(CNN) – Ben Brody dice que su vida iba bien. Acababa de terminar la universidad, no se metía en líos y se estaba preparando para estudiar Derecho. Entonces, aparentemente de la nada, Elon Musk utilizó su considerable influencia en las redes sociales para amplificar los desvaríos de una turba en línea que acusaba a este californiano de 22 años de ser un agente encubierto en un grupo neonazi.
Brody declaró a CNN que la acusación era tan extraña como infundada.
Pero el hecho de que tuviera un vago parecido con una persona que supuestamente pertenecía al grupo, de que fuera judío y de que una vez declarara en el perfil de una fraternidad universitaria publicado en Internet que aspiraba a trabajar algún día para el gobierno, era información más que suficiente para que los trolls de Internet concluyeran falsamente que Brody era un agente encubierto del gobierno (un “Fed”) infiltrado en el grupo neonazi para hacerlos quedar mal.
Para Brody, las consecuencias fueron inmediatas. De la noche a la mañana, se convirtió en el personaje central de una historia urdida por personas que intentan negar y restar importancia a las acciones de los grupos de odio en Estados Unidos hoy en día.
Las mentiras y burlas, a las que Musk se sumó en las redes sociales, pusieron su vida al revés, cuenta Brody. En un momento dado, dijo, él y su madre tuvieron que huir de su casa por miedo a ser atacados.
Ahora, está contraatacando.
Brody presentó el mes pasado una demanda por difamación contra Musk, el propietario de X, antes Twitter. La demanda pide una indemnización de más de un millón de dólares. Brody dice que quiere que el multimillonario se disculpe y se retracte de las falsas afirmaciones sobre él.
El abogado de Brody, que es el mismo que demandó con éxito al teórico de la conspiración Alex Jones por sus mentiras sobre la masacre de la escuela primaria Sandy Hook, dijo que espera que la demanda obligue a uno de los hombres más ricos y poderosos del mundo a reconocer su comportamiento descuidado y perjudicial en línea.
“Este caso golpea en el corazón de algo que creo que va realmente mal en este país”, dijo el abogado Mark Bankston en una entrevista con CNN. “Cómo la gente poderosa, gente muy influyente, está siendo demasiado imprudente con las cosas que dicen sobre gente privada, gente que simplemente intenta seguir con su vida y que no ha hecho nada para causar esta atención”.
Cuando se le pidió un comentario sobre la demanda, un abogado de Musk dijo a CNN “esperamos que este caso sea desestimado”. Los abogados de Musk tienen hasta el 5 de enero de 2024 para presentar su respuesta ante el tribunal.
La noche del sábado 24 de junio de 2023, Ben Brody se encontraba en Riverside, California.
A unos 1.600 kilómetros de distancia, se estaba celebrando un evento del orgullo gay cerca de Portland, Oregon. En los últimos años, la ciudad se ha convertido en un punto álgido de enfrentamientos, a menudo violentos, por las continuas guerras culturales del país.
No es de extrañar, por tanto, que el acto se convirtiera en objetivo de grupos rivales de ultraderecha y neonazis, que empezaron a pelearse entre ellos mientras protestaban. El video de la pelea, en la que los manifestantes ultraderechistas se empujaban y tiraban unos a otros, se difundió rápidamente por las redes sociales.
Los teóricos de la conspiración no tardaron en entrar en escena.
En lugar de aceptar el hecho de que dos grupos ultraderechistas que anteriormente habían abrazado la violencia fueran los responsables del enfrentamiento, los trolls en línea insistieron en que debía tratarse de un suceso de “bandera falsa”, un montaje de algún tipo para hacer quedar mal a los neonazis.
Fue entonces cuando encontraron a Ben Brody.
“Te están acusando de ser neonazi…”
Al día siguiente del acto del Orgullo, Brody empezó a recibir mensajes de texto de sus amigos diciéndole que revisara las redes sociales.
“Te están acusando de ser un federal neonazi”, recuerda que le dijeron algunos de sus amigos.
De algún modo, alguien en las redes sociales había encontrado una foto de Brody en Internet y había decidido que se parecía a una de las personas implicadas en el enfrentamiento.
Personas anónimas, autoproclamadas detectives de Internet, empezaron a indagar y descubrieron que Brody era judío y había estudiado Ciencias Políticas en la Universidad de California, Riverside. En la página web de su fraternidad universitaria, había declarado en una ocasión que quería trabajar para el gobierno.
“Puse que quería trabajar para el gobierno. Y eso porque no sabía específicamente en qué parte del gobierno quería trabajar. Ya sabes, pensaba que podría ser abogado”, recuerda Brody en una entrevista con CNN.
Su condición de judío era importante para ellos porque las teorías de la conspiración suelen estar impregnadas de antisemitismo, sugiriendo que existe un plan judío para controlar el mundo.
Las bandejas de entrada de las redes sociales de Brody se llenaron de mensajes como “Federal”, “Nazi” y “Te atrapamos”. Él y su madre se vieron obligados a abandonar la casa familiar después de que publicaran su dirección en internet, dijo.
