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(CNN) – La mayoría de los padres espera mantener a sus hijos hasta que alcanzan la adultez. Pero muchos dicen que los siguen ayudando económicamente más allá, a veces hasta finales de los 20 o principios de los 30 años, según un nuevo informe del Pew Research Center.

No importa que los adultos jóvenes de ahora tengan más probabilidades de contar con títulos universitarios y ganen más dinero ajustado a la inflación que sus padres hace 30 años, según Pew.

“Los adultos jóvenes están alcanzando algunos hitos clave, como el matrimonio y la paternidad, más tarde en su vida, incluso cuando superan a la generación de sus padres en lo que se refiere a nivel educativo, empleo y salarios”, escribieron los investigadores de Pew en su análisis.

Al mismo tiempo, los hijos adultos son más propensos a tener deudas por préstamos estudiantiles, y más que sus padres a su edad. En 1992, la deuda estudiantil promedio ajustada a la inflación era de unos US$ 6.000 a US$ 7.000 entre los adultos jóvenes, según Pew. Pero en 2022, los adultos de entre 25 y 29 años debían un promedio de US$ 16.000, y los de 30 a 34 años, US$ 20.000.

El informe de Pew se basa en dos encuestas diferentes realizadas el pasado otoño. Una es de una muestra representativa a nivel nacional de padres en Estados Unidos con hijos adultos de entre 18 y 34 años. Y la segunda es una muestra representativa a escala nacional de adultos de ese rango de edad que tienen al menos un padre vivo.

Para algunos padres, no hay nido vacío

La ayuda económica adopta muchas formas. La comida y el alojamiento, gratis o con descuento, es una de las principales.

Pew descubrió que alrededor de un tercio de los adultos jóvenes de entre 18 y 34 años siguen viviendo con uno de sus padres.

Más de la mitad (57%) de los jóvenes de 18 a 24 años afirmaron hacerlo, al igual que el 21% de los de 25 a 29 años y el 11% de los de 30 a 34 años.

Entre los que aún no han abandonado el nido, casi tres cuartas partes (72%) afirman que contribuyen económicamente al hogar al menos de una manera: el 65% dice que ayuda a pagar cosas como la compra o las facturas de los servicios públicos, y el 46% dice que ayuda a pagar el alquiler o la hipoteca. No se indica cuánto contribuyen realmente.

En cuanto a los grupos raciales y étnicos que tienen más probabilidades de vivir con sus padres, los investigadores del Pew afirman que no hay diferencias estadísticamente significativas entre los jóvenes de 18 a 24 años. Pero a partir de los 25 años, los jóvenes hispanos y negros tienen más probabilidades de vivir con sus padres que los blancos y asiáticos.

Tal vez no resulte sorprendente que la mayoría de los jóvenes adultos que aún viven en casa (64%) afirme que hacerlo ha tenido un impacto positivo en su situación económica personal.

Y, en general, la mayoría de los padres no están descontentos con esta situación. El 45% afirma que la convivencia ha sido positiva para la relación con sus hijos, mientras que el 29% dice que ha sido algo positiva.

Gastos que los padres ayudan a pagar a sus hijos adultos

El 59% de los padres afirma haber ayudado económicamente a un hijo adulto en el último año, mientras que el 44% de los hijos adultos afirma haber recibido ayuda económica de uno de sus padres en el mismo periodo.

De ese 44%, la mayoría (68%) tenía entre 18 y 24 años. Pero el 30% de los adultos de entre 30 y 34 años también dijo haber recibido ayuda económica de un padre.

El dinero de todos los grupos de edad combinados se utilizó sobre todo para ayudar a pagar los gastos del hogar (28%) y las facturas del teléfono móvil y las suscripciones a servicios de streaming (25%). Menos frecuente fue la ayuda para el alquiler (17%), los gastos médicos (15%) y la educación (11%).

Impacto en la economía de los padres

Ayudar económicamente a un hijo adulto puede hacer que los padres se sientan bien con su relación. Pero cuando se trata del impacto final en sus propias finanzas, los resultados de la encuesta son contradictorios.

Entre los padres con un hijo adulto que aún vive en casa, solo el 18% dijo que tuvo un impacto negativo; el 27% dijo que tuvo un impacto positivo; y aproximadamente el 55% dijo que el impacto no fue ni positivo ni negativo.

Pero entre los padres que afirmaron haber ayudado económicamente a sus hijos adultos en el último año, el 36% dijo que había perjudicado sus finanzas “al menos en parte”, especialmente entre los padres con ingresos más bajos.

A veces, son los jóvenes adultos los que ayudan a sus padres

Es menos común, pero el 33% de los adultos jóvenes encuestados dijo haber ayudado económicamente a sus padres en el último año, mientras que el 14% de los padres dijo haber recibido ayuda de sus hijos en ese periodo.

“Los jóvenes adultos con ingresos más bajos (43%) son más propensos que los de ingresos medios (28%) o altos (19%) a decir que ayudaron económicamente a sus padres. Del mismo modo, los padres con ingresos más bajos son los más propensos a decir que recibieron ayuda económica de sus hijos adultos jóvenes (29%), en comparación con el 9% de los que tienen ingresos medios y el 2% de los padres con ingresos altos”, según el informe Pew.

Los motivos citados por los padres para la ayuda recibida fueron una circunstancia especial (38%), gastos recurrentes (31%) o ambos (30%).