(CNN) – En medio de los combates en el Líbano entre tropas israelíes y Hezbollah, y mientras EE.UU. bombardeaba posiciones de los hutíes en Yemen, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) anunciaron este jueves la muerte del líder de Hamas, Yahya Sinwar, en Gaza.
Sinwar es el hombre más buscado por las autoridades israelíes, y no había sido visto en público desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamas en octubre de 2023. Al momento, las FDI dijeron que Sinwar es uno de los tres “terroristas” eliminados recientemente en un operativo de rutina en Gaza.
Un mes atrás Sinwar había reaparecido con una inusual carta dirigida al jefe de Hezbollah, Hassan Nasrallah (muerto en un ataque israelí a finales de septiembre), según el grupo militante libanés, en la que reafirmaba su compromiso de luchar contra Israel y de apoyar la alianza de militantes regionales respaldada por Irán conocida como el “Eje de la Resistencia”.
¿Pero quién era exactamente Sinwar, por qué fue un actor clave en Hamas y qué tan grave es su muerte?
Israel ha acusado públicamente a Sinwar de ser el “cerebro” detrás del ataque terrorista de Hamas contra Israel del 7 de octubre, aunque los expertos afirman que es probable que sea uno de varios, lo que lo convierte en uno de los objetivos clave de su guerra en Gaza.
Sinwar, figura de larga trayectoria en el grupo islamista palestino, fue responsable de la construcción del ala militar de Hamas antes de forjar nuevos e importantes lazos con las potencias árabes regionales como líder civil y político del grupo.
Fue elegido miembro del principal órgano decisorio de Hamas, el Politburó, en 2017 como líder político de la rama de Hamas en Gaza. Sin embargo, desde entonces se ha convertido en el líder de facto del Politburó, según una investigación del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR, por sus siglas en inglés).
El Departamento de Estado de Estados Unidos lo considera terrorista global desde 2015 y recientemente ha sido sancionado por el Reino Unido y Francia.
Harel Chorev, investigador principal del Centro Moshe Dayan de Estudios sobre Medio Oriente y África de la Universidad de Tel Aviv, afirmó que, si bien Sinwar es una pieza clave dentro de Hamas, no debería considerársele su único líder.
“Se le percibe como el de mayor rango porque tiene un perfil público muy alto, pero Hamas no funciona así”, afirmó. “Hamas es una organización descentralizada con varios centros de poder separados y él es uno de ellos”.
Chorev dijo que, aunque Sinwar es una figura prominente, forma parte de un “triunvirato” de funcionarios de Hamas responsables del atentado del 7 de octubre, junto con Mohammed al-Masri, conocido popularmente como Mohammed Deif, comandante de las Brigadas Al-Qassam, brazo militar de Hamas, y el adjunto de Deif, Marwan Issa.
Sinwar, con cabellos cano y ojos oscuros hundidos bajo unas cejas prominentes es, por mucho, el más conocido y reconocible de los tres, pero fue Deif quien anunció los atentados del 7 de octubre.
Pero mientras Sinwar ha pasado los últimos años dando discursos y siendo fotografiado, Deif es una figura extremadamente reservada y sombría a la que no se ha visto en público en décadas.
“Muerto andante”
Sinwar nació en 1962 en un campo de refugiados de Khan Younis, al sur de Gaza. Su familia fue desplazada de Al-Majdal, un pueblo palestino situado en la actual Askhelon, durante la guerra árabe-israelí.
Se unió a Hamas a finales de la década de 1980 y se convirtió en uno de los fundadores de su temido aparato de inteligencia interna, conocido como el Majd.
Fue condenado en 1988 por participar en el asesinato de dos soldados israelíes y cuatro palestinos sospechosos de colaborar con Israel, y pasó más de dos décadas en una prisión israelí.
Sinwar declaró posteriormente que había pasado esos años estudiando a su enemigo, incluso aprendiendo a hablar hebreo.
Fue liberado en 2011 como parte del acuerdo por el que se intercambiaron más de 1.000 prisioneros palestinos por Gilad Shalit, un soldado de las FDI que había sido capturado y llevado a Gaza, donde permaneció retenido más de cinco años.
En aquel momento, Sinwar calificó el intercambio de “uno de los grandes monumentos estratégicos de la historia de nuestra causa”.
