán un éxito entre los jóvenes viajeros preocupados por el cambio climático”.
En colaboración con los Ferrocarriles Federales Suizos y la Deutsche Bahn alemana, ÖBB ha revitalizado las rutas nocturnas que unen los principales centros neurálgicos de Viena y Zúrich con ciudades de Alemania, Austria, Italia, Hungría, Polonia, la República Checa y, más recientemente, París, Bruselas y Ámsterdam.
Su éxito animó a otros países, sobre todo Francia, Italia y Suecia, a reexaminar las operaciones nocturnas, reactivar rutas abandonadas e incluso proponer nuevos vagones para mejorar su oferta.
Los Ferrocarriles del Estado Italianos (Trenitalia) acaban de comprometerse a comprar 70 nuevos vagones para trenes nocturnos, con cabinas de alta calidad con aseo y ducha, algunas de ellas con camas dobles.
Los primeros vehículos se utilizarán en la ruta de larga distancia de Milán a Sicilia, que cruza el estrecho de Mesina en el último transbordador de trenes de pasajeros que queda en Europa. El contrato, valorado en US$ 770 millones, podría suponer la introducción de hasta 370 nuevos vagones nocturnos para renovar toda la red de trenes nocturnos de Italia.
En Estados Unidos, el operador nacional de pasajeros Amtrak inició el proceso de sustitución de más de 800 vagones antiguos “Superliner” y “Amfleet” en 14 rutas nocturnas, incluidos los mundialmente famosos California Zephyr y Coast Starlight.
Viajes llenos de baches
Varias empresas privadas también se animaron a entrar en el mercado europeo, al prometer nuevas rutas, tarifas más baratas o alojamientos más lujosos que atraigan a distintos sectores del mercado de viajes.
Hasta ahora, sólo un puñado ha llegado a los rieles: la sueca Snälltåget de Suecia ahora conecta Estocolmo con Dinamarca y Alemania, mientras que el proveedor de viajes checo Regiojet opera unas pocas rutas nocturnas, incluidos trenes internacionales estacionales desde Praga a la costa adriática de Croacia.
Un nuevo y ambicioso operador es European Sleeper, que inauguró su ruta Bruselas-Amsterdam-Berlín en mayo de 2023, en la que ofrece conexiones útiles con Eurostar para los viajeros con origen o destino en Londres.
Sin embargo, las dificultades de European Sleeper para conseguir un tren y unos horarios adecuados ofrecen lecciones a otros operadores de acceso abierto que esperan explotar la renovada demanda de viajes nocturnos. Inicialmente previsto para 2022, su puesta en marcha se retrasó por una grave escasez de vagones utilizables.
Al final, European Sleeper consiguió reunir una colección de coches con asiento de la década de 1970, literas e incluso un venerable coche cama de los años 50 construido para la legendaria Compagnie Internationale des Wagon-Lits (CIWL), antigua operadora del emblemático Orient Express. Es suficiente para un tren que circula tres veces por semana en días alternos en cada dirección. Se espera aumentar la frecuencia a diaria cuando se disponga de más vehículos.
La intención original de European Sleeper era ir más allá de Berlín y llegar a Dresde, en el este de Alemania, y a Praga, la capital checa, pero la falta de franjas horarias adecuadas significa que no será posible hasta marzo de 2024. Es frustrante para todos los implicados que los trenes se agoten semanas antes de la salida y que la demanda supere a la oferta en una ruta que atrae tanto a mochileros como a viajeros de negocios.
La compañía tiene la ambición de añadir una nueva ruta cada año, con Bruselas-Copenhague-Estocolmo y Bruselas-Barcelona mencionadas hasta ahora, aunque es probable que los retos a los que se enfrenta para conseguir vehículos autorizados para Francia y España y operar a través de Francia sean formidables.
“No hay que subestimar el esfuerzo necesario para poner en marcha nuevos trenes-cama”, afirmó el experto ferroviario Smith. “Pero ÖBB y empresas emergentes como European Sleeper están demostrando que es posible”.
La francesa Midnight Trains también está intentando irrumpir en escena, con la promesa de ofrecer una lujosa experiencia de “hotel sobre ruedas” entre París y Bucarest.
A largo plazo, tiene previsto llegar a 10 destinos radiales desde París. Algunos serán más fáciles de conseguir que otros, aunque ninguno puede considerarse sencillo.
