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Este templo recién inaugurado en India ha divido al país por décadas. Estas son las razones
02:31 - Fuente: CNN

(CNN) – Millones de personas vieron este lunes en toda la India la inauguración de un inmenso templo hindú, en una ceremonia considerada el momento culminante de las ambiciones nacionalistas hindúes del primer ministro del país, Narendra Modi, meses antes de que intente ganar un excepcional tercer mandato en las elecciones.

La inauguración del Ram Janmabhoomi Mandir —un templo dedicado a Rama— en Ayodhya, al norte de la India, lleva más de 30 años gestándose y se espera que dé un gran impulso a la campaña electoral de Modi.

El Ram Mandir es la realización del sueño de Modi de crear lo que ha llamado una “nueva India”, que muchos consideran la transformación del país en una nación claramente hindú.

Para los detractores de Modi, la inauguración del templo es la conclusión de una campaña de décadas para alejar a la India de las raíces laicas sobre las que se fundó el país tras la independencia.

“Hoy llegó nuestro Rama. Tras siglos de paciencia sin precedentes, incontables sacrificios, renuncias y penitencias, nuestro Rama llegó”, dijo Modi en un discurso ante una multitud de 7.000 personas —entre las que había estrellas de cine, jugadores de críquet y magnates— desde el templo recién construido y adornado con flores de colores.

“Ram no es una disputa, Ram es la solución”, añadió.

La ceremonia de este lunes cumple una antigua promesa a los votantes por parte de Modi y su gobierno del partido Bharatiya Janata (BJP por sus siglas en inglés) que los impulsó al poder en 2014.

Durante años, Modi y sus aliados políticos prometieron construir un templo en el emplazamiento de una mezquita del siglo XVI que fue destruida por violentos hinduistas de línea dura en un mortífero atentado en 1992 que impulsó el movimiento nacionalista hindú en el país.

La demolición de la mezquita, alentada por el BJP y otros grupos de derechas, catapultó al partido a la política dominante, ganando unas elecciones generales cuatro años después.

Modi no mencionó directamente a la antigua mezquita Babri Masjid en su discurso ni a los musulmanes del país, muchos de los cuales sienten dolor y tristeza por los acontecimientos que se han desarrollado en Ayodhya. Sí habló de avanzar y del “comienzo de un nuevo ciclo temporal”.

“Desde hoy, desde este momento sagrado, tenemos que sentar las bases para los próximos 1.000 años. Al avanzar en la construcción del templo, ahora todos juramos construir una India nacional, capaz, exitosa, hermosa y divina”, dijo Modi.

Un devoto hindú con la cara pintada en Ayodhya, India, el 22 de enero.
Mujeres hindúes cantan consignas sagradas para celebrar la inauguración de un gran templo para Rama, en la ciudad de Ayodhya, en el norte de la India, durante una procesión en Mumbai, India, el 21 de enero.

Este lunes, en el sanctasanctórum del templo, Modi presidió la Pran Pratishtha o ceremonia de consagración de Rama, una de las deidades más veneradas del hinduismo. En el exterior, helicópteros militares sobrevolaron el templo y la ciudad lanzando pétalos de flores sobre el vasto edificio y la multitud de dignatarios.

Entre los oradores del acto se encontraba Mohan Bhagwat, jefe de la Rashtriya Swayamsevak Sangh (RSS) —la organización de derecha, matriz del BJP— quien afirmó que el templo “se convirtió en un símbolo de una nueva India que se mantendrá en pie”.

Yogi Adityanath, ministro principal del estado de Uttar Pradesh, donde se encuentra Ayodhya, y una de las figuras políticas más polarizadoras del país, calificó el Ram Mandir de “templo nacional” de la India y su inauguración de “importante ritual de renacimiento cultural”.

Durante todo el día, las banderas azafrán ondearon en lo alto y las flores de caléndula adornaron las entradas de los edificios mientras decenas de miles de devotos abarrotaban las calles de la antigua ciudad en procesiones de celebración.

“Durante 500 años, Rama vivió en una choza”, declaró a CNN el devoto Acharya Mohanjodaro Bharadwaj, refiriéndose al momento en que se construyó la mezquita de la época mogol. “Hoy Modi lo ha hecho sentarse dentro de un templo, todo el país lo celebra como si fuera Diwali”.

Hubo celebraciones en todo el territorio, y los políticos animaron a la gente a participar en los festejos en sus casas y templos, asegurando que sería un acontecimiento nacional.

Uttar Pradesh declaró este lunes día festivo, con las escuelas y las tiendas de licores cerradas en todo el estado.

En las embajadas indias de todo el mundo se organizaron fiestas para ver la inauguración.

Polémica por el nuevo templo de la India

Aunque millones de hindúes celebraron la apertura del esperado complejo, que consideran el lugar de nacimiento de Rama, para la minoritaria población musulmana del país es un doloroso recordatorio de las divisiones religiosas que temen se estén acentuando bajo el gobierno del BJP de Modi.

En el emplazamiento del templo se encontraba la mezquita Babri Masjid, del siglo XVI, construida durante el imperio mogol, que gobernó la India de 1526 a 1858.

Pero la ubicación ha sido objeto de disputa durante décadas.

Muchos hindúes creen que la mezquita se construyó sobre las ruinas de un templo hindú, supuestamente destruido por Babar, el primer emperador mogol del sur de Asia.

