(CNN) – La confianza de los estadounidenses en la ciencia y los científicos ha descendido desde el comienzo de la pandemia de covid-19, según un nuevo informe del Pew Research Center.
El porcentaje de estadounidenses que afirman que la ciencia tiene un efecto “mayoritariamente positivo” en la sociedad cayó al 57%, 8 puntos porcentuales menos que en noviembre de 2021 y 16 puntos porcentuales menos que justo antes de la pandemia, según la encuesta realizada a más de 8.800 personas adultas en la última semana de septiembre.
Más de un tercio de los encuestados cree que el impacto de la ciencia ha sido positivo y negativo a partes iguales, mientras que el 8% piensa que la ciencia tiene un impacto “mayoritariamente negativo” en la sociedad.
La confianza en la ciencia no era la misma en todo el espectro político: la encuesta de Pew reveló que los republicanos tenían menos confianza en los científicos y en los beneficios de la ciencia que los demócratas. Menos de la mitad de los republicanos (47%) dijo que la ciencia ha tenido un efecto mayormente positivo en la sociedad, una disminución desde el 70% de 2019. El 69% de los demócratas dice que la ciencia ha tenido un efecto mayormente positivo en la sociedad, aunque también ha disminuido en 8 puntos desde 2019.
“Si miras los datos en detalle, es realmente una especie de división de la información”, dijo la Dra. Katrine Wallace, epidemióloga y defensora de la lucha contra la desinformación en la Universidad de Illinois que no participó en el informe. “Ha habido una especie de disminución monótona desde 2019 en la confianza en la ciencia. Es algo impresionante”.
“Caos, desconcierto, fatiga de mensajes”
A pesar de que la opinión pública se alejó de la ciencia, casi tres cuartas partes de los adultos estadounidenses expresaron su confianza en los científicos sobre que actuan por el mejor interés del público. El número de estadounidenses que confían al menos en cierta medida en que los científicos actúan en interés del público es superior al de otros grupos destacados, como empresarios, líderes religiosos, periodistas y cargos electos.
Pero la confianza en los científicos es menor que al principio de la pandemia, ya que más de 1 de cada 4 estadounidenses (27%) afirma tener “poca” o “ninguna confianza” en ellos. La proporción de encuestados que más confianza tienen en los científicos, que dicen tener “mucha confianza”, cayó al 23% desde el 39% en 2020.
Según Brian Kennedy, autor del informe e investigador principal de Pew, no siempre fue así. Desde 2016 hasta el comienzo de la pandemia, observó un aumento general de la confianza en los científicos, seguido de un fuerte descenso una vez iniciada la pandemia.
Wallace atribuye el aumento de la desconfianza a lo que describió como una “infodemia” sobre el covid-19: una afluencia de información y opiniones contradictorias sobre el virus y las medidas de prevención.
“Ha provocado un gran caos entre el público, desconcierto, fatiga por los mensajes, y la gente se ha desentendido —declaró Wallace a CNN—. Simplemente causa mucha confusión porque tenemos diferentes personas con grandes plataformas diciendo cosas diferentes”.
Según Wallace, en las plataformas de redes sociales en las que se compartían mensajes de salud pública, los algoritmos canalizaban a los usuarios hacia “cámaras de eco” informativas que les mostraban información con la que tendían a estar de acuerdo.
A falta de información de calidad sobre el covid-19, los “vacíos informativos” sobre temas de salud pública llenaron las redes sociales de especulaciones, suplementos y curas no probadas, añadió.
En opinión de Wallace, el sistema amplificó la desinformación y cultivó una creciente desconfianza hacia la ciencia entre los grupos.
“Todo el mundo estaba en casa, en las redes sociales e interactuando en estas cámaras de eco filtrando cualquier información que no querían ver —dijo Wallace—. Diferentes grupos llegan a diferentes conclusiones porque están interactuando con información diferente”.
Y a menudo, dicen los expertos, esa avalancha de información falsa era intencionada y malintencionada: atacaban las voces científicas en favor de contenidos inexactos.