Chorev dijo que a su liberación contribuyó el hecho de que su hermano fuera uno de los secuestradores de Shalit e insistiera en que se le incluyera en el trato.
De vuelta en Gaza, Sinwar ha ascendido en el escalafón y se ha convertido rápidamente en una pieza clave dentro de Hamas. Chorev dijo que se hizo conocido por su brutalidad y la violencia que inflige a cualquiera del que sospeche traición o colaboración.
“Es bien sabido que, mientras estuvo en prisión, torturó a personas, en su mayoría miembros de Hamas, utilizando (una) plancha caliente para causarles quemaduras… su papel en el Majd dice mucho de su carácter, de su crueldad. Pero al mismo tiempo, los israelíes que lo conocieron dijeron que también puede ser muy práctico, discutiendo abiertamente las opciones”, dijo Chorev.
Como dirigente político de Hamas, Sinwar se centró en las relaciones exteriores del grupo. Según el ECFR, fue el responsable de restablecer la relación de Hamas con los dirigentes egipcios, que recelaban del apoyo del grupo al Islam político, y de conseguir financiación militar continuada de Irán.
Sinwar está considerado un decisor vital y probablemente el principal punto de contacto dentro de Gaza durante las intensas negociaciones sobre la devolución de los más de 240 rehenes tomados en el enclave por Hamas en los atentados del 7 de octubre. En las conversaciones han participado altos cargos de Israel, Hamas, Estados Unidos, Qatar y Egipto.
“Al final del día hay dos personas” encima de las negociaciones, dijo Gershon Baskin, un conocido activista israelí por la paz que participó en la liberación de Shalit, el soldado israelí, en 2011. “Uno es Yahya Sinwar por parte de Hamas, y el otro es Benjamin Netanyahu por parte israelí”.
Más de 100 rehenes israelíes y extranjeros fueron liberados por Hamas y 240 prisioneros y detenidos palestinos liberados por Israel como parte de una tregua ganada en esas conversaciones, antes de que el alto el fuego temporal se derrumbara el 1 de diciembre, con Israel y Hamas culpándose mutuamente del fracaso. Desde entonces las negociaciones se han estancado mientras las operaciones israelíes continúan en Gaza.
En diciembre de 2023 el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, dijo que las fuerzas israelíes habían rodeado la casa de Sinwar. Pero las FDI dijeron luego que Sinwar no estaba en la residencia y se creía que estaba escondido bajo tierra en Gaza. Un alto asesor de Netanyahu dijo entonces que era “solo una cuestión de tiempo antes de que lo atrapemos”.
Pero una última propuesta de alto el fuego y devolución de rehenes presentada recientemetne por el Gobierno de Netanyahu a EE.UU. incluía también una salida con vida de Gaza para Sinwar. Hamas rechazó la propuesta.
Por otro lado, la Corte Penal Internacional anunció en mayo de este año que estaba solicitando órdenes de detención contra Sinwar y también contra Netanyahu, acusados de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad por los ataques del 7 de octubre contra Israel y la posterior guerra en Gaza, según declaró el fiscal jefe del tribunal, Karim Khan, en una entrevista exclusiva con Christiane Amanpour, de CNN.
A Sinwar se le ha llamado de muchas maneras en los últimos dos meses: el portavoz militar israelí, teniente coronel Richard Hecht, calificó a Sinwar de “rostro del mal” y lo declaró “muerto andante”. Los medios de comunicación israelíes lo compararon con Osama bin Laden, mientras que un perfil publicado por las FDI lo apodó “el carnicero de Khan Younis”.
Pero Chorev dijo que a pesar de su posición en el centro de atención, Sinwar es solo uno de los muchos comandantes que Israel necesita eliminar antes de que pueda decir que ha “destruido a Hamas”.
“En pocas palabras, si Israel mata a Sinwar, no significa necesariamente que vaya a derrocar a Hamas. Sin embargo, Hamas puede ser derribada aunque Sinwar siga vivo… porque no es (una orgnización jerárquica). Para que Israel destruya Hamas, tiene que destruir una masa crítica de centros de poder, no solo a él”, afirmó.
Con información de Ivana Kottasová y David Shortell.