El subgerente de bomberos Leif Mathiesen busca una abertura en las secuoyas quemadas de Redwood Mountain Grove en el Parque Nacional Kings Canyon en noviembre de 2021.

(CNN) – El Servicio de Parques Nacionales de EE.UU. (NPS, por sus siglas en inglés) quiere volver a plantar secuoyas en los parques nacionales Sequoia y Kings Canyon, donde los incendios forestales de 2020 y 2021 causaron daños profundos a los icónicos bosques. Sin embargo, los ambientalistas de California dicen que es un gran error.

Cuatro grupos presentaron una demanda contra el NPS el 17 de noviembre, diciendo que los planes de la agencia violan la ley ya que incluyen plantar en áreas designadas como silvestres, donde la participación humana en el ecosistema está explícitamente prohibida.

El NPS anunció el proyecto de plantación a principios de este otoño, diciendo que había preocupaciones “porque la regeneración natural puede no ser suficiente para sustentar las arboledas autosostenibles en el futuro, particularmente porque los incendios mataron una cantidad sin precedentes de secuoyas reproductivas en las arboledas mismas”.

Chad Hanson, director del Proyecto John Muir, uno de los grupos que presentó la demanda, cuestiona esa conclusión. Las secuoyas se encuentran entre las especies de árboles que en realidad “dependen del fuego de alta intensidad para reproducirse eficazmente”, dijo Hanson a CNN.

“La naturaleza no necesita nuestra ayuda”, dijo Hanson a CNN. “Se supone que no debemos involucrarnos en su cuidado como si fuera un jardín”.

Los defensores de Wilderness Watch, Sequoia Forest Keeper y Tule River Conservancy demandaron por primera vez al NPS en septiembre para detener otro proyecto de la agencia para cortar y quemar árboles en las mismas áreas silvestres. Denominado “Proyecto de Reducción de Combustibles”, ese plan autorizaría la tala de 400 hectáreas de madera y sometería a 8.000 hectáreas adicionales a “incendios generados por el administrador y actividades asociadas”, según la denuncia.

El Proyecto John Muir, una organización sin fines de lucro centrada en garantizar la protección de los bosques públicos federales, se unió a la demanda el 17 de noviembre y la modificó para incluir el proyecto de replantación de secuoyas como parte de la demanda. Los grupos ahora acusan conjuntamente al NPS de invadir ilegalmente tierras protegidas por el Gobierno federal en ambos proyectos.

Un portavoz del NPS se negó a hacer comentarios, citando la política de la agencia sobre litigios en curso, pero confirmó que la replantación ya comenzó en dos bosques de secuoyas a mediados de octubre, antes de que se presentara la última denuncia.

“El Servicio de Parques tiene que cumplir con la Ley de Vida Silvestre de 1964”, dijo Kevin Proescholdt, director de Conservación de Wilderness Watch. Incluso si el cambio climático agrava fenómenos naturales como los incendios forestales, la Ley de Áreas Silvestres exige que “de todos modos debemos permitir que estos ecosistemas naturales respondan como quieran a los cambios causados por el clima cambiante”, dijo Proescholdt.

En esta fotografía de septiembre de 2021, el Windy Fire arde a través de Long Meadow Grove de secuoyas gigantes cerca del Sendero de los 100 Gigantes durante la noche, en el parque nacional Sequoya.

Los grupos también alegan que ambos proyectos fueron aprobados después de haber eludido “procesos requeridos de revisión ambiental y participación pública”, según la demanda, al declararlos como proyectos de “emergencia” que no tendrían que cumplir con esos requisitos.

Los incendios forestales de alta intensidad han sido un “componente natural” de los bosques de secuoyas de California durante “decenas de millones de años”, dijo Hanson, y las secuoyas han evolucionado desde entonces para adaptarse a esos incendios e incluso depender de ellos.

Los conos de las secuoyas gigantes son serotoninosos, lo que significa que “necesitan un fuego lo suficientemente intenso como para derretir las resinas de los conos y hacer que los conos liberen  millones y millones de semillas”, dijo Hanson. Los incendios de alta intensidad también limpian el suelo del bosque de material orgánico (convirtiéndolo en un suelo rico en minerales donde esas semillas pueden echar raíces) y matan a la mayoría de los árboles en el dosel del bosque, permitiendo que entre la luz solar necesaria para que los árboles jóvenes crezcan adecuadamente.

Pero varias agencias, incluido el NPS y el Servicio Forestal Nacional, han operado con una “mentalidad de Smokey the Bear”, tratando los incendios naturales como si fuera necesario eliminarlos y prevenirlos, sin comprender su “papel ecológico histórico”, dijo Proescholdt.

“Cuanto más permitan las agencias que el fuego natural arda y cumpla su función, mejores serán estos bosques silvestres”, dijo.

El NPS dijo en su anuncio del proyecto que solo replantaría en áreas en las que los estudios de campo mostraran “regeneración natural insuficiente para que los bosques se restablezcan exitosamente… como lo habrían hecho naturalmente si no hubieran experimentado efectos severos y extensos durante los incendios recientes”.

Hanson cree —después de analizar tres décadas de datos geológicos e imágenes satelitales de incendios forestales— que esas intervenciones planificadas tienen un efecto opuesto al previsto.

“Lo que encontramos es que el bosque con menor protección ambiental y mayor remoción de árboles sufrió el incendio más intenso, incluso en los mismos tipos de bosque”, dijo Hanson.

Si se permite que el NPS continúe con sus planes, sentaría un “terrible terrible precedente para las áreas silvestres en todo el país”, dijo Proescholdt; aunque cree firmemente que el tribunal se pondrá del lado de los demandantes.

“Sabemos lo que dice la Ley [de Áreas Silvestres] y sabemos cómo los tribunales la han interpretado en el pasado”, dijo. “Y por eso creo que también en este caso prevaleceremos”.