(CNN Español) – En el metro, en el bus, en las oficinas y en los encuentros sociales. Con la llegada del invierno boreal, la tos y los estornudos han recuperado su lugar habitual en España. Y la responsable no es otra que la tripledemia, esto es, los contagios por gripe, covid-19 y virus respiratorio sincitial.
Ahora bien, el ritmo de contagios por estas infecciones respiratorias se está disparando según terminaron las celebraciones navideñas, ya que los encuentros sociales de estas fechas han facilitado la propagación de los virus.
La tasa de positividad en los centros de Atención Primaria por alguna de las tres infecciones respiratorias se situó en 952 casos por cada 100.000 habitantes durante la semana del 25 al 31 de diciembre de 2023, según el último boletín publicado por el Instituto de Salud Carlos III.
Una situación que está saturando los servicios de urgencias de muchos centros médicos y hospitales, dado que reciben una gran cantidad de pacientes que presentan síntomas relacionados con estas infecciones.
“Estamos viendo más gripe que covid-19”, cuenta a CNN el doctor José Ramón Casal, portavoz de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias. “Estamos viendo muchísimos más pacientes que en los dos años anteriores”, añade.
El principal motivo, reflexiona el doctor Casal, es por el escaso uso que se hace de la mascarilla. “Antes teníamos mucho más interiorizado el tema de la mascarilla, andábamos más con mascarilla por la calle, en sitios cerrados, y ahora parece que ya hemos perdido el miedo”, afirma.
No obstante, todavía no ha llegado el pico de contagios ya que aún están por ver el impacto de las reuniones de fin de año y de las celebraciones del día de la Epifanía.
El debate político de las mascarillas
Ante la amenaza de que esta presión asistencial crezca todavía más y ponga en jaque los servicios de estos centros, algunas comunidades autónomas como Cataluña, Valencia y Murcia han decidido hacer obligatorio el uso de la mascarilla en los centros sanitarios, dado que desde el 5 de julio de 2023 ya no era obligatorio en todo el país.
Una medida que la ministra de Sanidad, Mónica García, ha querido trasladar al resto de regiones en el pleno extraordinario telemático del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud que convocó este lunes. Sin embargo, no hubo acuerdo a este respecto y, por esta razón, García ha dado un plazo de 48 horas a los consejeros de sanidad para que puedan trasladar nuevas propuestas antes de tomar una decisión.
Entre los profesionales sanitarios, en cambio, parece existir bastante consenso.
El doctor Casal, quien también se desempeña como jefe de urgencias del Hospital El Bierzo, en Ponferrada, señala a CNN que son los políticos quienes deben decidir sobre la obligatoriedad en el uso de las mascarillas, aunque sí lo recomienda. “Desde los servicios de urgencias de algunas comunidades autónomas, entre ellas Castilla y León, hemos seguido manteniendo su uso –afirma–. Si se utiliza la mascarilla con todo ese tipo de pacientes en ambientes cerrados, […] la transmisión va a ser menor y ya lo hemos demostrado en la pandemia de covid-19”.
Posición que comparte Alejandro Rodríguez, médico de urgencias del Hospital Clínico Universitario de Salamanca, quien lamenta “la falta de aprendizaje de la experiencia vivida con el covid-19”. “Para mí no debería haber debate en torno a si hay que usar o no la mascarilla en espacios sensibles, como pueden ser los espacios sanitarios, en un momento de contagio epidémico de gripe –afirma Rodríguez–. Es algo que deberíamos haber adquirido espontáneamente como sociedad”.
Assumpció Costa, enfermera del centro de Atención Primaria Larrard de Barcelona, va más allá y asegura CNN que las mascarillas no sólo deberían volver a ser obligatorias en centros sanitarios y farmacias, sino que también “en el transporte público en la época donde hay más incidencia de la gripe y otros virus respiratorios”. “Creo que sería una buena herramienta para reducir el impacto de gripes, neumonías y otras infecciones respiratorias”, concluye.