Mientras que las rutas a Milán/Venecia, Florencia/Roma, Hamburgo, Berlín y Copenhague parecen factibles si se consiguen vehículos, las de París a Madrid y Oporto requerirán trenes con capacidad de cambio de ancho de vía para circular por las vías de España y Portugal, que son más anchas que las vías europeas estándar.
Aún más arriesgada es la propuesta de Midnight Train de una ruta París-Edimburgo, que requeriría nuevos trenes construidos para pasar por túneles, puentes y andenes británicos más pequeños y cumplir la estricta normativa contra incendios del túnel del Canal de la Mancha.
A mediados de la década de 1990, un plan similar de trenes nocturnos entre las principales ciudades del Reino Unido y Europa continental – conocido como Nightstar – no pasó de la fase de pruebas y los vagones semiacabados se vendieron a la canadiense VIA Rail con enormes pérdidas.
El negocio de Nightstar se vino abajo con el auge de las aerolíneas de bajo costo, pero tras la salida del Reino Unido de la Unión Europea, es probable que el enorme costo y la resistencia política a establecer conexiones internacionales nocturnas entre el Reino Unido y Europa continental sigan superando con creces cualquier beneficio que pudieran aportar.
Atrapados en la frontera
Los requisitos de control fronterizo del Reino Unido y la Unión Europea suponen un enorme obstáculo para los trenes nocturnos internacionales con destino al Reino Unido, como ocurrió con los planes alemanes de trenes diurnos de alta velocidad Fráncfort-Bruselas-Londres y, más recientemente, su publicitado recorte de la capacidad de Eurostar.
Midnight Trains aún no obtiene ningún vehículo adecuado, y mucho menos ha iniciado el proceso de reacondicionarlos según las especificaciones propuestas. No es el único: todos los futuros operadores de trenes de libre acceso se enfrentan a la tarea de conseguir material rodante “usado”.
Sin el apoyo del gobierno, del que disfrutan ÖBB y otros ferrocarriles estatales, también es muy difícil obtener la financiación necesaria para adquirir y aprobar nuevos trenes nocturnos especiales.
Nick Brooks, secretario general de ALLRAIL, un grupo de presión que representa a los operadores ferroviarios no estatales, afirma que las compañías ferroviarias nacionales tienen una ventaja injusta que podría obstaculizar los esfuerzos por ampliar los servicios.
“Los políticos deben ser claros: el mercado de trenes nocturnos permanecerá cerrado durante mucho tiempo”, afirma. “Esto iría en contra de los objetivos del mercado ferroviario único de la UE, lo cual es una locura cuando ya existe un modelo alternativo claro y eficiente”.
“European Sleeper demuestra que la demanda de ferrocarril transfronterizo de larga distancia para pasajeros, incluidos los trenes nocturnos, está creciendo rápidamente, y que tales servicios pueden explotarse de una manera comercialmente viable y de acceso abierto”.
Una posible solución es que la Unión Europea y las empresas de arrendamiento de material rodante respalden la adquisición de una flota de vehículos especiales nocturnos para arrendarlos a cualquier operador.
¿Qué significa todo esto para la tan sonada revolución de los trenes nocturnos?
Con la honrosa excepción de Nightjet, subvencionado por el gobierno, que planea expandirse rápidamente en los próximos cinco años, los servicios europeos de trenes nocturnos aún no han llegado a la altura de las expectativas.
La demanda crece, pero las enormes dificultades de financiación y puesta en marcha frenan el crecimiento.
Ningún artículo favorable a los viajes hará que se evaporen los obstáculos operativos, políticos y financieros, ni cambiará la realidad de que las tarifas de los trenes nocturnos siguen siendo caras en comparación con los vuelos de bajo costo y los autobuses de larga distancia con precios dinámicos.
Tomados aisladamente, los trenes nocturnos que transportan entre 200 y 300 pasajeros por viaje no tienen la capacidad necesaria para lograr el necesario cambio modal en detrimento del transporte aéreo y el automóvil: sólo los trenes de alta velocidad pueden ofrecer ese tipo de frecuencia y densidad en las rutas interurbanas de larga distancia.
Sin embargo, si se dan las condiciones adecuadas, con un apoyo financiero y político bien orientado, los trenes nocturnos pueden desempeñar – y desempeñarán – un papel importante en rutas de larga distancia de entre 800 y 1.000 kilómetros en los próximos años.