El Dr. Peter Hotez, decano de la Escuela Nacional de Medicina Tropical del Baylor College of Medicine, dijo que una “historia revisionista” surgió a medida que se expandía la pandemia, culpando a los científicos de sembrar la desconfianza y exacerbar los daños del covid-19.
“Hubo un movimiento depredador, selectivo y deliberado desde la ultraderecha para intentar desacreditar a la ciencia y a los científicos —afirmó Hotez—. La narrativa que se intenta difundir es que los científicos hicieron algo mal”.
Brechas de confianza partidistas
El informe de Pew reveló que la desconfianza en los científicos variaba mucho según el partido político.
Casi el 40% de los republicanos afirmó tener poca o ninguna confianza en que los científicos actúen en beneficio del público, frente al 14% de republicanos que tenía esa creencia en abril de 2020 o al comienzo de la pandemia.
Asimismo, menos de la mitad de los republicanos cree que la ciencia tiene un efecto “mayoritariamente positivo” en la sociedad, frente al 70% de 2019.
La confianza en los científicos también cayó entre los encuestados demócratas: la proporción de demócratas con “mucha” confianza en los científicos ha caído al 37%, por debajo de un máximo histórico del 55% en noviembre de 2020.
Sin embargo, más de 8 de cada 10 demócratas siguen expresando “al menos bastante” confianza en que los científicos actúan en interés del público. Del mismo modo, casi el 70% de los demócratas sigue creyendo que la ciencia tiene un efecto “mayoritariamente positivo” en la sociedad.
La brecha de confianza entre demócratas y republicanos, según Kennedy, ya existía antes de 2020. Pero desde entonces, se ha ampliado.
Entre los republicanos, la confianza en la ciencia disminuyó en los primeros meses de la pandemia. Entre los demócratas, la confianza en la ciencia aumentó hasta alcanzar máximos históricos durante los primeros periodos de la pandemia, pero ha disminuido en los años posteriores.
“La pandemia… realmente encendió un fuego porque todo se volvió tan políticamente cargado —dijo Wallace—. Todo el concepto del encierro y de la gente obligada a permanecer en sus casas y privada de su libertad: las diferentes mentalidades sobre cómo afrontar la pandemia se politizaron tanto”.
Los niveles de educación también dividieron las perspectivas de los encuestados hacia los científicos: el 80% de las personas con títulos universitarios tenían al menos “bastante” confianza en los científicos, en comparación con el 69% de los que tenían alguna o ninguna formación universitaria.
“Las personas que no confían en la ciencia quizá no la entienden —afirma Wallace—. Para esas personas es más fácil creer en las narrativas porque la ciencia del covid no es fácil”.
Creencias compartidas en la inversión científica
Aunque la confianza del público hacia la ciencia y los científicos ha disminuido, el 78% de los estadounidenses sigue creyendo que las inversiones del gobierno en investigación científica “merecen la pena”, con un amplio apoyo a la inversión en investigación tanto por parte de demócratas como de republicanos.
Más de la mitad de los estadounidenses considera “muy importante” que Estados Unidos sea líder mundial en logros científicos, añade el informe. Los hombres, los estadounidenses de más edad y los que tienen más estudios son los que más valoran el dominio estadounidense en logros científicos.
Hotez afirmó que la comunidad científica puede hacer algunos cambios que fomenten la confianza: “Tenemos que mejorar nuestra forma de comunicar la ciencia. Alejarnos de la idea anticuada de la comunicación de que hablamos al pueblo estadounidense como si estuvieran en sexto grado. Háblales como a adultos”.
Las universidades, que según Hotez tienen aversión al riesgo, pero deberían animar a sus científicos a hablar claro. “Pero eso es solo una parte del problema”, dijo.
Hotez y otros expertos creen necesaria una campaña más amplia contra la desinformación científica que contrarreste las voces “muy agresivas” en contra de la ciencia.
“Había muchas voces hablando de ciencia que no eran voces científicas —dijo la Dra. Wallace sobre la pandemia—. Vemos la desinformación que se publica… y cada vez es peor”.