(CNN) – El dron que mató a tres militares del Ejército estadounidense e hirió a docenas más en Jordania el domingo se acercó al puesto militar estadounidense, la Torre 22, casi al mismo tiempo que un dron estadounidense regresaba a la base, lo que provocó incertidumbre sobre si era hostil y causó un retraso en la respuesta estadounidense, según dijeron dos funcionarios estadounidenses a CNN.
El dron enemigo siguió al estadounidense cuando se aproximaba, pero no está claro si el dron enemigo siguió intencionadamente al estadounidense o si fue una coincidencia, dijo uno de los funcionarios. Las autoridades estadounidenses también están evaluando el punto de origen del dron enemigo.
El diario The Wall Street Journal informó por primera vez de la confusión sobre el dron enemigo.
Tres militares estadounidenses murieron en el ataque de la Torre 22, y hasta el domingo por la noche más de 30 habían resultado heridos; ocho de ellos han sido trasladados al Centro Médico Regional de Landstuhl, en Alemania, para recibir más atención médica.
Un funcionario estadounidense declaró el lunes a CNN que los ocho se encuentran en situación estable. Las autoridades han dicho que esperan que el número de heridos fluctúe a medida que más miembros del servicio busquen tratamiento para los síntomas de lesiones cerebrales por traumatismo, que pueden desarrollarse con el tiempo.
El ataque del domingo supuso una escalada significativa tras los aproximadamente 165 ataques contra fuerzas estadounidenses y de la coalición desde el 17 de octubre, lo que aumenta aún más la preocupación por el estallido de un conflicto más amplio en el Medio Oriente, mientras Estados Unidos y sus aliados afrontan tensiones crecientes en múltiples frentes. Un funcionario estadounidense dijo a CNN que se habían producido seis ataques desde el viernes, incluido el ataque con drones del domingo y un ataque con varios cohetes contra la base de patrullas Shaddadi en Siria el lunes por la mañana.
Mientras las milicias respaldadas por Irán han lanzado continuos ataques contra las fuerzas estadounidenses y de la coalición en Iraq y Siria (que resultaron en un herido de gravedad y decenas de otros que los funcionarios han descrito como bastante leves), Estados Unidos también ha estado tomando medidas contra los hutíes respaldados por Irán en Yemen por sus ataques contra la navegación comercial. Mientras tanto, Israel prosigue su campaña en Gaza contra Hamas y lanza ataques contra Hezbollah en Líbano.
El consenso es que un grupo respaldado por Irán está detrás del mortífero ataque con drones, aunque Estados Unidos sigue trabajando para determinar qué grupo es específicamente responsable. El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, dijo a Phil Mattingly de CNN el lunes que la Casa Blanca cree que “el grupo fue apoyado por Kataib Hezbollah, que es uno de los principales grupos respaldados por la Guardia Revolucionaria IRGC en Iraq y Siria”.
“Este tuvo consecuencias letales en formas que los anteriores no tuvieron”, dijo Kirby, “pero eso no significa que la intención de los ataques anteriores no fueran también letales, es solo que fuimos capaces de derrotarlos”.
Estados Unidos ya ha atacado en las últimas semanas sitios en Iraq asociados con el grupo, y a principios de este mes atacó a un miembro del grupo que, según un funcionario estadounidense, tenía “sangre estadounidense en sus manos”.
El lunes por la mañana, antes de una reunión en el Pentágono con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, el secretario de Defensa, Lloyd Austin, expresó su “indignación y pesar” por la muerte de los tres militares estadounidenses.
“Permítanme comenzar con mi indignación y pesar por la muerte de tres valientes militares estadounidenses en Jordania, y por los otros militares que resultaron heridos”, dijo Austin. “El presidente y yo no toleraremos ataques contra las fuerzas estadounidenses, y tomaremos todas las medidas necesarias para defender a EE.UU. y a nuestros militares”.
Austin estaba de vuelta en el Pentágono por primera vez desde su intervención el 22 de diciembre para tratar un cáncer de próstata, y su posterior hospitalización a principios de enero. Dijo el lunes que se siente “bien” y que está “recuperándose bien, pero todavía recuperándose”.
Tras las declaraciones de Austin, Stoltenberg expresó también sus condolencias por la pérdida de los tres militares estadounidenses y por los heridos.
“[E]sto demuestra una vez más el riesgo al que se exponen los militares que defienden nuestros valores y participan en misiones, operaciones en las que protegemos la libertad y los valores en los que todos creemos”, declaró Stoltenberg.
Los republicanos del Congreso han exigido al gobierno de Biden una actuación más contundente en respuesta a la muerte de los militares estadounidenses, y algunos han pedido ataques directos dentro de Teherán.
El senador Roger Wicker, el republicano de mayor rango en la Comisión de Servicios Armados del Senado (SASC, por sus siglas en inglés), pidió en una declaración el domingo que se actuara “directamente contra objetivos iraníes y sus dirigentes”. El senador Tom Cotton, que también forma parte del SASC, dijo que la “única respuesta a estos ataques debe ser una represalia devastadora contra las fuerzas terroristas de Irán, tanto en Irán como en todo el Medio Oriente”.
Kirby dijo el lunes que Biden está “estudiando” las opciones disponibles.