(CNN) – La economía de Alemania se contrajo el año pasado por primera vez desde el inicio de la pandemia de covid-19, según mostraron este lunes datos oficiales, lo que aumenta el riesgo de una contracción económica en el conjunto de la zona euro.
El producto interno bruto (PIB) disminuyó un 0,3% en 2023 respecto al año anterior, según la Oficina Federal de Estadística de Alemania (Destatis).
“El desarrollo económico general flaqueó en Alemania en 2023 en un entorno que sigue marcado por múltiples crisis”, dijo la presidenta de Destatis, Ruth Brand, en un comunicado.
Aunque la inflación bajó, los precios siguen siendo altos en toda la economía y han frenado el crecimiento económico, añadió. “La subida de las tasas de interés y el debilitamiento de la demanda interna y externa también pasaron factura”.
El PIB del cuarto trimestre también cayó un 0,3% respecto al trimestre anterior, según una estimación preliminar de la oficina de estadística. Tras un periodo de estancamiento en los tres meses anteriores a septiembre, Alemania evitó por muy poco una recesión en el segundo semestre, definida como dos trimestres consecutivos de caída del PIB.
El dato es un mal presagio para toda la zona que utiliza el euro, ya que Alemania es la mayor de sus 20 economías.
Una encuesta publicada este lunes por el Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés) coincidiendo con su reunión anual en Davos (Suiza) mostró que más de tres cuartas partes de los economistas esperan un “crecimiento débil o muy débil” en Europa en 2024.
Y más de la mitad de los economistas, encuestados entre noviembre y diciembre, espera que la economía mundial se debilite este año.
La directora gerente del WEF, Saadia Zahidi, dijo que la encuesta “pone de relieve la precariedad del entorno económico actual”.
La zona euro es un ejemplo de ello: la producción allí se contrajo ligeramente en el tercer trimestre de 2023. Las cifras del último trimestre, previstas para el 30 de enero, confirmarán si la región entró en recesión a finales de año.
Debilidad generalizada
El descenso del PIB alemán refleja la debilidad de toda la economía, pero sobre todo del amplio sector manufacturero del país, que se ha visto afectado por la tambaleante demanda china, los elevados costes de la energía y las dolorosas subidas de las tasas de interés.
Dentro de este sector, la producción de automóviles y la fabricación de otros equipos de transporte registraron un crecimiento el año pasado, pero la producción cayó en las industrias química y metalúrgica, que consumen mucha energía. En conjunto, la producción industrial, dominada por las manufacturas, se contrajo un 2%, según Destatis. Las exportaciones disminuyeron un 1,8%.
También cayó el gasto de los hogares y las administraciones públicas, este último por primera vez en casi 20 años. “Esto se debió principalmente a la interrupción de las medidas por covid-19 financiadas por el Estado, como las vacunas y las compensaciones pagadas a los hospitales por camas gratuitas”, dijo Destatis.
Después de terminar 2023 en retroceso, la mayor economía de Europa empezó el año con el pie equivocado. La semana pasada, una huelga nacional de ferrocarriles de tres días sobre salarios y horarios provocó el caos en los desplazamientos. Los agricultores, que bloquearon autopistas y otras carreteras para protestar contra los planes del Gobierno de recortar las subvenciones a los combustibles, agravaron la situación.
Los agricultores se reunieron para una última manifestación en Berlín este lunes, en una concentración organizada junto con el sector alemán del transporte por carretera.
Los recortes del gasto público lastrarán el crecimiento económico de Alemania este año, según Andrew Kenningham, economista jefe para Europa de Capital Economics.
“Las condiciones de recesión que se arrastran desde finales de 2022 parece que van a continuar”, escribió en una nota este lunes. “Prevemos un crecimiento cero del PIB en 2024”.
Un resquicio de esperanza en los datos económicos alemanes fue el empleo, que creció un 0,7%, o 333.000 personas, en comparación con 2022, elevando el número total de personas con trabajo a 45,9 millones. Según Destatis, los trabajadores extranjeros y una mayor incorporación de la población nacional a la población activa estuvieron detrás de este aumento. Esto “compensó con creces los efectos negativos” del envejecimiento de la población alemana, según la oficina de estadística.
Stephanie Halasz colaboró en la elaboración de este artículo.