(CNN Español) – El encuentro que se llevó a cabo el 14 de diciembre entre los mandatarios de Guyana y Venezuela y comisiones de alto nivel de ambos países cerró con el compromiso de mantener la vía diplomática como único camino para resolver el conflicto, una promesa contemplada en un acuerdo de 11 puntos suscrito por las partes y los mediadores. Acompañaron el encuentro representantes de la CELAC, CARICOM, Brasil, Colombia y Honduras, con San Vicente y las Granadinas como país anfitrión.
El encuentro sirvió para sellar una suerte de pacto de no agresión, dejando claro en el primer punto del acuerdo que las partes “no se amenazarán ni utilizarán la fuerza mutuamente, en ninguna circunstancia, incluidas las derivadas de cualquier controversia existente entre ambos estados”. Además, en el sexto punto se establece que ambos estados se abstendrán “de palabra o de hecho” de intensificar el conflicto o desacuerdo derivado de cualquier controversia entre ellos.
Las dos naciones pactaron constituir comisiones mixtas encabezadas por los respectivos cancilleres y conformadas por miembros de sus equipos técnicos para avanzar en temas de interés mutuo sin precisar los puntos de la agenda de trabajo.
No hubo avances concretos en el diferendo territorial histórico que sostienen ambas naciones, pero sí se definió en el punto dos del acuerdo que cualquier controversia entre los estados se resolverá de conformidad con el derecho internacional, incluido el acuerdo de Ginebra de 1966. Este último es el mecanismo que defiende el gobierno de Venezuela como el único que podría culminar con una solución aceptable a la disputa.
Asimismo, las partes dejaron en el papel parte de sus diferencias. Entre ellas, en el punto cuatro se tomó nota del compromiso de Guyana con los procesos y procedimientos de la Corte Internacional de Justicia para la resolución de la controversia fronteriza. También se dejó clara la postura de Venezuela de no reconocer la jurisdicción de dicha instancia internacional para solucionar el conflicto.
En el escrito se incluyó en agenda un próximo encuentro entre las partes, que aún no tiene fecha definida, pero que quedó establecido que debe llevarse a cabo en los próximos tres meses y que tendrá lugar en Brasil. Se acordó también mantener a los mediadores que acompañaron este primer paso del proceso, en el caso del primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, más allá de su continuidad o no en el cargo como presidente pro tempore de la CELAC, y del primer ministro de Dominica, Roosevelt Skerrit, quien actualmente ejerce la presidencia de la CARICOM.
A juicio del internacionalista Lauren Caballero, de Universidad Central de Venezuela, la reunión de este jueves no generó ningún rédito político para Venezuela. En cambio, según indicó con una publicación en la red social X (antes Twitter), Georgetown logró el compromiso de Venezuela de no recurrir al uso de la fuerza para dirimir la controversia.
Dos temas que no aparecen en el documento tienen que ver con preocupaciones de Venezuela. Uno es la incomodidad expresada por Caracas en relación con los ejercicios militares realizados por el Comando Sur de Estados Unidos con las fuerzas militares de Guyana.
El otro es el otorgamiento de concesiones de exploración y explotación petrolera entregadas a trasnacionales en aguas aún no delimitadas, actuación condenada por Venezuela y por el que, en respuesta tras el referendo consultivo del 3 de diciembre, el Gobierno ordenó crear la división PDVSA-Esequibo con el objetivo de también tramitar concesiones petroleras.
De momento no se ha anunciado desde el lado venezolano que se haya tramitado alguna solicitud para esta zona en reclamación que permanece bajo administración de Guyana, según explicó la Corte Internacional de Justicia.
No se descarta que estos temas hayan sido abordados por los líderes de Caracas y Georgetown el jueves y que tengan seguimiento por parte de las comisiones mixtas una vez que sean creadas.