CNNE 1515080 - haiti pandillas

(CNN) – Un informe de la ONU publicado este martes detalla cómo una ola de violencia arrasa las zonas rurales de Haití, con redadas de pandillas en aldeas y niveles alarmantes de inseguridad alimentaria causados por los ataques contra los agricultores en el país.

El reporte, de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU y la Oficina Integrada de la ONU en Haití, revela un análisis crudo del despliegue de las pandillas en la nación empobrecida, que ha vivido disturbios cada vez más profundos desde el asesinato en 2021 del entonces presidente Jovenel Moise.

Anteriormente, la atención se había centrado principalmente en Puerto Príncipe, la capital, donde bandas en guerra han obligado a miles de personas a abandonar sus hogares y a instalarse en campamentos improvisados en toda la ciudad. El reporte de la ONU se enfoca en Bas-Artibonite, centro de la producción de arroz en Haití situado a unos 100 kilómetros de la capital, donde ahora hay más de 20 grupos criminales “extremadamente violentos” que luchan por el territorio, según el informe. Unas 1.690 personas fueron asesinadas, heridas o secuestradas desde enero de 2022 hasta el mes pasado, añadió la ONU.

El alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, destacó en un comunicado la “terrible violencia que se expande contra la población —dentro y fuera de Puerto Príncipe— y la incapacidad de la policía para detenerla”.

“La situación en Haití es catastrófica”, afirmó. “Seguimos recibiendo informes de asesinatos, violencia sexual, desplazamientos y otros tipos de violencia, incluso en hospitales”, insistió.

El informe pide el despliegue urgente de la misión de apoyo multinacional autorizada por el Consejo de Seguridad de la ONU el mes pasado y el refuerzo de la Policía de Haití. Se espera que la fuerza esté dirigida por Kenia, que ha prometido 1.000 policías para la misión, aunque el despliegue ha estado bloqueado por desafíos legales.

“La tan necesaria misión de Apoyo Multinacional a la Seguridad debe desplegarse en Haití lo antes posible”, sostuvo Türk en el comunicado.

Según el informe, la violencia aumentó drásticamente en la región de Artibonite hacia finales del año pasado, con pandillas y grupos contrarios a ellas que ahora compiten por el control del territorio. Hubo al menos 110 ataques que realizaron pandillas en aldeas rivales desde enero de 2022 hasta el mes pasado, con una exhibición de “brutalidad extrema”, incluidas decapitaciones, violaciones y secuestros, de acuerdo al reporte.

Los ataques descarados a plena luz del día en algunas de las carreteras más transitadas de la zona también son comunes, según el informe, con más de 85 personas asesinadas por pandilleros que levantaron barricadas o tendieron emboscadas a vehículos de transporte público desde el costado de la carretera.

Los agricultores y sus propiedades también se han convertido en “objetivos principales” de las pandillas, según el informe, cuyos miembros ocupan campos y obligan a los agricultores a pagar impuestos para tener acceso a ellos. “Quienes se atreven a protestar son golpeados y asesinados, o les roban sus cosechas y su ganado”, registró la ONU.

En abril, el Programa Mundial de Alimentos observó una reducción de casi 5.000 hectáreas de cultivos en tres comunas del Bajo Artibonite “debido al desplazamiento forzado de la mano de obra agrícola”.

Más del 45% de la población que vive en Artibonite se considera en situación de inseguridad alimentaria aguda, según descubrió el programa en septiembre pasado.

“Como lo demuestra la dinámica actual en la región del Bajo Artibonite, particularmente en torno a la cuestión de la propiedad agrícola, una respuesta policial y judicial no será suficiente para proteger los derechos humanos de la población”, sostuvo el informe. “Cuanto más tiempo lleve desplegar una fuerza internacional especializada, más sólida tendrá que ser la respuesta”.