(CNN) – El presidente de Rusia, Vladímir Putin, visitará pronto a Kim Jong Un, informaron este domingo los medios estatales norcoreanos, la última señal de la creciente cooperación entre los dos líderes autoritarios mientras la guerra hace estragos en Ucrania y aumentan las tensiones militares en Asia Oriental.
Putin agradeció a Kim la invitación para visitar Pyongyang y se comprometió a ir “en una fecha próxima”, dijo el informe de la Agencia Central de Noticias de Corea (KCNA).
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que las fechas de la visita de Putin a Corea del Norte aún se estaban discutiendo a través de canales diplomáticos y que se anunciarían más adelante, informó la agencia estatal rusa de noticias TASS.
El pasado martes, el ministro norcoreano de Asuntos Exteriores, Choe Son Hui, se reunió en Moscú con Putin y el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, para tratar asuntos relacionados con la península coreana, el noreste asiático y la paz y la seguridad internacionales, según TASS.
En esa reunión, las dos partes expresaron su “firme voluntad de seguir reforzando la cooperación estratégica y táctica para defender los intereses fundamentales de los dos países”, según la KCNA.
La visita de Putin a Pyongyang sería recíproca a la que Kim realizó el pasado mes de septiembre, cuando el líder norcoreano viajó en su tren blindado a la región del extremo oriental de Rusia, visitando una fábrica que produce aviones de combate y una instalación de lanzamiento de cohetes, entre otras paradas.
Durante esa visita, Kim elogió a Rusia por plantar cara a las “fuerzas hegemónicas” con su guerra en Ucrania, mientras que Putin señaló su voluntad de ayudar a Corea del Norte a desarrollar sus programas espacial y de satélites.
En Ucrania se han observado indicios de una creciente cooperación entre Rusia y Corea del Norte.
Según el Departamento de Defensa de Estados Unidos, Rusia ha disparado dos veces en el último mes misiles de fabricación norcoreana contra objetivos en Ucrania. Y la inteligencia surcoreana ha informado de que Pyongyang ha suministrado a Moscú más de un millón de proyectiles de artillería que podrían utilizarse en la invasión de Ucrania.
Mientras tanto, los analistas occidentales afirman que Rusia podría ser una fuente de tecnología y experiencia para Kim a medida que perfecciona un programa de misiles con capacidad nuclear que podría amenazar no sólo a sus vecinos de Asia Oriental, sino posiblemente a Estados Unidos continental con misiles balísticos intercontinentales.
En las últimas semanas, Kim se ha mostrado cada vez más duro con Corea del Sur, afirmando que el Norte ya no buscará la reconciliación y la reunificación con el Sur y dando instrucciones al ejército, la industria de municiones, las armas nucleares y los sectores de defensa civil del país para que aceleren los preparativos de guerra en respuesta a los “movimientos de confrontación” de Estados Unidos.
La semana pasada, en un discurso ante la Asamblea Popular Suprema (APS) reunida en Pyongyang, Kim calificó al Sur de “enemigo principal e invariable” del Norte y dijo que un monumento a la reunificación en la capital norcoreana era un “adefesio” que debía ser demolido.