(CNN) – “Estoy de camino para ver mi casa… mi familia que está bajo los escombros”, dijo Mahmoud Moharram, un palestino desplazado, mientras caminaba con un grupo de residentes que esperan regresar al norte de Gaza mientras dure la tregua en los combates.
“Queremos recuperar a nuestros familiares, a nuestros hijos”, dijo a CNN Moharram, quien, junto con innumerables palestinos, evacuó su hogar en el norte en medio de la campaña militar de Israel.
“Los dejamos. Queremos volver a casa”, añadió.
La tan esperada tregua del viernes entre Israel y Hamas ha proporcionado a miles de palestinos de Gaza un momento de respiro tras casi siete semanas de combates. El sonido de los drones militares se calmó el viernes por primera vez desde el 7 de octubre, el día en que Hamas asaltó brutalmente ciudades israelíes, matando a más de 1.200 personas en el mayor ataque de este tipo contra Israel desde la fundación del país en 1948.
Puede que los ataques contra Gaza hayan cesado, pero los residentes siguen enfrentándose a casas destruidas, seres queridos desaparecidos y una ayuda que solo llega lentamente.
Muchos aprovechan la tregua para intentar volver al norte, a pesar de las advertencias militares israelíes.
Poco antes de que la tregua entrara en vigor, Israel hizo hincapié en recordar a los palestinos de Gaza que solo se trataba de una tregua temporal y que no significaba el fin de la guerra.
“La guerra aún no ha terminado”, dijo el portavoz árabe de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Avichay Adraee, en un video publicado en X este viernes. “El cese de hostilidades con fines humanitarios es temporal”.
Adraee también advirtió a los gazatíes que no volvieran hacia el norte, diciendo que parte del territorio “es una peligrosa zona de guerra y está prohibido avanzar hacia ella”.
El viernes por la mañana también se lanzaron volantes en árabe por el sur de Gaza con información e instrucciones similares.
Pero muchos gazatíes dicen que necesitan aprovechar esta pausa en los combates para regresar a casa, donde permanecen recuerdos, pertenencias, dinero, ropa e incluso algunos de sus seres queridos, vivos o muertos.
“Queremos enterrarlos”
“Estos son nuestros hogares, (donde dejamos) nuestro dinero, nuestras cosas, nuestras pertenencias”, dijo Asa’ad Agha, un palestino desplazado de Beit Lahia, en el norte de Gaza.
“Nuestros hijos murieron, no hemos podido enterrarlos”, dijo Agha a CNN. “Queremos enterrarlos. Tenemos mártires tirados por todas las calles”.
Sin embargo, los palestinos que intentaban regresar al norte fueron bloqueados por las fuerzas israelíes, según dijeron residentes y un periodista a CNN.
“¿De qué tregua hablan cuando los tanques nos están disparando toda la mañana?”, dijo Abo Mohamed al-Fayoumi, sentado junto a unas mantas y una bolsa de plástico blanca que, según dijo, contenía todas sus pertenencias.
“No sentimos ninguna tregua, no nos sentimos seguros”, afirmó al-Fayoumi.
En videos compartidos en las redes sociales se veía a personas huyendo en medio del sonido de disparos, presuntamente israelíes, en la calle Salah al-Din. Un periodista dijo a CNN que se habían visto tanques israelíes y que se oían disparos en la misma calle, la principal carretera que atraviesa el enclave de norte a sur.
En respuesta a las preguntas de CNN sobre si se disparó a las personas que intentaban viajar hacia el norte, las FDI dijeron que “están estacionadas a lo largo de las líneas operativas designadas de la pausa de acuerdo con las disposiciones del marco acordado”.
Anteriormente, las FDI habían pedido a los residentes que aprovecharan el tiempo que ofrece la tregua para “abastecerse de artículos de primera necesidad y organizar sus asuntos” en lugar de viajar al norte. El único movimiento permitido en el norte sería para los residentes que evacuen hacia el sur, dijeron las FDI.
No está claro cuántos de los 1,1 millones de personas que poblaban el norte de Gaza antes de la evacuación siguen allí. El enviado especial de Estados Unidos, David Satterfield, afirmó a principios de mes que entre 350.000 y 400.000 personas seguían en el norte.
Más de 1,7 millones de los 2 millones de habitantes del territorio son desplazados internos, según la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA, por sus siglas en inglés).
La ayuda llega a cuentagotas
La ayuda llega al enclave mientras se mantiene la breve tregua.
Al menos 90 de los 200 camiones de ayuda con alimentos, agua, suministros médicos y de socorro han entrado hasta ahora en Gaza a través del paso fronterizo de Rafah el viernes, dijo a CNN un funcionario egipcio en la frontera.
La Media Luna Roja Palestina dijo este viernes que sus equipos habían recibido dos ambulancias y 85 camiones de su homóloga egipcia.
También está llegando al territorio el combustible que tanto se necesita: al menos siete camiones de combustible han cruzado hasta ahora de Egipto a Gaza, según un periodista que trabaja para CNN sobre el terreno.
El Coordinador de Actividades Gubernamentales en los Territorios (COGAT) de Israel declaró que cuatro camiones cisterna de combustible y cuatro camiones cisterna con gas de cocina proporcionado por el gobierno israelí también habían cruzado a Gaza a través de Rafah el viernes por la mañana.
Casas, refugios y hospitales se han quedado sin electricidad en los últimos días y semanas, al quedarse el territorio sin el combustible necesario para alimentar los generadores.
La ayuda que llega está siendo distribuida por la UNRWA.
Los palestinos pidieron el viernes un corredor seguro que les permita cruzar al norte, recoger sus pertenencias, enterrar a sus muertos y luego regresar al sur.
“Si pudieran establecer un corredor de cruce para nosotros, para ir a nuestras casas y volver”, dijo Agha.
Más de 14.000 palestinos han muerto en Gaza desde que comenzó la guerra, según el Ministerio de Sanidad, controlado por Hamas.
“Nuestra gente ha desaparecido. No queda nadie”, afirmó Moharram.