(CNN) – El papa Francisco calificó de “crímenes de guerra” los ataques contra civiles durante las guerras, incluidas las de Gaza y Ucrania, y advirtió que el mundo se está deslizando hacia un conflicto global.
“No hay conflicto que no acabe de alguna manera golpeando indiscriminadamente a la población civil. Los sucesos de Ucrania y Gaza son una clara prueba de ello”, dijo Francisco a diplomáticos acreditados ante la Santa Sede en su discurso sobre el “estado del mundo” pronunciado el lunes en el Vaticano.
“No debemos olvidar que las graves violaciones del derecho internacional humanitario son crímenes de guerra, y que no basta con señalarlas, sino que también hay que prevenirlas”.
El pontífice, de 87 años, ha dicho a menudo que se está produciendo una Tercera Guerra Mundial “por partes”. El lunes, sin embargo, dijo que se estaba convirtiendo en un “auténtico conflicto global”, afirmando que las instituciones establecidas tras la Segunda Guerra Mundial con el objetivo de mantener la paz se han debilitado. No nombró estas instituciones, pero el papa ha pedido reformas en las Naciones Unidas y una renovación de la Unión Europea.
“La situación actual es también el resultado del debilitamiento de las estructuras de la diplomacia multilateral que surgieron tras la Segunda Guerra Mundial”, dijo el papa. “Las organizaciones creadas para fomentar la seguridad, la paz y la cooperación ya no son capaces de unir a todos sus miembros en torno a una mesa”.
Francisco, que reiteró su condena al ataque del 7 de octubre de 2023 contra Israel y al auge del antisemitismo, volvió a pedir un “alto el fuego en todos los frentes” en la guerra entre Israel y Hamas, junto con la liberación de todos los rehenes retenidos por Hamas en Gaza.
“El actual conflicto en Gaza desestabiliza aún más una región frágil y llena de tensiones”, dijo el papa. “Espero que la comunidad internacional persiga con determinación la solución de dos Estados, uno israelí y otro palestino, así como un estatuto especial garantizado internacionalmente para la ciudad de Jerusalén, para que israelíes y palestinos puedan vivir finalmente en paz y seguridad”.
El papa también expresó su preocupación por la “situación social y económica” en Líbano, junto con la esperanza de que el país pueda elegir pronto un nuevo presidente.