En 1992, alentados por el BJP y otros grupos de derechas, los hinduistas de línea dura atacaron la mezquita, desencadenando una violencia comunal generalizada que dejó a más de 2.000 personas muertas en todo el país.

En los años siguientes, los nacionalistas hindúes se unieron para construir el Ram Mandir en el lugar de la mezquita destruida, preparando el escenario para un enfrentamiento emocional y políticamente cargado que duró décadas.

Un hombre reza a orillas del río Sarayu con motivo de la ceremonia de consagración del templo de Rama en Ayodhya el 22 de enero de 2024.

En 2019, el Tribunal Supremo de la India concedió a los hindúes permiso para construir el templo en el lugar en disputa, poniendo fin a las discusiones. Fue visto como una victoria para Modi y sus partidarios, pero fue un golpe para muchos musulmanes para quienes la destrucción de la mezquita Babri Masjid sigue siendo una fuente de profunda tensión y pérdida histórica.

En Ayodhya viven unos 3 millones de personas, entre ellas unos 500.000 musulmanes, y algunos de ellos temían ataques el día de la inauguración del templo.

Muchos habían compartido mensajes de apoyo en redes sociales, con mensajes de WhatsApp instando a la comunidad a abstenerse de viajar en trenes y autobuses públicos por su propia seguridad.

Maulana Badshah Khan, de 65 años, declaró recientemente a CNN que se quedaría en casa este lunes.

“Las heridas de la demolición de la mezquita de Babri siempre estarán ahí. Aunque nos sintamos abatidos a la hora de expresarlas”, dijo Khan. “El templo tiene el valor simbólico de mostrar a los musulmanes su lugar en la Nueva India”.

“Líneas difusas” entre religión y Estado

Otros han acusado a Modi de “militarizar” la fe hindú y utilizar el Templo de Ram para obtener beneficios políticos.

“Las objeciones incluyen el hecho de que Modi no es un líder religioso y, por tanto, no está calificado para dirigir la ceremonia, y que un templo hindú no puede consagrarse antes de que esté terminado”, señala un comunicado de Hindus for Human Rights, un grupo de defensa sin ánimo de lucro con sede en Estados Unidos.

Modi “se apresuró a presentarlo él mismo y es el último intento de convertir el hinduismo en un arma en nombre de la ideología nacionalista represiva del BJP, antes de las elecciones nacionales de mayo”, añade la declaración.

Modi llegó al poder en 2014 con la promesa de reformar la economía del país y marcar el comienzo de una nueva era de desarrollo, pero también impulsó con fuerza la agenda hindutva, una ideología que cree que India debe convertirse en una tierra para los hindúes.

Su promesa de construir el Ram Mandir contribuyó a ese éxito electoral inicial.

Se espera que la inauguración del templo, de este lunes, aumente las posibilidades de Modi de ganar un excepcional tercer mandato en unas elecciones generales previstas para más adelante este año, tras haber cumplido su promesa a millones de votantes.

En el periodo previo a la inauguración, Modi ayunó y rezó en un ritual de 11 días impregnado de simbolismo religioso hindú. Como parte de los rituales, Modi visitó santuarios y templos vinculados a Rama en todo el país.

La gente llega antes de la inauguración del templo del dios hindú Ram en Ayodhya, en el norte del estado de Uttar Pradesh, India, el 22 de enero de 2024.

“El Señor ha hecho de mí un instrumento para representar a todo el pueblo de la India durante la consagración”, dijo en un mensaje grabado en su canal de YouTube.

El domingo, Modi publicó un video en la red social X en el que se adentraba en el mar y se sumergía en el templo Arulmigu Ramanathaswamy, en el estado meridional de Tamil Nadu.

Nilanjan Mukhopadhyay, autor de “The Demolition and the Verdict”, un libro sobre la demolición de la mezquita en 1992, dijo que la decisión de Modi de presidir las festividades de este lunes es una señal de la “hegemonía hindú” en India.

“Las líneas entre la política y las religiones se volvieron difusas”, dijo sobre la participación de Modi en la ceremonia en un país constitucionalmente laico.

“También se han vuelto completamente difusas entre la religión y el Estado indio. En estos momentos tienes al primer ministro indio participando en una actividad puramente religiosa, con plena participación de la maquinaria gubernamental”.

Los devotos hindúes acuden en masa a presenciar la inauguración

El templo abrirá para el público este martes y se espera que atraiga a grandes multitudes.

Entre los que ya hicieron el viaje se encuentra Urmila Chandravanshi, de 90 años, que recorrió más de 700 kilómetros desde el estado central de Chhattisgarh.

Aplaudiendo y cantando “victoria a Rama”, dijo que estaba encantada de estar en Ayodhya y dio crédito a Modi por la apertura del templo.

Un devoto se pinta el nombre de Rama en su frente antes de la inauguración del Templo Ram Mandir el 20 de enero de 2024 en Ayodhya, India.

“He venido aquí en busca de las bendiciones de Rama y Sita, hoy estoy muy contenta”, dijo.

Otro devoto, Lal Singh Khushwa, dijo a CNN que había caminado 70 kilómetros para visitar el templo.

“Vine aquí para pedir la bendición de Rama, Modi ha hecho tanto”, dijo. “Me siento muy bien estando aquí”.

Vedika Sud, Aishwarya S Iyer y Sania Farooqui, de CNN, contribuyeron con información.