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Israel inunda los túneles de Hamas con agua de mar, según funcionario estadounidense
03:17 - Fuente: CNN

(CNN) – El principal asesor de política exterior y seguridad del presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, defendió la decisión de su país de acoger a altos cargos de Hamas, afirmando que Turquía está involucrándose con Hamas “para lograr la paz”.

Los miembros de Hamas pueden entrar y salir libremente de Turquía y tienen presencia permanente en el país.

Sus altos cargos se han reunido periódicamente con el presidente Erdogan a lo largo de los años. El jefe de Hamas, Ismail Haniyeh, se reunió con Erdogan en julio y hay informes no confirmados de que Haniyeh se encontraba en Turquía —y no en Qatar, su domicilio habitual— durante los ataques del 7 de octubre.

En su primera entrevista en inglés desde que comenzó la guerra en Gaza, Akif Cagatay Kilic dijo que no sabía si Haniyeh estaba en Turquía el 7 de octubre, pero admitió que “podría haber estado”.

Kilic defendió los antiguos vínculos de Turquía con Hamas, que muchos países consideran un grupo terrorista. Turquía no.

“La cuestión no es dónde están [los miembros de Hamas] en qué momento, la cuestión es cómo podemos resolver el conflicto que estamos teniendo, la guerra que estamos teniendo ahora mismo”, dijo.

“Estamos hablando de esta cuestión a la luz de los acontecimientos de hoy, pero la realidad es que en el pasado, por ejemplo, el propio gobierno israelí nos pidió (…) hace más de 10 años, que nos vinculáramos con Hamas, que trabajáramos con ellos”.

El líder de Hamas, Ismail Haniyeh, ofrece una rueda de prensa durante su visita al Dar al-Fatwa, la máxima autoridad religiosa suní del Líbano, en Beirut, el 22 de junio de 2022.

Kilic también advirtió a Israel contra la promesa de su servicio de seguridad nacional de matar a dirigentes de Hamas en el extranjero.

Kilic dijo que cualquier intento de asesinato israelí en suelo turco sería “inaceptable en cualquier término”. Funcionarios turcos no identificados habían advertido previamente a Israel que habría “graves consecuencias” en ese caso.

El presidente Erdogan ha sido uno de los líderes más abiertos del mundo desde que comenzó la guerra. Ha calificado al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, de “carnicero de Gaza” y ha dicho que será juzgado en un tribunal internacional como criminal de guerra.

Las desavenencias diplomáticas entre Turquía e Israel sobre los derechos de los palestinos definieron gran parte de las dos décadas de mandato de Erdogan como presidente y, antes de eso, como primer ministro.

Recientemente, Erdogan ha intentado enterrar el hacha de guerra. El líder turco se reunió con Netanyahu poco más de una semana antes del ataque del 7 de octubre en un intento de mejorar los lazos.

Cuando se le preguntó si Turquía también presionaría para que se juzgara a Hamas por el ataque del 7 de octubre, en el que murieron más de 1.200 personas, en su mayoría civiles, Kilic no se comprometió. Dejó claro en repetidas ocasiones que la matanza de civiles en cualquiera de los bandos del conflicto es “inaceptable”, pero también se desdijo repetidamente cuando se le preguntó si Hamas debía rendir cuentas ante tribunales internacionales.

“Si estamos yendo y viniendo sobre el mismo punto, entonces tenemos 56 o 57 años de ocupación palestina. Creo que fue el secretario general de las Naciones Unidas quien dijo: ‘nada ocurre en el vacío’”, afirmó Kilic, en referencia a los polémicos comentarios sobre los ataques del 7 de octubre realizados por António Guterres.

Los lazos diplomáticos y económicos de Turquía con Israel se remontan a 1949. A lo largo de las décadas, los lazos económicos se han mantenido a pesar de los importantes altibajos en las relaciones diplomáticas. Y a pesar de que el presidente Erdogan se refirió recientemente a Israel como un “Estado terrorista”, Kilic afirma que “no se habla de sanciones [económicas] en este momento (…) pero, por supuesto, la relación es tensa”.

Las relaciones se hundieron en 2010, cuando nueve turcos y un estadounidense murieron al asaltar las tropas israelíes el Mavi Marmara, un barco que encabezaba una flotilla de ayuda a Gaza, sometida a un bloqueo impuesto por Israel y Egipto desde 2007.

El mes pasado, un grupo de ONG turcas e internacionales anunció un plan para lanzar una nueva flotilla de ayuda a Gaza con el objetivo de zarpar a finales de este año o principios del próximo.

Ankara no ha dicho si daría su bendición para que los barcos zarparan de un puerto turco. Kilic dijo que, por el momento, no se le ocurre ninguna razón para negarse, pero que la decisión final se tomaría en el futuro.

Ucrania y la OTAN

Turquía se ha posicionado como un importante mediador entre Rusia y Ucrania a medida que el conflicto se acerca a la marca de los dos años, en un relativo punto muerto. Turquía participó activamente en los primeros esfuerzos por negociar la paz y desempeñó un papel crucial en la negociación de un acuerdo de seguridad para los buques que transportan grano ucraniano a los mercados mundiales, acuerdo que ya ha expirado.

Kilic está de acuerdo en que hay algunos signos de cansancio entre los partidarios occidentales de Ucrania y que Turquía estaría dispuesta a ayudar a mediar en la paz, pero ambas partes tienen que estar preparadas.

“Nadie se ha dirigido directamente a nosotros para trabajar en un acuerdo de paz o algo parecido, pero (…) también podemos sentir que hay un sentido del tiempo, ya sabes, que está durando demasiado”, afirmó.

Erdogan se ha jactado repetidamente de mantener un enfoque “equilibrado” sobre la guerra de Ucrania, continuando las relaciones con Putin a pesar del creciente aislamiento del presidente de Rusia del mundo occidental.

Desde que Rusia lanzó su invasión a gran escala de Ucrania en febrero de 2022, el líder turco se ha erigido en un agente de poder clave, adoptando un acto de equilibrio crucial entre ambos bandos, ampliamente conocido como “neutralidad proucraniana”.

Las recientes señales de que llegará pronto la aprobación turca de la candidatura sueca a la OTAN, pendiente desde hace tiempo, vuelven a parecer inciertas. El asunto está a la espera de la aprobación del parlamento de Turquía, que tiene el segundo ejército más grande de la OTAN.

El ministro de Asuntos Exteriores, Hakan Fidan, sugirió el mes pasado que la candidatura sueca se aprobaría a finales de año, pero más recientemente el jefe de la Comisión de Asuntos Exteriores de Ankara declaró que no había prisa por presentar el proyecto de ley para su votación.

El presidente Erdogan declaró este mes que espera que el Congreso estadounidense apruebe la venta de aviones de combate F-16 a Turquía al mismo tiempo que la candidatura sueca a la OTAN. No hay un calendario claro para que esto ocurra.

Kilic fue evasivo al ser consultado sobre si los F-16 eran una condición determinante para Turquía, pero dijo que “ayudaría enormemente” porque “hay una cierta resistencia” a la aprobación en el parlamento en este momento. Erdogan ha acusado repetidamente a Suecia de dar cobijo a militantes del proscrito Partido Popular del Kurdistán (PKK).

Consultado sobre si aún podría conseguirse este año, dijo que “en política y en el mundo de las relaciones internacionales siempre hay una posibilidad de hacer cualquier cosa (…). Depende de cómo, creo, se cumplan o no los requisitos y las exigencias con respecto a un aliado de la OTAN”.