“Parece que uno es un estudiante universitario”
Algunos de los amigos de Brody comenzaron a publicar en línea, tratando de corregir el error y explicar que se trataba de un caso de identidad equivocada. El propio Brody publicó un video en Instagram en el que intentaba desesperadamente demostrar su inocencia. Incluso llegó a conseguir una grabación de videovigilancia en la que aparecía en un restaurante de Riverside, California, en el momento de la pelea en Oregon, como prueba de que no podía haber estado en la manifestación.
Pero fue en vano. La teoría de la conspiración siguió extendiéndose por Internet, incluso en X. Pero no fueron solo trolls anónimos los que alimentaron la mentira. Musk, el propietario de la plataforma, se había sumado a la conspiración, amplificándola a sus millones de seguidores.
Un video del evento de Oregon mostró cómo al menos un manifestante se quitaba la máscara durante la pelea entre los grupos de ultraderecha enfrentados. Musk preguntó en X el 25 de junio: “¿Quiénes eran los individuos desenmascarados?”.
Otro usuario de X enlazó a un mensaje en el que se afirmaba que Brody era uno de los desenmascarados. El mensaje destacaba una línea del perfil de la fraternidad de Brody que decía que quería trabajar para el gobierno después de graduarse.
El tuit afirmaba que el presunto miembro desenmascarado del grupo ultraderecha era Brody, señalando que era un “estudiante de ciencias políticas en una escuela liberal en un camino profesional hacia los federales”.
“Muy raro”, respondió Musk.
Otro usuario compartió el mensaje en el que se alegaba la implicación de Brody y comentó: “¿Recuerdas cuando nos llamaron teóricos de la conspiración por decir que los federales plantaban falsos nazis en los mítines?”.
“Siempre hay que quitarles las máscaras”, respondió Musk.
El 27 de junio, tras varios días enfrascado en teorías de conspiraicón sobre el tema, Musk alegó que la trifulca de Oregon era una bandera falsa. “Parece que uno es un estudiante universitario (que quiere unirse al Gobierno) y otro es quizá un miembro de Antifa, pero no obstante es una probable situación de bandera falsa”, publicó.
“Sabía que esto se estaba precipitando, pero cuando Elon Musk hizo un comentario, pensé: ‘boom, es el último clavo en el ataúd’”, recuerda Brody.
Musk es el que más seguidores tiene en X: unos 150 millones a finales de junio, cuando tuiteó sobre la pelea de Oregon, según datos de Internet Archive. Ese tuit ha sido visto más de 1,2 millones de veces, según los propios datos de X.
A Brody le preocupaba que su nombre se asociara para siempre con el neonazismo, que no pudiera conseguir trabajo. Aunque había terminado la universidad, aún no se había graduado, y dijo que algunas de las cuentas que le enviaban mensajes amenazaban con ponerse en contacto con su universidad. “Mi vida está arruinada”, pensó.
En un intento por limpiar su nombre, concedió una entrevista a Vice.com, que llamó la atención de Mark Bankston.
El hombre que acabó con Alex Jones
Bankston es mejor conocido como el abogado que se enfrentó con éxito al teórico de la conspiración Alex Jones en los tribunales en nombre de los padres que perdieron a sus hijos en el tiroteo de la escuela Sandy Hook en 2012.
Bankston dijo que el caso de Brody no solo es una oportunidad para ayudar a limpiar el nombre del joven, sino que también podría forzar lo que él considera una conversación necesaria sobre la naturaleza violenta del discurso en línea.
La demanda presentada el mes pasado en el condado de Travis, Texas (el mismo condado en el que Bankston demandó con éxito a Jones), alega que las afirmaciones de Musk sobre Brody forman parte de un “patrón serial de calumnias” por parte del multimillonario.
Musk, argumenta la demanda, es “quizás el más influyente de todos los influencers, y su respaldo a la acusación contra Ben impulsó a otros influencers y usuarios de medios sociales a continuar sus ataques y acoso, así como a publicar acusaciones contra Ben que permanecerán en línea para siempre”.
Poco después de tomar las riendas de Twitter en 2022, Musk dijo que la plataforma debía “convertirse, con diferencia, en la fuente de información más precisa sobre el mundo”.
Pero, por el contrario, alega la demanda, “Musk ha estado utilizando personalmente la plataforma para difundir declaraciones falsas de forma constante, al tiempo que apuntala y amplifica los elementos más reprobables del Twitter amante de las conspiraciones”.
La demanda describe cómo Musk ha participado en cuentas que propagan el racismo y el antisemitismo y enumera los casos en los que ha compartido o participado públicamente en teorías conspirativas, como el pasado mes de octubre, cuando compartió afirmaciones falsas sobre el ataque a Paul Pelosi, marido de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
La demanda alega que en agosto, después de que Musk fuera informado a través de sus abogados sobre el caso de Brody por difamación, Musk se negó a borrar sus mensajes.
Bankston y su cliente dicen que la demanda va mucho más allá del dinero.
“Solo quiero aclarar las cosas”, dijo Brody a CNN. “No se trata de venganza. No estoy enojado. No es resentimiento. Solo quiero aclarar las cosas, obtener una disculpa, para que esto no le vuelva a pasar a nadie más”.