(CNN) – Es una página muy trillada del libro de jugadas del expresidente Donald Trump atacar duramente a sus rivales políticos con insultos, teorías conspirativas y apodos para hacerlos parecer diferentes de los votantes blancos que componen principalmente la base del Partido Republicano.

Lo hizo durante años y en repetidas ocasiones al expresidente Barack Obama, con mentiras sobre su lugar de nacimiento y el uso frecuente de su segundo nombre, Hussein. Trump también ha cuestionado sin fundamento si la vicepresidenta Kamala Harris, cuyos padres son inmigrantes, era elegible para el cargo.

Lo hizo con Ted Cruz, el senador por Texas que fue su más formidable contrincante en las primarias republicanas de 2016, cuando Trump avivó un falso reportaje de National Enquirer que pretendía vincular al padre de Cruz, nacido en Cuba, con el asesino de John F. Kennedy, Lee Harvey Oswald.

Cruz, por cierto, como la mayoría de los republicanos que se presentan a la reelección, ha dejado atrás ese asunto y esta semana apoyó la candidatura de Trump a la reelección tras la victoria del expresidente en las asambleas partidarias de Iowa.

El senador Marco Rubio, el republicano de Florida al que Trump también superó en esas primarias de 2016 con burlas de “pequeño Marco”, también declaró su respaldo a Trump esta semana.

Y por eso no sorprende en absoluto que, mientras la campaña de las primarias del Partido Republicano vuelve a centrarse en Nueva Hampshire de cara a las primarias del 23 de enero, Trump se haya volcado fuertemente contra Nikki Haley, la exgobernadora de Carolina del Sur que en su día fue embajadora de su Gobierno ante las Naciones Unidas.

Aunque Haley siempre ha utilizado su segundo nombre, Nikki, Trump usó su nombre de pila, Nimarata, escribiéndolo mal en publicaciones en las redes sociales y poniéndolo entre comillas como “Nimrada”. Haley es hija de inmigrantes de la India.

Otra vez con la 14° Enmienda

Trump también ha impulsado una ridícula teoría en su plataforma de redes sociales según la cual Haley debería ser descalificada para presentarse a pesar de haber nacido en EE.UU. y, por tanto, ser definitivamente una ciudadana nacida natural cualificada para el cargo según la 14° Enmienda.

En realidad, es Trump quien se enfrenta a más preguntas legítimas sobre su elegibilidad en virtud de la 14° Enmienda.

En Maine, una juez aplazó su decisión sobre si Trump puede aparecer en la papeleta presidencial de 2024 en ese estado hasta que la Corte Suprema de EE.UU. emita una decisión sobre un caso de Colorado, en el que Trump fue declarado inelegible para el cargo en virtud de la cláusula insurreccionista de la 14° Enmienda. Los alegatos orales están previstos para el 8 de febrero en la Corte Suprema.

Oponerse a Trump sin criticarlo demasiado

Haley ha sido extremadamente cuidadosa a la hora de exponer su propio argumento de que los republicanos deben ir más allá de Trump, esforzándose por no alienar a sus partidarios y envolviendo sus críticas a Trump en un mensaje generacional que también abofetea al presidente Joe Biden, el otro veterano en la carrera.

El giro hacia Haley representa un cambio

Trump había centrado hasta hace poco sus insultos en el gobernador de Florida, Ron DeSantis, a quien a Trump le gusta llamar “DeSantimonio”. Con DeSantis terminando en un distante segundo lugar en las asambleas partidarias de Iowa, ve que es hora de centrarse en Haley, a quien las encuestas sugieren como una amenaza para el dominio de Trump en Nueva Hampshire.

“Está claro que Nikki Haley está en su punto de mira, porque cree que podría interponerse en su camino hacia la candidatura republicana”, dijo Jeff Zeleny, de CNN, desde Nueva Hampshire, en “Inside Politics” el miércoles.

“Está tratando de convertir a Nikki Haley en otra persona”, dijo la analista política de CNN y columnista de Bloomberg Nia-Malika Henderson, tras el reportaje de Zeleny en “Inside Politics”.

“Una de las cosas que esto acaba haciendo, en el contexto de la política de la identidad blanca, es recordar a los votantes que son blancos… y eso activa su política, los activa para levantarse del sofá y acudir a votar”, dijo Henderson.

Llamamiento a los votantes independientes

En declaraciones en Nueva Hampshire el martes por la noche, Trump criticó el historial de Haley en su gabinete y en las Naciones Unidas y se quejó de que esté intentando animar a los independientes a participar en el proceso y apoyarla en las primarias del Partido Republicano de la próxima semana.

“Si quieres un candidato que fue respaldado por todos los RINOs, globalistas y dementes nunca-Trumpistas”, dijo, elige a Haley. “RINO” es la abreviatura de Republican in Name Only y se ha convertido esencialmente en una abreviatura, en la jerga de Trump, para cualquier republicano que lo cuestione, un “republicano solo de nombre”.

Las primarias de Nueva Hampshire permiten a los votantes independientes inscribirse en cualquiera de los dos partidos el día de las primarias, lo que en opinión de Trump equivale a una infiltración en las primarias del Partido Republicano. No es cierto, como él alega, que los demócratas puedan participar en las primarias del Partido Republicano.

“Hay un grupo de personas que no son republicanas y que están aumentando artificialmente sus números”, dijo Trump.

Si Haley logra una victoria sorpresa en Nueva Hampshire, será con la ayuda de estos votantes no declarados. Su apoyo fue la causa de la subida de Haley en una encuesta de CNN en Nueva Hampshire publicada la semana pasada.

De la campaña a los tribunales

El miércoles, Trump dejó la campaña y volvió a los tribunales, donde se enzarzó con el juez que preside una demanda por difamación de la excolumnista E. Jean Carroll. El año pasado, un jurado en otro juicio lo declaró responsable de abusar sexualmente de Carroll en 1996.

Un republicano que no ha vacilado en su oposición a Trump desde el 6 de enero de 2021 es el senador por Utah Mitt Romney, que fue el candidato presidencial republicano en 2012, cuatro años antes que Trump.

Manu Raju, de CNN, preguntó a Romney sobre las encuestas de entrada que mostraban que la mayoría de los asistentes a las asambleas partidarias de Iowa no creían que Biden hubiera sido elegido legítimamente.

“Creo que mucha gente en este país está fuera de contacto con la realidad y aceptará cualquier cosa que Donald Trump le diga”, dijo Romney a Raju. “Tuviste un jurado que dijo que Donald Trump violó a una mujer. Y eso no parece mover la aguja. Hay muchas cosas del electorado actual que me cuesta entender”.

Nota: Romney exageró ahí los hechos. El jurado declaró a Trump responsable de abuso sexual, no de violación.